Orillares, el pueblo en el que es fácil ver doble

S.Ledesma
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Alrededor del 30% de su población es gemelar, joven y con un gran arraigo a la localidad Seis de ellos se consideran «como hermanos» por haberse criado juntos y mantener su amistad

Orillares, el pueblo en el que es fácil ver doble

Pasear por Orillares y ver doble es algo frecuente y no porque haya problemas de visión. La localidad cuenta con cuatro pares de gemelos. Sí, ha leído bien. Son los que se reflejan en la foto, de izquierda a derecha: Carolina y Virginia Fernández Benito, nacidas en 1993; Álex y Cristian Ortega Ortega, del año 2000, con sus sobrinos en brazos, Liam y Nel López Ortega (retoños de este mismo año), y Jimmy y Jhony Dueñas Reategui, nacidos en 1995. «Los seis nos hemos criado juntos desde pequeños y somos como hermanos: estamos pendientes los unos de los otros, salimos juntos hasta para almorzar y quedamos para comer o cenar siempre que podemos juntarnos, da igual que sea martes o domingo, que llueva o que nieve porque nos tenemos que ver», explica Jimmy, quien no obvia que esta relación fraternal incluye «reñirnos y enfadarnos, pero a los diez minutos estamos como siempre». 

 Genética o el agua de la fuente Vallejo Becerril, como se suele decir. El caso es que no se conocen tantos antecedentes de partos gemelares o múltiples en la localidad en décadas anteriores al nacimiento de estos grandes amigos. Sobre todo porque es un pueblo en el que hay censados «28 vecinos que vivimos todo el año». Jimmy y Jhony tienen padre de Orillares y madre peruana, y poseen una cantera en el pueblo y una empresa de movimientos de tierra, donde trabajan; Álex y Cristian son mellizos y trabajan en una serrería en Espejón, aunque también ayudan a sus padres con la ganadería familiar; su hermana Vanesa es quien ha dado a luz este año a los pequeños Liam y Nel; Carolina y Virginia, cuya madre es de Orillares, viven en Burgos, aunque van casi todos los fines de semana a pasarlos en la localidad. 

Estar asentados en Orillares o frecuentarlo a menudo hace que la relación entre ellos sea duradera. «Nos gusta estar juntos y, si alguna vez quedamos unos y otros no, nos llamamos para poder vernos; siempre estamos en contacto cuando alguien tiene un examen o está de viaje porque somos como hermanos», insiste Jimmy. En alguna ocasión han ido «vestidos igual» a algún pueblo de la zona para ver la reacción de la gente, «como una broma» y la sorpresa no se hace esperar:«Les llama la atención». Ahora, quien visite Orillares va sobre aviso para no pensar que ve doble. 

ARCHIVADO EN: Genética, Ganadería, Burgos