En 2010 se inició la emisión de The walking dead. Sin lugar a dudas, y tras 11 temporadas, podemos afirmar que es una de las mejores series de AMC y de la historia. Aunque como toda ficción tan longeva, ha tenido altibajos en esta historia, cuyos protagonistas, los zombis, la convirtieron en todo un fenómeno de masas. El desenlace de la serie, como suele ocurrir en productos tan referenciales, no ha estado exento de cierta polémica. Este aspecto no es nada novedoso. Lo que está fuera de duda es que con el final de la trama nos abandonó una de las grandes.
The walking dead se basa en una de las series de cómics más exitosas de la historia reciente del mundo de la novela gráfica, Los muertos vivientes. Su creador, Robert Kirkman, gracias al éxito de esta propuesta televisiva, se ha convertido en un rey midas del mundillo de la viñeta.
Si bien hay notables diferencias entre el tebeo y su versión televisiva, personajes como Negan, Michone o Rick Grames han sido adaptados de forma magistral tanto en la viñeta como en la pequeña pantalla. Ambas obras son notables, pero en mi opinión, el final del cómic está mucho mejor resuelto que el de la famosa ficción televisiva. En la actualidad la publicación de esta genial novela gráfica viene de la mano de ECC. Si os ha gustado la serie no os defraudará su versión ilustrada.
The walking dead, que es una serie superlativa (de hecho, la ofrecen íntegra Netflix, Disney + y HBO), posee virtudes y defectos que, a pesar de ello, se ha convertido en una referencia, tanto en el auge del subgénero de los zombis, como en de la de las producciones de streaming, al nivel de fenómenos como Juego de Tronos y lograr competir con la todopoderosa HBO, algo que no es poca cosa.
Uno de los aciertos es el sentir que los protagonistas de la historia no son intocables, así como el casting, con actores como Andrew Lincoln, Jeffrey Dean Morgan o Norman Reedus por citar algunos, que han realizado unas recreaciones excelentes de sus personajes. Muchos de los personajes que jalonan esta ficción son tremendamente carismáticos, como los ya citados Rick Grames, Negan, Michone, Daryl o Maggie.
Otro de los puntos fuertes de The walking dead es su historia. En ella somos testigos del derrumbe de la sociedad humana, y como de sus cenizas, el ser humano intenta sobrevivir construyendo sociedades con todos los defectos y virtudes de nuestra especie. En este mundo donde los zombis son los dominantes, encontramos la dicotomía de que los supervivientes son los verdaderos muertos vivientes. Este es el punto central de esta magnífica serie de televisión y del cómic en que se ha basado.
Con todo esto y a pesar que el final igual no ha satisfecho a todo el mundo, creemos que esta ficción ha entrado en el olimpo de las grandes series de televisión, por méritos propios y se ha convertido en una de las grandes, que tendrá con total seguridad sus spinoff en un futuro muy cercano. Porque historias con este nivel de popularidad rara vez quedan sin ser retomadas por las productoras para seguir explotando el filón: Negan y Maggie, Rick, Daryl...