Casado pide a la gente que se autoimponga un toque de queda

SPC
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La consejera de Sanidad alerta que «hay transmisión comunitaria y la tendencia sigue siendo creciente», reclama limitar al máximo el contacto social y defiende las nuevas restricciones aprobadas en la Comunidad

Un coche de la Policía Local vigila el cumplimiento del toque de queda el pasado mes de febrero. - Foto: Christian Castrillo

La Junta de Castilla y León insta a la ciudadanía a que se autoimponga un toque de queda entre la 1.00 y las 6.00 horas de la madrugada para evitar una mayor propagación del virus, al tiempo que reclama limitar «al máximo» el contacto social dada la situación actual de transmisión comunitaria en la Comunidad, para luchar contra esta quinta ola, que podría haber llegado a su cresta. Así lo explicó ayer la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el vicepresidente y portavoz, FranciscoIgea, que comparecieron para explicar las nuevas restricciones aprobadas este lunes en un Consejo de Gobierno Extraordinario. En su intervención, la consejera defendió que las nuevas medidas adoptadas por la Junta –cierre de las barras en hostelería, el cierre del interior del ocio nocturno, limitación a 10 personas por mesa, cierre de establecimientos a la 1.30 horas y cierre de parques en la madrugada– tienen como objetivo paliar el nivel de contagios ante la imposibilidad de poder aplicar un toque de queda.

Casado explicó la negativa de la Junta a solicitarlo, como están haciendo muchas autonomías, por el informe de los servicios jurídicos y la anulación del que se aplicó en Castilla y León en marzo por parte del TSJ. «Esto nos obliga a medidas lo más quirúrgicas y selectivas posibles», sentenció. No obstante, reseñó que el toque de queda, voluntario en este caso, junto con la mascarilla y la vacunación son las acciones que se han demostrado efectivas para paliar este virus, por lo que pidió «responsabilidad», la autoimposicion de toque de queda y el uso de mascarilla.

La consejera insistió en que la quinta ola ha tenido una «abrupta explosión» con casos de personas de entre los 14 y los 29 años que, en este caso, era población no inmunizada, algo que se ha propiciado por la «relajación de las medidas» y la presencia de nuevas variantes más contagiosas. De este modo, Casado defendió que cada ola ha sido diferente a la anterior y, en esta ocasión, el semáforo que fue «útil» en olas anteriores no lo es dada la tipología del contagio que está relacionada con los grupos etarios y el ocio nocturno. Además, detalló que si en la tercera ola se tardó cuatro semanas en multiplicar por 12 los casos, en esta en dos se ha multiplicado por 16. 

Ahora toca bajar en espejo, porque la situación sigue siendo grave, la Comunidad está en riesgo muy alto, y las infecciones están dando la cara en los hospitales, donde ya hay 415 ingresados, 355 en planta y 60 en las unidades de críticos, cuando hace tres eran 68 hospitalizados; hace dos, 97, y hace una, 225. 

Casado explicó que el 41% de los ingresados en planta estaba vacunado al completo, y un 13%, tenía ya una dosis. En el caso de las unidades de críticos, sólo diez tenían la pauta completa, y el 67%, ninguna dosis. «Estar vacunado evita peor pronóstico», pero no lo la enfermedad, reseñó.

Equilibrio sensato

 Por su parte, el vicepresidente de la Junta defendió que la intención es mantener un «equilibrio sensato» entre las medidas y la situación actual que pasa por incrementos de contagios en todos los grupos de edad. «Esta circunstancia nos ha hecho tomar este conjunto de medidas que se acordaron en el Consejo de Gobierno». Igea, informa Europa Press, aprovechó su intervención para reclamar a los ciudadanos que extremen la responsabilidad individual, al tiempo que pidió a ayuntamientos y autoridades locales su máxima colaboración para lograr el cumplimiento de las normas, un ruego al que ha sumado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el fin de que sean «rigurosos» con la tramitación de las denuncias en el caso de que haya infracciones.

Retrato del joven hipercontagiador

El perfil del hipercontagiador en Castilla y León es el de una persona joven, que sale de casa a las 12 o la una de la madrugada, recorre durante una noche varios bares y termina en una plaza o calle haciendo botellón, tras mantener una multitud de contactos con otros individuos a los que no conoce más que de vista, lo que complica el rastreo de sus posibles personas contagiadas de la covid-19. Un retrato robot que ayer dibujó la consejera de Sanidad, Verónica Casado, durante su intervención, donde explicó que los casos más habituales de jóvenes con coronavirus responden al perfil de «hipercontagiador», si bien en estos casos la persona no conoce el nombre completo, ni tiene el teléfono del resto de jóvenes con los que ha estado.

De hecho, Verónica Casado remarcó que estas personas destacan por tener una «movilidad muy alta» y un «contacto social muy alto». Además, según informa Ical, señaló que existe otros casos, menos habituales, en los que los jóvenes por una «falsa solidaridad» no comunican la identidad de las personas con las que han estado durante el fin de semana de que no tengan que hacer cuarentena.