Castillejo de Robledo exhibe hasta el próximo 15 de agosto las coloridas obras que forman parte de la primera Balconada y realizadas por pintores de Almansa (Albacete), ya que llegaron a Soria a través de la iniciativa que propuso Ángeles de Lama Sanz. Toda su familia materna es de Castillejo y nunca han perdido el contacto, incluso han arreglado la casa familiar al estilo tradicional y en ella se juntan todos los hermanos. «Aunque no nací en el pueblo, mis raíces están aquí. Mi padre era de Maderuelo, también de la zona», apunta con emoción.

Dedicada a la enseñanza y ahora jubilada, trabajó durante mucho tiempo en Almansa, donde conoció esta original propuesta. «La idea surgió en la asociación de pintores de Biar, un pueblecito de Alicante que está cerca. Entre estos pueblos cercanos y limítrofes de provincias, como pasa con Castillejo, hay una relación muy especial y también en torno a la afición por la pintura», relata, así que por el contacto entre estos colectivos la Balconada se extendió pronto a Almansa y Ayora, de Valencia, entre otros pueblos. Cada año se pintan los lienzos según las bases establecidas y las obras van exhibiéndose de un lugar a otro. También se hace una exposición colectiva a principios de mayo y una muestra temática en febrero (bodegones, figura humana, paisaje urbano o rural...), así como unas jornadas pictóricas donde se invita a pintores profesionales para impartir clases magistrales o sobre temas de interés para los artistas. 

Ángeles, también aficionada a la pintura y de la asociación de Almansa, comenta que la mayoría son aficionados pero también hay profesionales, como Carlos Arques y Norberto Legidos. Cuando conoció la Balconada pensó que podría organizarse algo así en Castillejo y sus casitas de piedra. Y así ha sido este año, después de consultarlo con los vecinos y proponerlo al Ayuntamiento, que le respaldó sin duda.

variedad de pinturas. «En Castillejo puede verse de todo, porque en la Balconada el tema es libre», siempre sobre una tela que mide 1,60 x 1,60 metros y con acrílica (si llueve no es estropea). «El objetivo es engalanar los balcones y dar alegría. Normalmente son pinturas con muchísimo colorido y, en general, poco detalle, porque es para verlo de lejos», comenta. Hay figuras humanas, payaso, flores, paisajes, aves como flamencos (en los humedales de Almansa hay muchos y adornan el paisaje), fauna... 

«El paisaje de allí, como el de Castillejo, es muy bonito y variado, con mucha luz, y se presta mucho a pintarse», añade Ángeles destacando las cosas comunes de las dos zonas, como el monte, los enebros, la afición a la caza y la apicultura (en Ayora hay una cooperativa que recoge miel en Soria). A ella, como aficionada, le encanta pintar el paisaje de Castillejo de Robledo y en casa tiene cuadros de las vistas desde los páramos, como la sierra de Ayllón, y aperos de labranza a la puerta de la casa. «A partir de ahora, con más tiempo, pintará más cosas del pueblo porque en sí es una obra de arte natural, al estar rodeado de peñascos con vegetación», apunta.

La idea que Ángeles ha propuesto -«desde luego, voy a moverme lo que pueda»- es que esta iniciativa se mantenga «como algo que podamos hacer cada año y colaborando todo el mundo». «Allí está planteado como algo que realizan los pintores individualmente, pero a mí me gustaría que aquí participara todo el pueblo, a su nivel cada uno. Aquí también hay personas aficionadas, que vienen a menudo o tienen casa aunque vivan en otros sitios», pero a Ángeles le gustaría que se implicara, sobre todo, la gente mayor que vive en el pueblo y pertenece a la asociación. «En los talleres de actividades también podrían dedicarlos a estas pinturas, aunque no hayan pintado nunca ni sepan hacerlo, se pueden hacer equipos para dibujar, rellenar y perfeccionar la tarea. No hay que hacerlos de manera individual, también se puede plantear como una labor común de unos pocos», ya que considera que sería «gratificante» porque la pintura en sí lo es para todo el mundo, pero a la gente mayor «le aporta optimismo y le anima».

Castillejo «tiene muchísimos balcones» y en todas las casas querían tener uno, pero se decidió concentrarlos en el centro. Agradece que cada pintor haya tenido la gentileza de dejárnoslos y alguno ha enviado dos o tres». El presidente de la Diputación de Soria, Benito Serrano, asistió a la inauguración el pasado fin de semana. «Le gustó mucho la idea y el encanto que da al pueblo el tener colgadas en los balcones esa alegría de pinturas. Está muy bonito», insiste Ángeles destacando el apoyo de la corporación municipal e invitando a visitar el pueblo.