Carlos Lafuente

Carlos Lafuente

Trabajador de la Función Pública


Noticias interesadas

22/11/2020

Con la instalación en nuestras vidas de internet y sus redes sociales proliferaron las llamadas fake news o noticias falsas disfrazadas de verdad. Y esta técnica de intoxicación de la opinión pública tiene su explicación, no se hace por equivocación. Hasta el punto que hay gobiernos que denuncian a otros gobiernos de injerencias en elecciones y procesos propios mediante estas técnicas y otras más desarrolladas y complicadas. Y deben producir sus efectos cuando arriesgando su reputación y alguna riña diplomática algunos ejecutivos de países punteros lo siguen haciendo. Tan es así que nuestro Gobierno quiere regular ya no las buenas informaciones, sino las otras, esas, las malas con la creación de un nuevo órgano oficial. El nombre de este nuevo órgano es comisión permanente contra la desinformación, aunque mediáticamente ha sido bautizado como ‘Ministerio de la Verdad’. Al frente se encuentran dos altos cargos de La Moncloa: el jefe de gabinete del presidente y el secretario de Estado de Comunicación. Aunque considero necesario que existan filtros para poder discernir las noticias veraces de las falsas, habría que saber cuáles van a ser esos filtros que usará el Gobierno para protegerse y protegernos. Y hablando de esto último, ¿quién nos protege a nosotros de nuestro Gobierno? A veces a los ciudadanos nos dan las noticias mediante una multa como las que se impusieron en el estado de alarma con más o menos razón. ¿Y si luego resulta que las multas eran «falsas» como ha ocurrido con éstas porque lo ha dicho el juez? ¿Van a devolver el dinero de oficio? Deberían preocuparse también de las fake multas y ponerl remedio.
Por último, y este es una llamamiento a los periodistas, entiendo que hay que rellenar muchas páginas y dar noticias en la redes a toda velocidad. Pero no entiendan mal su ocupación, la carrera es para ver qué medio informa más y mejor. No todo vale. También hay noticias falsas interesadas y sobre estas últimas era mejor ejercer la autorregulación.