Crece la demanda de información para acogimiento de menores

Fernando Orte
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El programa que gestiona Cruz Roja cuenta con 5 familias en Soria y provincia, que tienen a otros 5 menores en acogida temporal o permanente

Crece la demanda de información para acogimiento de menores

La pandemia ha disparado la demanda de información de familias interesadas en el programa de acogimiento de menores tutelados, que gestiona Cruz Roja. Un acto solidario, que no tiene nada que ver con la adopción. Sólo en Soria y provincia hay 5 menores en esta situación. Son niños y niñas de diferentes edades, tutelados por la Junta de Castilla y León que se encuentran acogidos en el seno de 5 familias. Se trata de acogimientos temporales o permanentes, que buscan darles un entorno estable y las mismas oportunidades pero alejados de sus familias biológicas.

Una de esas familias es la de Anabel Blázquez, que tiene a su cargo a un niño de 11 años desde hace 3. Inicialmente fue voluntaria de acompañamiento de menores tutelados en un centro, pero después decidió dar el paso de convertirse en madre de acogida, apoyada por su familia. "Con darles cariño, confianza, ellos ya lo agradecen. Mi experiencia es muy positiva", relata.

El programa requiere unos meses de formación y comprende acogimientos temporales o permanentes. Además, está abierto a todo tipo de familias: "monoparentales, biparentales, de parejas homosexuales o heterosexuales, lo principal es esa predisposición para ayudar a los niños y niñas", explica Laura Lázaro, responsable del programa en Cruz Roja Soria.

Las necesidades no han variado en plena pandemia pero sí se ha notado un aumento del interés por recibir información del programa que gestiona Cruz Roja. Lázaro cree que se debe al "hecho de que la gente pueda pensar que no es necesario que haya una situación tan excepcional como ésta para que alguien necesite la ayuda de otra persona". "Poder darle a esos niños la oportunidad de vivir en una familia y contexto normalizado", añade.

El principal requisito es la estabilidad familiar, emocional y económica, y sobre todo, tener claro que se trata de un acto solidario y que lo importante son los menores.