El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho públicos en los últimos días varias estadísticas que, unidas todas ellas, permiten hacer una radiografía de cómo es la población de la provincia tras casi ya dos años de pandemia. 

Soria sigue perdiendo población y el número de residentes disminuyó en 379 personas en la primera mitad de 2021, situándose en 89.041 habitantes a 1 de julio de 2021. El morisco población en apenas seis meses es del 0,4%, lo que supone un nuevo golpe para una demografía provincial ya dañada. Obviamente, el exceso de mortalidad vinculado a la COVID-19 está detrás de esta caída del padrón que ya se registró también el año pasado: enero de 2021 arrancó con 472 habitantes menos que un año antes. La pandemia ha cambiado de nuevo lamentablemente la tendencia que se había iniciado en 2020, cuando por primera vez después de una década Soria logró ganar población. 

El descenso poblacional del semestre fue fruto de un saldo vegetativo negativo y un saldo migratorio también en número rojos. Nacen muchos menos de los que mueren. No es tampoco algo nuevo pero, en pandemia, la diferencia entre ambos puntos aún es mayor, debido al exceso de mortalidad vinculada al virus. Y los movimientos migratorios ya no logran compensar (como hace años) esta situación. El saldo interprovincial se mantiene en positivo y en el primer semestre del año Soria ha logrado 'robar' 98 habitantes a otras provincias pero, sin embargo, la emigración exterior se ha disparado en el último año. Tras una década en positivo, Soria ha perdido más población extranjera de la que ha ganado (120 personas). No ocurrió algo así desde la anterior crisis. 

En cuanto al envejecimiento de la población, las estadísticas reflejan, una vez más, una tendencia que parece imparable: Soria vuelve a registrar un máximo histórico de envejecimiento. Se contabilizan 194 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.