La Junta de Castilla y León va a proponer la inclusión de la Laguna de Cintalaranza, en la zona de Alconaba, en la ampliación del Catálogo Regional de Zonas Húmedas de Interés Especial. El humedal soriano será uno de los 70 de toda la región que pasarían a ser incluidos en esta catalogación susceptible de ampliarse con estudios que se encuentran en marcha por parte del Gobierno regional y entre los que también figuran las lagunas de Boada y Pedraza de Campos, en Palencia; la laguna de El Espadañal, en Segovia; las Lagunas de Atapuerca, en Burgos; las Lagunas de Mayalde, en Zamora; El Raso de Portillo, en Valladolid; la Vega de Liordes, en León.
Tras el análisis de la información recogida, y tal y como establece la Ley del Patrimonio Natural de Castilla y León se ha avanzado en la elaboración de un plan de actuaciones para las zonas húmedas de interés especial de la Comunidad Autónoma, donde se establecen las medidas de gestión y protección necesarias para asegurar la adecuada conservación de estos humedales.
Dentro del elenco de 297 humedales, se han seleccionado hasta 98 de carácter prioritario sobre la base de su estado ecológico, sus necesidades de conservación, y la viabilidad técnica y financiera de los proyectos de restauración.
Los humedales representan un ecosistema de transición entre el medio acuático y el medio terrestre, hecho que les confiere una serie de características determinadas, y los convierte en los enclaves idóneos para la proliferación de especies de flora y fauna muy concretas.
Actúan como reservorio de especies de plantas muy amenazadas como la 'Drosera longifolia', una pequeña planta carnívora que habita zonas turbosas de las lagunas glaciares de Neila, en la sierra de la Demanda burgalesa, o el 'Luronium natans', una planta acuática muy escasa que vive en charcas y lagunas esteparias de los páramos del norte de la provincia de Palencia y en humedales de montaña de la provincia de León, ambas incluidas en el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León.
Por otro lado, es ampliamente conocido el importante papel de las zonas húmedas como lugares de descanso y reproducción de especies de aves singulares, como el avetoro común ('Botaurus stellaris'), especie de garza declarado en peligro de extinción por el Catálogo Español de Especies Amenazadas, que se reproduce en algunas lagunas del sur de la provincia de León, o el carricerín cejudo ('Acrocephalus paludicola'), pequeño paseriforme muy amenazado, que utiliza los pastizales encharcados de los humedales de la región como zona de parada y alimentación en sus largas migraciones desde el centro de Europa hasta el oeste de África.
Dentro de los 297 humedales incluidos en el catálogo autonómico que abarcan actualmente una superficie de 11.763,43 hectáreas de diferente tipología se encuentran las lagunas esteparias de Villafáfila, en la provincia de Zamora, o la laguna de La Nava, en la provincia de Palencia, aunque también otras otras menos conocidas pero de gran importancia biológica, al albergar hábitats de interés comunitario, como las lagunas temporales de Borobia o, ya en otras provincias, la de El Bodón Blanco, en la provincia de Valladolid y la Laguna de Caballo Alba (Segovia).
Igualmente forman parte de este catálogo una gran variedad de lagunas y tuberas de los sistemas montañosos de la Comunidad, como las lagunas glaciares de Neila, en Burgos, o las Turberas de Xan de Llamas, en León, y Hoyamoros, en Salamanca, así como tramos fluviales y embalses de interés biológico tan relevantes para especies de flora y fauna como el embalse de Monteagudo de las Vicarías, en Soria, o el embalse de San José, en Valladolid.