El Área de Ictus del hospital urge una segunda UVI móvil

A.I.P.
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Los neurólogos que atienden la unidad reclaman esta dotación para garantizar los tiempos de traslado a Burgos para los pacientes que necesitan ser derivados

El Área de Ictus del hospital urge una segunda UVI móvil - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

El Área de Ictus del hospital Santa Bárbara de Soria ya está en funcionamiento. La incorporación en breve de personal de Enfermería específico para atender las cuatro camas de esta unidad específica del Servicio de Neurología ubicada en la sexta planta del centro hospitalario (Medicina Interna), a lo que hay que sumar a un tercer neurólogo a primeros de octubre, permitirá que este proyecto, que ya tuvo que ser aparcado como consecuencia de la pandemia del coronavirus, sea una realidad medio año después de su presentación. En cualquier caso, el coordinador del servicio, el doctor Francisco Javier Rodríguez, y la neuróloga Catalina Jiménez, coinciden en que la atención a los pacientes que sufren un accidente cerebro vascular agudo (isquémicos, hemorrágicos o transitorios) urge una segunda Unidad Móvil de Emergencias (ambulancia UVI), ya que al disponer de un solo vehículo de este tipo no siempre se garantiza el traslado en el tiempo adecuado de aquellos pacientes agudos que requieren ser intervenidos en el Hospital Universitario de Burgos, como lo son los enfermos susceptibles de tratamiento endovascular para ictus o que necesitan intervenciones de descompresión cerebral o tratar un ictus hemorrágico. Hay que recordar que el Hospital Santa Bárbara no dispone de servicio de neurocirugía y tampoco de radiología intervencionista para patología cardiovascular del cerebro. 

«Estamos haciendo todo esto, pero tenemos problemas muy serios. El que más es el de los traslados urgentes al hospital de Burgos. Trabajamos directamente con la UCI, pero hay algunos pacientes que tienen que ir a Burgos porque necesitan un cateterismo, una cirugía urgente… y Soria solo cuenta con una UVI móvil para toda la patología del hospital. Si tienes un infarto y un ictus en el mismo momento, tienes que esperar a que vuelva la UVI de Soria o buscar otra en Castilla y León. Y el ictus es una patología tiempo-dependiente, podemos llegar tarde. Así que uno de los intereses de todos los que trabajamos en ictus en este hospital (Urgencias, Medicina Interna, Radiología, UCI y Neurología) pasa por que se entienda que necesitamos una segunda UVI móvil, es fundamental», reivindica el coordinador del área. 

Así las cosas, el modelo que se ha implantado en el Área de Ictus se sustenta en la atención integral e individualizada a las personas que padecen un accidente cerebrovascular. Como se indicaba con anterioridad, comenzó a funcionar en verano, aunque «con todas las limitaciones del periodo vacacional» y por el hecho de que el servicio se quedó con solo dos neurólogos. Y tampoco había profesionales para contratar en la bolsa de enfermería. «El verano fue brutal», admite el neurólogo, debido al propio incremento de la presión asistencial que se produce en Soria durante el periodo estival. 

El espacio físico [cuatro camas, distribuidas en dos habitaciones] está habilitado desde hace meses, también «casi» la totalidad de los equipos, así como la enfermería de la unidad se incorporará a medidos de noviembre, solo para el Área de Ictus. Cuando así sea, se podrá decir que estará en «un nivel de funcionamiento total». El equipamiento de estas habitaciones (monitorización no invasiva y continua con aparato 'doppler', botas de comprensión neumática para evitar trombosis en los pacientes que están inmovilizados mucho tiempo, índice tobillo-brazo para realizar medición arterial y periférica, etcétera) es fundamental. Pero lo es más el personal especializado. Por ello, la doctora Jiménez puntualiza que lo adecuado sería contar con una enfermera en exclusiva en cada turno para esta unidad. Aunque, por el momento, parece que no será así.  

«Ahora intentamos adaptar el proyecto a la realidad del personal que hay, así que desde mediados de noviembre habrá una enfermera en horario de mañana solo con los pacientes de la unidad: medición de las escalas, procurar que las pruebas se hagan con celeridad, vigilancia continua a estos pacientes… y luego ya en horarios de tarde y noche se ocuparán las enfermeras de planta. Esto será así en una primera fase. Más adelante, en función de los resultados y de las necesidades, lo ideal para esta estructura es una enfermera solo para esos pacientes por turno […] A finales de junio hicimos un taller de formación para enfermería ya que es un proceso nuevo para el personal del hospital de Soria», relata el coordinador del área. 

Más casos por la covid. Aun así, a pesar de todos los condicionantes, a partir del verano el Área de Ictus ha tratado a más de treinta pacientes y esta misma semana las cuatro camas estaban ocupadas. Cabe recordar que en el año 2020 se registraron en Soria 256 casos de ictus, un 12,3% más que el año anterior (228) y un 7,1% más que en 2018 (239). Todo hace indicar que la COVID-19 está detrás de este incremento, teniendo en cuenta que alrededor de un 3% de estos accidentes cardiovasculares pueden estar asociados al SARS-CoV-2. Y es que el ictus representa en España la segunda causa de muerte, la primera en la mujer y la primera que provoca una discapacidad en los adultos. 

En Soria, la tasa de mortalidad se sitúa en 40,1 casos por 100.000 habitantes (42,4 en Castilla y León y 48,1 en España). Con la puesta en marcha del Área de Ictus se busca reducir la mortalidad y alcanzar la máxima recuperación de los pacientes para evita, en la medida de lo posible, secuelas irreversibles. 

El perfil de los pacientes que pasan por la unidad de ictus varía. «En principio, es una persona que no tenga un deterioro cognitivo avanzado, la edad da un poco igual, que sea susceptible de monitorización, con una fibrilación auricular no detectada para valorar si hay que anticoagularle, las hemorragias intraparenquimatosa también son candidatas… hemos establecido una serie de criterios para los pacientes que ingresen en estas camas. Básicamente, se trata de ictus de un tiempo determinado de evolución, 48-72 horas que es cuando más rendimiento tiene estar bajo cuidados intermedios, y que tengan predisposición a patología cardioembólica, pacientes con eventos de repetición y hay un segmento importante de enfermos que son los que sufren accidentes isquémicos transitorios, lo que la gente llama un amago de ictus, pero hay que vigilarlos y estudiar la causa para evitar la recurrencia», resumen los especialistas. 

día mundial, 29 de octubre. El doctor Rodríguez explica que el modelo implantado imita a los que se emplean en hospitales de segundo nivel en otras comunidades autónomas. En este sentido, el especialista pone el acento en que este viernes 29 de octubre está señalado como el Día Mundial del Ictus y la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León dará a conocer un protocolo conjunto para todos los centros hospitalarios de la Comunidad, adaptados a las posibilidades de cada uno. «Hay una parte de ese documento en el que figuran unos ítems que se van a incorporar en todos los hospitales, de manera que se pueda valorar la atención para poder mejorarla con recursos y para que exista equidad entre la atención que vas a recibir si tienes un ictus en Benavente, en Valladolid o donde sea en Castilla y León», sostiene. 

La unidad soriana se rige por la Sociedad Castellano-Leonesa de Neurología, que pretende conseguir una estadística conjunta en la Comunidad y el Área de Ictus del Hospital Santa Bárbara forma parte de ese grupo de hospitales de forma activa, con la pretensión de que sea «un punto de interés» para la inversión de recursos sanitarios en ictus. De hecho, avanza el doctor Francisco Javier Rodríguez, vinculado a la puesta en marcha de este servicio se prevé la contratación de un cuarto neurólogo en el Complejo Asistencial de Soria. 

En Soria, desde hace una década, en concordancia con la estrategia de atención al ictus del Sistema Nacional de Salud, funciona el denominado 'Código Ictus', que se basa en un plan integral de actuaciones, desde el inicio del tratamiento, que pretende la máxima recuperación del paciente, debido a que el abordaje sistemático de la patología índice positivamente en la reducción del riesgo de desarrollo de secuelas irreversibles. Precisamente, una de las medidas recomendadas para el tratamiento del ictus es habilitar espacios destinados a la atención de los pacientes en camas de hospitalización específicas, con monitorización no invasiva y enfermería especializada.