El Otoño Musical Soriano ha cambiado hoy de escenario. El Monte Valonsadero y sus pinturas rupestres han sido el espacio elegido para convertir la música en toda una experiencia sensorial. Un concierto de percusión que, además de obras de otros compositores, ha contado con la presencia de Andrés Martín. Un músico soriano que se ha inspirado en cinco pinturas rupestres para la composición. Un evento al que han asistido 200 personas y que consistía en tres paradas por el Monte, acompañados de los músicos, para conseguir ese simbolismo musical. Esta ruta se completaba con un almuerzo a base de torreznos sorianos, algo muy bien acogido entre los asistentes. El director del Festival, José Manuel Aceña afirmaba que "no existe mejor escenario que tocar al abrigo del Monte Valonsadero y sus pinturas".