La pandemia contiene el éxodo rural en Soria

N.Z.
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Un tercio de pueblos logra ganar padrón. Otros 27 municipios mantienen su censo en 2021. Soria pierde el proyecto Arraigo por «falta de interés y apoyo» mientras esta iniciativa de repoblación crece en otras zonas

La pandemia contiene el éxodo rural en Soria

Soria no logra frenar su hemorragia demográfica pero los últimos datos oficiales del padrón municipal (relativos a 1 de enero de 2021) revelan que, al menos en el primer año de la pandemia, la mitad de los pueblos de Soria ha conseguido retener el drama de la despoblación. 

En concreto, 66 municipios ganaron población en 2021 respecto de 2020 y otros 27 consiguieron mantener sus censos. Es el dato positivo de la última revisión del padrón publicada por el Instituto Nacional de Estadística y declarada oficial por el Gobierno mediante Real Decreto el pasado 30 de noviembre de 2021 (publicada en el BOE el 23 de diciembre de 2021). 

En la contra, la estadística oficial revela que la otra mitad de los municipios de Soria, 90 en total, no lograron contener el proceso de pérdida de población que sufre la provincia desde hace ya décadas. 

Es la cara y la cruz de una lucha en la que Soria lleva enfrascada tiempo y que la pandemia podría ayudar a combatir. Porque tras ya casi dos años de teletrabajo, de restricciones a la movilidad, e incluso de confinamientos, hay quien confía en que la pandemia impulse un éxodo a la inversa, un cambio de vida hacia lo rural, atraído por una vida más saludable y sostenible con el medio ambiente. 

¿Vuelta a lo rural?GANAN LOS PEQUEÑOS

Es pronto para calibrar las consecuencias y extraer conclusiones definitivas porque el fenómeno todavía está vivido, pero lo cierto es que hay algunos movimientos demográficos que dan lugar a cierto optimismo. En Soria, y en España en general. 

Pese al descenso registrado en el total de la población española, con 106.000 habitantes menos en enero de 2021 respecto al arranque de 2020, el padrón de los municipios de hasta 10.000 vecinos logró subir un 0,6%. 

En Soria, esta tendencia es más contenida porque, de inicio, el perfil de los pueblos difiere sustancialmente y, de los 183 municipios de la provincia, tan solo la capital supera los 10.000 habitantes. Se imponen los pueblos pequeños y, de hecho, el 64,5% tienen menos de cien habitantes. 

Precisamente por esta casuística, pensar en una repoblación masiva en Soria es una utopía pero, no obstante, hay datos que dan cierto aliento al medio rural. Porque la población en general cayó en Soria en 137 personas en el primer año de la pandemia según los datos del INE pero, por primera vez en décadas, los pueblos aguantaron el tirón mejor que la ciudad. La capital perdió exactamente 126 habitantes y los pueblos once, datos que se alejan de épocas pasadas. Analizando el dato con perspectiva, se observa que 2021 presentó un mejor comportamiento y el éxodo rural se contuvo más: en las últimas dos décadas la ciudad ha ganado 5.055 habitantes y los pueblos  han perdido más de 7.600;en 2020, los pueblos que ganaron población no llegaron al medio centenar;y en la última década solo siete pueblos han logrado mejorar su censo (y la mayoría de ellos, además, son del alfoz), por lo que los 66 del último ejercicio son un balón de oxígeno ante el eterno reto de la Soria vaciada.

EFECTO PANDEMIA...PERO NO SOLO

Es evidente que la pandemia puede estar detrás de este viraje hacia lo rural pero no se puede ignorar que estamos lejos de conseguir los resultados deseados para poder hablar de un cambio de tendencia. Porque, de hecho, Soria y sus pueblos siguen perdiendo población. 

Además, hay que reconocer que detrás de los datos hay mucho más que pandemia y, con mayor o menor éxito, en los últimos años se han sucedido políticas frente a la despoblación, planes especiales, inversiones... y, sobre todo, el esfuerzo particular de cada pueblo para combatir su mayor problema, la pérdida de habitantes. 

Los alcaldes consultados por El Día de Soria coinciden en las dificultades de revertir una tendencia que lleva instalada años y, aunque algunos reconocen que con la pandemia se ha observado un mayor interés por la vida rural, comparten también que la clave está en ofrecer trabajo, vivienda y servicios. Porque, justifican, querer vivir en un pueblo no es suficiente y, más allá del interés, se necesitan recursos e infraestructuras.  

Arraigo, un proyecto de soria QUE CRECE FUERA

Tampoco los proyectos de repoblación presentados en los últimos años han sido la herramienta definitiva para revertir la situación. Abraza la Tierra, HolaPueblo, Nuevos Senderos, Comarkup... se han ido sucediendo  y, en el mejor de los casos, han conseguido una atracción simbólica de nuevos residentes, pero lejos de los resultados esperados. Y deseados.

Además, en este tiempo Soria ha perdido uno de sus proyectos de referencia en la lucha contra la despoblación, el proyecto Arraigo. La iniciativa que arrancó en 2017 en Tierras Altas con el objetivo de dar vida a los pueblos a través de una repoblación sostenible crece fuera de la provincia mientras en Soria está en 'stand by'.

«En Soria mantenemos una mínima estructura gracias al convenio con Caja Rural (de 2.000 euros) y damos soporte a las familias que llegaron en su día (se empadronaron 107 personas en pueblos de Soria hasta 2019 a través de Arraigo); pero el proyecto ahora donde crece es fuera y estamos ya en Palencia, Zamora, Cuenca, Madrid, Jaén, Zaragoza, Segovia y Burgos», explica el director de Arraigo, Enrique Martínez, quien reconoce que le hubiera gustado seguir creciendo en Soria pero «no fue posible» por «la falta de interés y de apoyo». Elude la polémica y evita buscar culpables pero reconoce que la falta de respaldo desde la Diputación fue clave para abandonar la provincia ya que, entre otras cosas, «no se cumplieron los acuerdos económicos» y el proyecto se vio asfixiado económicamente [apenas se pagó una tercera parte de lo comprometido]. «Estaríamos encantados de trabajar en Soria porque el proyecto nació allí y Soria tiene muchísimo potencial, pero la experiencia nos ha hecho aprender y hemos visto que tienen que ser los alcaldes los que nos llamen cuando haya un interés real, porque lo que tenemos claro es que el compromiso de los alcaldes y los pueblos es básico», concreta.

La experiencia les ha hecho cambiar su modelo de trabajo y ahora cobran por los «servicios profesionales» que ofrecen, que se centran en tres fases: diagnóstico, diseño de estrategia e implementación. Trabajan con diferentes modelos de financiación, de modo que pueden ser contratados directamente por los ayuntamientos, o bien a través de convenios con la Diputación y los pueblos interesados, o bien a través de convenios con grandes empresas y pueblos. Sea el modelo que sea, siempre se ofrece un servicio de acompañamiento y asesoramiento a personas y emprendedores que buscan un cambio en el medio rural y, por otro, a ayuntamientos y otras entidades rurales en su estrategia de desarrollo atrayendo a nuevos pobladores y apoyando el bienestar de su pueblo o comarca. 

Estrategia de repoblación INTEGRAL PARA SORIA

Martínez reconoce que los «buenos resultados» de Arraigo en los territorios donde se ha implantado han sido el impulso que ha hecho crecer el proyecto «de forma importante» en los últimos años y ahora son «quince en el equipo» y tienen 6.500 familias en la base de datos interesadas en vivir en el medio rural. Pero, apunta también, la pandemia ha marcado un cambio y la prueba es que «entre marzo y mayo de 2020 el número de entradas se triplicó y ahora unas 400 familias se apuntan mensualmente». 

«Lo que sobran son familias que quieran vivir en un pueblo pero lo que faltan son alcaldes que no se pongan de perfil a la hora de trabajar y que no hayan perdido la fe en la repoblación», considera el director de Arraigo. Y, en base a su experiencia, insiste en que«Soria tiene potencial» para atraer a nuevos pobladores pero «hay varias barreras». La primera, apunta, «que se ha perdido la fe en la repoblación y eso es un problema porque los alcaldes y los directivos no se fían y niegan todo». Pero, además, «hacen falta políticas de vivienda» ya que hoy en día la falta casas disponibles -y asequibles- en los pueblos y «es un handicap». Y, recalca también, cuando se habla de despoblación «no se puede pensar solo en los pueblos pequeños, todos requieren repoblar y por ello Soria necesita un proyecto de estrategia de repoblación integral», sentencia el experto en la materia.

Tras no llegar a un acuerdo con Arraigo, la Diputación de Soria, con el respaldo de Red Eléctrica y AlmaNatura, presentó en enero de 2020 el proyecto HolaPueblo con el objetivo de poner en contacto a emprendedores que quieren vivir en el medio rural con pueblos que quieren acogerlos. Desde su puesta en marcha en 2020, el programa ha apoyado a 70 personas emprendedoras y casi 2.000 personas se han interesado en mudarse a alguno de los 109 pueblos que participan en España en el proyecto (siete de Soria: Berlanga, Vinuesa, Langa de Duero, Medinaceli, Gómara y San Pedro Manrique). A pesar de los buenos resultados nacionales, lo cierto es que en Soria esta iniciativa ha tenido poco éxito, según reconocen algunos de los alcaldes que acordaron su participación en el mismo. Pero, si en algo coinciden todos los agentes implicados, es en que no hay estrategias únicas en este reto y que toca seguir luchándolo.