"'Volver a Carranque' intenta explicar un enigma histórico"

Javier M. Faya (SPC)
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Quién sabe si en futuras novelas de este madridista habrá cierta inspiración en las gestas heroicas de la temporada pasada en la Champions de los de Ancelotti, que llegaron al mismísimo Olimpo

"‘Volver a Carranque’ intenta explicar un enigma histórico" - Foto: JUAN LAZARO

Tres años tardó Bernabé Mohedano en escribir Volver a Carranque: el regreso de Materno Cinegio a su villa de Hispania (La esfera de los libros), una novela histórica ambientada en el siglo IV que relata la historia de la mano derecha del emperador Teodosio I el Grande, que murió cuando iba a ser elevado a cónsul de Oriente, cumpliendo así su deseo de volver a Carranque .

¿Qué secretos esconde Carranque?

El pueblo alberga una de las villas romanas mejor conservadas de España, una joya arqueológica muy especial por su colección de mosaicos representado temas mitológicos y la variedad de sus mármoles, la colección más amplia en una villa fuera de Italia. El libro busca contar la vida de los presuntos dueños de esta maravillosa villa: Materno Cinegio y Achantia. También trata de explicar un enigma histórico no resuelto: ¿qué llevó a Achantia a exhumar el cadáver de su marido un año después de su muerte y traerlo a pie, en procesión, más de 3.500 kilómetros, hasta Carranque desde la Iglesia de los Santos Apóstoles en Constantinopla?

Hablamos de Cinegio, la mano derecha de Teodosio. Las intrigas estarían a la orden del día, supongo. ¿Hay mucho de Juego de tronos?

¡Lo que se queda en nada es Juego de tronos comparado con este período histórico! En el libro sitúo a Cinegio primero como compañero de Teodosio padre, general jefe del ejército de Occidente muerto en extrañas circunstancias tras pacificar Britania y África, y más tarde como inseparable compañero de Teodosio hijo, desde que gobierna la Moesia hasta convertirse en único emperador de Roma derrotando a Máximo, otro Emperador hispano. En su subida al trono juega un papel fundamental la Iglesia, con Dámaso, otro hispano, al frente de la de Roma, y también su relación y pactos con las tribus bárbaras (visigodos, ostrogodos, sármatas, cuados, etcétera) que empujaban la frontera romana huyendo de los hunos... con estos ingredientes, intrigas, negociaciones y traiciones le aseguro que no faltan.

Gracias a la Historia podemos evitar volver a cometer errores. Igual usted, que es experto en Economía, podría decir algo ahora que estamos asustados con lo que viene. 

No me atrevo a vaticinar nada, pero a nadie va a venirle mal refugiarse en un buen libro. Pocas aficiones nos aportan más con menos.

Volviendo a Carranque, y nunca mejor dicho, ¿cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia? 

Espero que no, pero es muy difícil asegurarlo. Mi obsesión es que la historia resulte verosímil y tener el mayor rigor posible en cada una de las situaciones que cuento ya sean costumbristas o históricas. Para tratar de que así sea he empleado tres años en Volver a Carranque y recurrido a cantidad de fuentes históricas y bibliografía. También tengo la suerte de contar con el respaldo de La esfera de los libros, que me ha ayudado en la revisión. Pero la historia transcurre durante el siglo IV, así que es muy difícil saber qué pudo pasar en realidad. Si reputados historiadores difieren sobre lo que ha pasado en este mismo siglo con la cantidad de información con la que ahora contamos, imaginemos acertar con lo que pasó hace 1.700 años.     

Un referente en la novela histórica.  

Posteguillo, Reverte... Y con permiso de Espronceda, soy un admirador absoluto de Benito Pérez Galdós y sus inmensos Episodios nacionales. 

¿Por qué no se dedicó a la Historia?  

Probablemente, si ahora rebobinase, sí me inclinaría por Historia o Literatura, pero con 18 años dudé entre mil cosas, también periodismo, y acabé dirigiéndome hacia el mundo de la comunicación, la publicidad y el marketing. No negaré que mis padres lo veían con mejores ojos, y eso que mi madre era profesora de Historia en un colegio de Madrid.