Las jornadas del pundonor

Diego Izco (SPC)
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Apenas quedan fuerzas y el fútbol es secundario: juegan las sensaciones y ganan, salvo sorpresa, los que se juegan algo. El derbi madrileño, fiel reflejo de las agonías de unos y el estado físico de otros

El derbi madrileño, fiel reflejo de las agonías de unos y el estado físico de otros - Foto: AFP7 vía Europa Press

Incluso sin jugase nada, en un partido mediocre porque ya era campeón y quería preservarse de lesiones ante el 28M, el Real Madrid terminó acorralando al Atlético. Está fuerte y casi empata por su inercia ganadora y porque termina los duelos por encima del rival... pero durante 70 minutos se había dejado llevar ante un contrario  de garra y pasión, donde Carrasco ponía la magia hasta que le tocó ponerla a Oblak. El derbi, encuentro más interesante de la jornada (fue un duelo bonito a pesar de las estrecheces del marcador), fue el reflejo de que el Madrid te puede ganar con muy poquito (así se ha proclamado campeón) y el  cuadro de Simeone sufre horrores para hacer un gol. El 1-0 del Metropolitano, salvo caída en barrena de Sevilla o Atléti, deja liquidada la lucha por la Champions. 

Emociones

Quien se juega algo, como pasó en Madrid, suele llevarse el gato al agua. El fútbol, en cierta forma, se convierte en algo casi secundario. Se trata de llevar el balón hasta las redes, claro, pero los conceptos y las tácticas y los dibujos en la pizarra y todo lo aprendido hasta la fecha no vale: hay que ganar como sea. Un 'COMO SEA' en mayúsculas en el que tipos como Jorge Molina (Granada, 40 años) llevan la bandera de un 2-6 logrado en casa de un rival directo como el Mallorca, equipos como el Cádiz pueden hacer tres goles (y no encajar ninguno) en el mismo compromiso y bloques como el del Levante se aferran a un milagro haciéndole un 2-1 a la Real Sociedad. Si fuese 'solo fútbol', nada de esto sucedería. 

Con estrella

Ansu Fati saltó al campo, contamos 75 segundos y marcó de nuevo. Es uno de esos jugadores cuya relación con el gol es una joya que hay que cuidar: no le dieron el dorsal de Messi por casualidad o por la cosa nostálgica de llenar un hueco con un ídolo de la cantera, sino porque está demostrando que es un jugador con estrella. Si las lesiones le respetan un poco más, el mejor fichaje del Barça que viene.