No han pasado ni dos semanas de la histórica cita electoral, pero entre la crisis del PP o la invasión rusa de Ucrania, casi nos hemos olvidado que hay un parlamento por constituir, un presidente por investir y un gobierno autonómico por conformar. Aunque parece que hay sintonía de Alfonso Fernández Mañueco con Vox, el candidato electo se reúne este sábado con Soria Ya. La agrupación de electores daba la campanada y obtuvo 3 de los 5 procuradores de la provincia, siendo la fuerza política más votada el 13F. Fue una jornada apasionante desde el punto de vista informativo, que tuve el honor de cubrir para Castilla y León Televisión. Aún recuerdo algunos de los vítores que corearon los simpatizantes más acérrimos que se acercaron hasta el número 17 de la calle Mayor: 'Toño, calienta, que has salido', gritaron algunos en referencia al tercer procurador logrado. O 'Sí, sí, sí, Soria Ya está aquí', que entonaron otros bajo la fina lluvia de aquella noche.
Sin embargo, la aritmética parlamentaria no era favorable a la lista encabezada por Ángel Ceña y sus tres síes o noes no van a ser decisivos en el arranque de la nueva legislatura. Era un riesgo que había que correr. Ahora queda por ver si serán o no irrelevantes. Mañueco ya ha advertido que no va a ceder a «chantajes de apoyos por privilegios de unas provincias sobre otras», aludiendo a que la cohesión territorial «no es negociable». Sin embargo, el candidato popular se equivoca al utilizar el término privilegios porque lo que se va a exigir desde la provincia más despoblada –y desconectada me atrevería a añadir- de toda España, no son sino demandas históricas  que en su mayor parte incluían tanto PP como PSOE en sus programas electorales. Soria no es ni Cataluña ni País Vasco, así que a Mañueco le toca cumplir con la palabra dada, seguir siendo el presidente que más veces ha visitado la provincia y ojalá se convierta también en el que más inversiones haya traído.