La situación del pantano compromete la calidad del agua

A.I.P
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La CHD avisa de que puede ser necesario intensificar la potabilización ] Un nivel bajo del embalse supone una «menor capacidad para diluir contaminantes»

La situación del pantano compromete la calidad del agua - Foto: VALENTIN GUISANDE

Que esta campaña de riego está asegurada hasta su finalización, pero la del próximo año dependerá de las precipitaciones de la primera mitad del año hidrológico 2022-2023 ya fue constatado hace unas semanas por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) a El Día de Soria. El organismo reitera respecto a la situación actual del pantano de la Cuerda del Pozo, al 35% de su capacidad (87 hectómetros cúbicos): «Se encuentra garantizado tanto el cumplimiento de la dotación asignada en la presenta campaña (5.000 m3/hectárea), así como el hecho de que el volumen almacenado a 30 de septiembre será superior al establecido en la última Comisión de Desembalse (65 hm3). Lo que sí parece que puede estar comprometida es la calidad del agua para consumo humano. Un nivel bajo del embalse supone una «menor capacidad potencial para diluir contaminantes en general», con lo cual la CHD avisa de que «podría implicar la necesidad de intensificar el tratamiento de potabilización» para cumplir con la normativa sobre el agua para consumo humano (RD 140/2003).

No obstante, el organismo de cuenca recuerda que la vigilancia y control de la calidad del agua para el abastecimiento de los hogares no son competencia de las confederaciones.

Por otra parte, en cuanto a la actual Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Soria «se considera que se encuentra infradimensionada para la población a la que sirve», por lo cual Acuaes está construyendo la nueva depuradora cuyo vertido se sitúa aguas abajo del embalse de Los Rábanos. «Por este motivo, la autorización del vertido de aguas residuales procedentes de Soria se encuentra en proceso de revisión», aclaran desde la CHD.

Así las cosas, la entidad puntualiza que la CHD realiza un control rutinario del vertido procedente de la EDAR de Soria (uno de los aproximadamente 6.000 vertidos inventariados en toda la cuenca del Duero), dentro de su plan de inspección. Este control se ejecuta a través de la toma de muestras y análisis contaminantes en el Laboratorio de Aguas del organismo. 

«En caso de verificarse desviaciones significativas en los límites de emisión autorizados, se procede a la apertura de expedientes sancionadores en base a la normativa vigente y al envío de requerimientos al titular para que ponga en marcha las medidas oportunas», matizan las mismas fuentes. 

histórico. La situación en el Alto Duero se puede incluir entre aquellos sistemas que se encuentran «lejos de agotar» la dotación establecida y la previsión es que se extienda la campaña de riego hasta final de este mes, reiteran desde la CHD. En este caso, se encuentra la mitad de los sistemas de cuenca: Esla-Valderaduey, Arlazón, Riaza, Adaja y Tormes. Sin embargo, existen casos particulares que han concluido la campaña o lo harán con antelación por agotamiento de la dotación.

Respecto al embalse soriano de la Cuerda del Pozo, en comparación con los datos del presente siglo, cabe hacer hincapié en que se encuentra en la actualidad (87 hm3) con un volumen superior al de los dos últimos años secos (en 2017, 71,7 hm3; y 2012, 77,9 hm3) y «muy superior» a los valores que presentaba el pantano en los años 2005 y 2006, 52,6 hm3 y 62 hm3, respectivamente.

Por el contrario, dos de los años en los que el embalse se encontraba con mayor volumen en estas fechas se corresponden con aquellos que siguieron a esos años de sequía. En la primera quincena de septiembre de 2013 y 2018, La Cuerda del Pozo almacenaba más de 165 hm3, es decir, prácticamente el doble que en la actualidad.

«No deja de ser cierto que hoy el embalse se sitúa lejos de los valores medios almacenados en los diez últimos años o el pasado año, los cuales se sitúan en torno a 140 hm3», apostillan en la CHD.

al menos, seis meses. El Plan de la Sequía establece como reserva mínima en el pantano soriano el valor de 30 hm3 a 30 de septiembre. Dicho volumen permite asegurar las demandas de abastecimiento durante más de seis meses, en caso de que la sequía se mantuviera en el tiempo durante este otoño-invierno.

De esta forma, significan en el organismo de cuenca, en el alto Duero, a pesar del bajo nivel, se puede concluir que «un año normal» en cuanto a precipitaciones garantizaría la campaña de riego de 2023. «Sin embargo, no se puede establecer un umbral de precipitación concreto, puesto que la cuenca vertiente al embalse de la Cuerda del Pozo presenta grandes diferencias según el punto de control pluviométrico que se tome. Las lluvias de este año se han situado en valores de entre un 50% y un 60% de las precipitaciones de un año medio», abundan.

proyectos. Asimismo, la CHD sostiene que la situación coyuntural de sequía es independiente de los proyectos de modernización de regadío, que conllevan la ejecución de infraestructuras pensadas a largo plazo. «Bien al contrario, estos proyectos deben garantizar un uso más eficiente del agua, algo que está en sintonía con la mejor gestión del agua que desde todos los ámbitos se está promoviendo de cara a afrontar la menor disponibilidad de agua que se prevé por el cambio climático», concluye.