"Nuestra idea es traer algún Destacamento del Ejército"

Nuria Zaragoza
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El ATI avanza pero, admite su coordinador, es necesario aclarar «si el promotor va a ser la Diputación, las tres instituciones (con Junta y Garray) o quién». De Miguel defiende que sea un consorcio de los tres porque, reconoce, solo la Diputación no

"Nuestra idea es traer algún Destacamento del Ejército" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

El Aeroparque Tecnológico Industrial (ATI) impulsado por Layonair en el Aeródromo de Garray, propiedad de la Diputación Provincial de Soria, echó a volar oficialmente en octubre cuando se aprobó el plan director y, desde entonces, no ha dejado de recibir apoyos, compromisos y anuncios de inversión. El diputado coordinador, José Antonio de Miguel, desgrana la evolución del que promete ser el proyecto de legislatura».

Están construyendo la pista de estacionamiento de aviones, se acaba de anunciar el protocolo de colaboración con el Ejército, existe el compromiso de la Junta de inyectar cuatro millones para ampliar la pista de aterrizaje, se acaba de adjudicar un terreno a Layonair para construir hangares... ¿cuál es el siguiente paso?

La verdad es que llevamos una velocidad creo que adecuada de inversiones y contactos para lo que estaba previsto en el desarrollo del plan director del ATI. Ahora mismo las instalaciones actuales se nos quedan pequeñas. Los edificios que teníamos para el funcionamiento del antiguo aeródromo -concesionado a Airpull hasta 2023- no son suficientes porque a diario hay allí más de 50 personas de FlyBy (más de 35 alumnos, además de instructores, mecánicos y demás), el personal de Layonair,  el que realiza las obras... Hay que ampliar y remodelar la cocina, los cuartos de baño... para que haya unas instalaciones adecuadas, a sumar al edificio de usos múltiples que ya inauguramos y costó a la Diputación 150.000 euros. 

Las inversiones que ha hecho la Diputación desde julio ascienden a prácticamente dos millones. Parte ha ido (250.000 euros) para nuevas adquisiciones de terreno que estamos a punto de firmar en la notaría, trece hectáreas con vistas a la prolongación de la pista de aterrizaje. Con esta pretensión tenemos que seguir y probablemente en la próxima modificación presupuestaria haya que habilitar una partida para seguir adquiriendo terrenos. La otra parte (1,5 millones) se ha destinado al desarrollo de la plataforma de estacionamiento.

Hace unos días firmaron un protocolo con el Ejército del Aire. En la práctica, ¿qué va a suponer?

Va a posibilitar que antes de final de mes aquí haya ya cuatro Hércules 130 propiedad del Ejército. Aquí se hará su traspaso a una empresa que los transformará en lo que estime oportuno. El nombre de esta empresa no lo podemos desvelar porque está sujeto a un contrato de confidencialidad, pero seguramente esta transformación se hará en los hangares que se van a desarrollar en la parcela que ha adquirido Layonair.

Posteriormente es probable que esta empresa traiga más aviones porque nos consta que tiene aviones comprados al Ejército de Bélgica y seguramente los transformarán aquí. 

El protocolo de colaboración con el Ejército del Aire lleva implícito también que podamos empezar a hablar de la puesta en marcha del plan museístico del ATI. Se está valorando la posibilidad de que nos puedan ceder algún avión gratuitamente para empezar ese museo. Hablaríamos de algún caza C-101 o C-212.

¿Y el traslado del museo de la Fundación de Infante de Orleans?

Seguimos en conversaciones también con la FIOpara ver la posibilidad de traslado de la Fundación con todos sus aviones, que en estos momentos está en Cuatro Vientos. Con eso tenemos intención de relanzar el tema museístico del ATI.

El plan director recoge también la puesta en marcha de un centro integral de formación. ¿Qué se ha avanzado en esa línea? 

Seguramente el Centro Integral de Formación Aeronáutica (CIFA) es uno de los capítulos más importantes y diferenciadores  de este proyecto. Aquí tenemos muchas expectativas y muchas ilusiones. En todas las declaraciones de interés que hemos presentado a las convocatorias de fondos europeos -junto con el equipo que estamos trabajando de la Universidad, del Campus de Soria-, se incluye el desarrollo de diferentes infraestructuras y, entre estas, están los centros de formación que conllevarían que se pudiera impartir aquí todo lo que es formación aeronáutica: mecánicos de aviones, controladores aéreos, tripulantes de cabina, azafatas... 

En estos momentos tenemos contratos de intenciones y de confidencialidad firmados con las tres empresas más importantes del sector de la formación privada de España, que están deseando venir aquí. 

Para poder avanzar en este campo hemos entablado conversación con quien tiene las competencias en materia de Educación, que es la Consejería de Educación de la Junta, y estamos viendo las posibilidades, ya que ahora mismo dentro de los currículums que la Junta tiene no cuenta con ninguno de formación aeronáutica. Los tiene que solicitar, lo que puede conllevar entre un año medio y dos años hasta su concesión. Por ello, de momento lo que hemos pedido es que, si vienen empresas privadas (antes de tener carácter oficial esta formación), ver qué tipo de ayudas se pueden dar a los alumnos para que sea atractivo que vengan a Soria y no se queden solo en Madrid. 

¿Dónde se ubicaría el CIFA?

Estamos viendo si se puede utilizar alguna de las Cúpulas que la Junta tiene intención de arreglar (hay siete y ha dicho que va a arreglar tres) o si, de las otras cuatro que quedan, ver si se podrían utilizar como centros para impartir la formación o como residencia de estudiantes, porque necesitamos las dos cosas para la implantación del CIFA. 

Yseguimos hablando también de otras posibilidades, como la utilización de nuestras instalaciones para otras actividades del Ejército, una opción que se está estudiando y de la que tampoco podemos adelantar nada aún. 

¿Se refiere a poder traer bases del Ejército a Soria, al ATI?

Es posible y es nuestra idea poder traer algún Destacamento que pudiera utilizar nuestras instalaciones, ya que son instalaciones que no existen en muchos sitios de España. La mayoría están en aeropuertos o aeródromos propiedad de Aena, y Aena pone unos condicionantes complicados. Queremos ver qué actividades de esas que se tienen que mover en los próximos años somos capaces de atraer. 

Y luego hay varios contratos de intenciones de invertir en el ATIque veremos si conseguimos. Desde el primer momento Layonair ha dicho que este es un proyecto progresivo y evolutivo y, a medida que lleguen unas cosas y se hagan más inversiones y plataformas, atraerán a otras y tendremos más capacidad. 

Habla de varias iniciativas aseguradas y otras comprometidas... hagamos recuento de cuántas van y cuántas podrían llegar realmente.

El más real y el que está ya pendiente de empezar es la parcela adjudicada esta semana en Junta de Gobierno a Layonair SL, donde ellos han comprometido inversiones de tres millones y la creación de 30 puestos de trabajo. Creo que eso se empezará a materializar en abril o mayo. 

Seguramente a esas inversiones se sumará después la aportación de la empresa que va a ser la encargada de transformar esos aviones que mencionaba antes. No puedo desvelar el nombre pero es una empresa americana muy importante del sector. 

Además, hay varios contratos con otras empresas y compañías aéreas que están firmados. Son contratos que son compromisos de intenciones, compromiso de inversión vinculados a que se lleven a cabo otras actuaciones porque, por ejemplo, hay empresas que es imposible que vengan hasta que la pista tenga dos kilómetros (no pueden aterrizar en la pista actual de 1,3 kilómetros).

¿Y eso cuándo será? Actualmente hay ya un compromiso de la Junta para financiar esa ampliación de la pista de aterrizaje, ¿no?

Estamos ya en el buen camino. No es un compromiso de la Junta, es una realidad. Estimamos que la inversión rondará los cuatro millones (sin tener que poner los terrenos porque son ya nuestros) y ese dinero ya está habilitado en una decisión de Consejo de Gobierno. Por mayor agilidad, y con el visto bueno de la Diputación, se ha encargado a la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) que lleve a cabo la inversión. En estos momentos estamos en fase de redacción de proyecto y del estudio ambiental y, en cuanto esté terminado, se mandará a AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), quien tiene que dar la autorización. 

¿Qué plazos manejan para que pueda estar operativa esa pista?

Seguramente estamos hablando de que podamos iniciar las obras en verano, que pueden tener una duración aproximada de dos meses. 

Se va a trabajar en la pista actual porque la vamos a ampliar a dos kilómetros de largo pero, también, en anchura, de 24 a 48 metros, y eso supone suspender toda la actividad de vuelo que haya durante las obras. Por ello, vamos a estudiarlo con la escuela de pilotos para ver qué fechas son las mejores para interrumpir menos su actividad. 

¿Qué capacidad va a tener finalmente la pista de estacionamiento?

Dependerá del tamaño de los aviones. De momento, en el protocolo de colaboración que hemos hecho con el Ejército del Aire hemos firmado que, mientras los aviones sean propiedad del Ejército, el aparcamiento será gratis y, cuando pase a propiedad de la empresa, se empezará a cobrar. Seguramente empezaremos a cobrar mediante un convenio porque tenemos que elaborar una ordenanza, que la tiene que aprobar el Pleno, para poner los precios de aparcamiento para todos los aviones. 

En Teruel la rentabilidad del proyecto llega a través de las tasas que cobran a las empresas concesionarias que operan allí. ¿Aquí el modelo va a ser algo similar?

Algo similar, pero aquí no vamos a amortizar todas las inversiones con las tasas que cobremos del aparcamiento porque las inversiones (sobre todo la de la pista) son cuantiosas, y aquí el interés es sobre todo que haya actividad y que se generen puestos de trabajo, no recuperarla inversión. El fin primero, más que el económico, es llevar adelante el plan director porque puede tener un buen retorno económico, pero no inmediato, máxime si tenemos en cuenta que aquí vamos a empezar con 30.000 metros cuadrados de superficie de aparcamiento y en Teruel estamos hablando que tienen en marcha una ampliación de 250 hectáreas con más de 48 millones comprometidos por el Gobierno de Aragón. 

Vamos a ver si, de todos los proyectos que hemos metido en las declaraciones de interés, somos beneficiarios de alguno, porque eso supondría un buen empujón para las inversiones que tenemos previstas a medio plazo. 

La Diputación ha presentado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico varios proyectos tractores. El primero para el que requiere apoyo es el ATI, donde contemplan 18,2 millones de presupuesto. ¿En qué prevén invertir ese capital?

La Diputación ha presentado proyectos por más de 500 millones. En los 18 millones del ATIiría la construcción de más plataformas, ampliar la longitud de la pista hasta casi tres kilómetros, construcción de hangares propiedad de la Diputación para alquilar a diversas empresas, construcción de los propios edificios para el centro de formación... Pero, primero, tenemos que cerrar con la Junta el modelo de gestión que queremos para el ATI. La pandemia nos ha retrasado.

¿Y en qué modelo se trabaja para esa gestión futura del ATI?

Nuestra intención era utilizar el propio Consorcio del PEMAy que se pudieran ampliar los fines para llevar a cabo el ATI, pero parece ser que la Junta no quiere. Es casi imprescindible que los actores en el desarrollo del ATIsean los mismos -Junta, Diputación y Ayuntamiento de Garray-, pero parece ser que quieren hacer otro consorcio. 

Es algo que tenemos que estudiar porque tenemos que saber si el promotor va a ser solo la Diputación, las tres instituciones o quién. Yo entiendo que tenemos que ser los tres. 

Por lo que comenta, ¿la intención es que ATI y PEMAvayan unidos? 

Es que no puede ser de otra manera, y hubiera sido imposible desarrollar el ATI sin el desbloqueo judicial del PEMA, porque nosotros no podíamos ni utilizar los servicios que estaban ya hechos. Una vez desbloqueado a nivel judicial es indudable que se nos crea una gran oportunidad y, de hecho, vamos a conectar ya el agua limpia (ahora estamos funcionando con un pozo). Yya vamos a conectar las tuberías a la red de saneamiento que va a la Edar del PEMA, y vamos a poder utilizar ya también la luz. 

Es probable que varias de las infraestructuras que ahora hay hechas en el parque empresarial, sobre todo los garajes, se puedan utilizar para proyectos aeronáuticos. Y las propias cúpulas también. Y seguramente algunas empresas de servicios que tengan que servir al sector aeronáutico se puedan instalar en las parcelas industriales que tiene el PEMA. Creo que va a nacer una simbiosis perfecta y puede ser un revulsivo para los dos . 

¿Y por fin dar utilidad a un dinero público invertido, no?

Son 80-100 millones invertidos, que no tirados. Solo paralizados por las causas que sabemos. [...] Sería una lástima que una inversión pública de ese tamaño no se pudiera  utilizar. 

El ATI pretende ser foco de atracción de actividad económica y de población pero, obviamente, en Soria no hay mano de obra aeronáutica. ¿Les preocupa poder atraer esa mano de obra especializada y, también, tener capacidad de acogerla, dada la escasez que hay de vivienda en alquiler?

No nos preocupa porque esa primera mano de obra especializada la tienen ya las empresas que vengan y, además, hay muchas empresas del sector en crisis y es probable que vaya gente al paro. 

Esa gente la vamos a encontrar pero, sobre todo, el objetivo a medio plazo es que esa gente se pueda formar aquí. Yluego hay mecánicos, ingenieros aeronáuticos... sorianos que nos están llamando y que estarían encantados de venir a trabajar a Soria. 

Pero, insisto, la idea es que la formación la adquieran aquí en el CIFA. Es una oportunidad que se abre para que venga gente de otras provincias a estudiar aquí pero, también, para que muchos sorianos puedan quedarse a trabajar aquí en puestos cualificados, más específicos, bien remunerados...  

Por sus palabras, entiendo que esa formación va a ser privada. ¿No hay opción de oferta pública?

Esas conversaciones son las que estamos manteniendo, pero ahora no queda más remedio que empezar con formación privada. Lo deseable sería que fuese formación pública impartido en muchos casos por las empresas que vamos a traer, pero eso exige una serie de certificaciones. En esas fórmulas estamos trabajando pero vamos a tener que empezar con una formación privada o concertada con ayudas, para caminar después hacia una formación pública. 

El ATIse fija en Teruel, y también Ciudad Real puede ser un modelo en cierto modo. En ambos casos la pandemia ha acelerado su expansión, ya que buena parte de la flota está parada y necesita un lugar donde estacionar. ¿Vamos ya tarde?

No vamos a tarde, estamos a tiempo, pero es cierto que hubiésemos tenido más oportunidades y más volumen de negocio si en estos momentos hubiésemos tenido todas las infraestructuras que deseamos tener en cuatro años. La pandemia sin duda ha supuesto una oportunidad porque ha echado muchos aviones al suelo, que han tenido que aparcar y estar parados mucho tiempo. Esto ha dado oportunidades a infraestructuras como las que has comentado, pero también es cierto que nuestro modelo no es exactamente igual que Teruel ni Ciudad Real. Nuestro modelo va a seguir vigente aunque se termine la pandemia, porque nosotros nunca queremos ser un aeropuerto, nosotros queremos ser un aeródromo industrial. No queremos tener vuelos comerciales ni de pasajeros, eso es impensable. No es el objetivo. 

El objetivo es tener un aeródromo industrial, y eso significa que las empresas aquí vengan a traer sus aviones a mantener, a reparar, a chatarrar... y eso va a perdurar más allá de la pandemia. Ese nicho de negocio es el que queremos, porque da una seguridad y estabilidad, y genera empleo. Tenemos que tener vistas más largas, más allá del mero estacionamiento, con todo eso que es el mantenimiento del sector. 

Es un proyecto muy ambicioso pero ¿tiene capacidad la Diputación sola para sacarlo adelante si finalmente no logra el apoyo de la Junta a través de ese consorcio?

No, pero también es verdad que se pueden plantear diferentes formas de llevar adelante este plan director. Lógicamente, las inversiones que sean de pista, de centros de control, instalaciones propias del aeródromo, tienen que ser inversión pública sí o sí, porque la titularidad es de la Diputación y lo va a seguir siendo. O, por lo menos, esa es la intención que tenemos, que siga siendo público. 

A partir de ahí, hay dos tipos de desarrollo de este plan director: inversión pública y luego las tasas que generen esos aparcamientos o la adjudicación de los terrenos a las empresas o, si no hubiera fondos públicos, otra opción es facilitar terrenos para que esas inversiones las hagan las propias empresas privadas. 

Lo deseable sería inversión pública y plantear un proyecto urbanístico que obligaría a modificar las normas de Garray para que se adapte ya al diseño futuro de dónde va a ir cada cosa (la aviación ligera, la deportiva, la industrial, la parte del Ejército...). Sería interesante porque es probable que alguno de los propietarios no quieran vender voluntariamente y haya que ir a expropiaciones y, entonces, este proyecto se tendría que declarar de interés general para poder expropiar. Ese sería el diseño y, el modelo mejor, iniciativa pública.

Yterreno, ¿hay disponibilidad suficiente para el proyecto que plantea?

En estos momentos la Diputación, con lo que vamos a adquirir, tendríamos unas 65 hectáreas, y hay intención de adquirir otras 20 este año, con lo que nos iríamos a 85. El Ayuntamiento de Garray tiene otras 65. De las parcelas que en su día se cedieron al ICE para formar parte del PEMA y que se excluyeron (que son de la Diputación y el Ayuntamiento) podemos hablar de otras 25-30 hectáreas. En total, podemos hablar de unas 200 hectáreas de propiedad pública y posibilidad de comprar a particulares  otras 200. Es decir, hay terreno. 

«Solo el ATI podrá generar esta legislatura entre 300 y 400 puestos de trabajo». Es una frase suya. ¿Es un objetivo realista o es más un sueño? 

Sería deseable. Es muy difícil pero no imposible llegar a esas cifras, incluyendo también a alumnos de escuelas. Es cierto que no son trabajadores, pero son personas que están durante todo el año consumiendo y residiendo en Soria. En estos momentos, solo con la escuela de pilotos, hay 50 personas en Garray. 

Tener 300 trabajadores solo con el ATIen esta legislatura es difícil, la verdad, pero yo estoy seguro de que por lo menos la mitad, 150 en esta legislatura, sí que se puede. Nos quedan dos años y espero que se hayan sentado las bases en esta legislatura para que eso pueda ser una realidad en la siguiente, estoy seguro que sí. 

Un proyecto de este tipo necesita innovación, apuesta, inversión pero, también, consenso. Parece imposible pero, sorprendentemente, es de los pocos proyectos -si no el único- que ha conseguido ponerles a todos los grupos políticos de acuerdo. 

Aquí no podemos remar en distintas direcciones. Si con estos temas nos ponemos a hacer políticas de partido, mala labor estamos haciendo. Porque si empezamos cada uno a tirar para un lado, fracasaría. 

Este proyecto surge en la anterior legislatura y a mí me tocó ya con el anterior presidente, Luis Rey, cogerlo porque yo era el presidente de la Comisión de Planes y el aeródromo se llevaba desde allí. Vino Layonair y es cierto que cogimos el proyecto con interés pero, también, con cierta desconfianza de inicio. Hubo recelos hasta que vimos que podía ser una gran oportunidad y que no arriesgábamos tanto por sacar un proyecto de desarrollo por 250.000 euros que va en fases y que, además, si no se realiza, no se pagan esos 250.000 euros. 

El proyecto sigue en esta legislatura con el nuevo equipo de Gobierno, me nombran coordinador y ahí estoy haciendo una labor de pedagogía política, de decir la importancia que tiene ir todos a una. De momento vamos todos de la mano, sin fisuras, y yo se lo agradezco a todos los grupos. Hay mucho trabajo callado de los políticos, y también de los técnicos. 

No queremos hacer política de partidos y no queremos vender humo. Tenemos que ser muy cautos y no intentar que esto dé rédito político a unas siglas u a otras, que todos juntos podamos salir en la foto cada día que haya algo por lo que salir. 

La apuesta ahora es por el ATI, es evidente. Eso supone que ¿este proyecto va por delante de otros como la ampliación de Santa Inés?

Esta no es la única apuesta de la Diputación y, de hecho, en esos más de 500 millones que hemos pedido a fondos europeos va el punto de nieve y van otros muchos proyectos en otros puntos de la provincia. Va la banda ancha, va el 5G... Pero hay que entender que esto no es un proyecto local, es un proyecto provincial del que se puede aprovechar toda la provincia y, por supuesto, la capital. Porque, de los que vengan aquí a trabajar, algunas vivirán en Garray pero muchos lo harán en Soria capital. Va a beneficiar a toda la provincia pero el mayor beneficiado será casi seguro la capital. 

Precisamente por eso, ¿no han pensado en incluir al Ayuntamiento de Soria en ese consorcio del ATI?

El Ayuntamiento de Soria ahí no tiene terrenos, no tiene propiedades... no tiene nada que ver, y no le vamos a decir si quiere entrar. Eso sí, si quiere venir con otros seis millones de euros, le abriremos los brazos y le daremos un gran apretón de manos. 

Con el Ayuntamiento de Soria estamos trabajando en otras cosas, también de interés para la provincia y seguramente con relación al ATI. En estos momentos no lo podemos decir también por confidencialidad pero hay buena sintonía. Pero, vamos, si quisiera entrar en el Consorcio del ATI -cosa que de momento tengo que reconocer que no les hemos planteado- pues, si viene con dinero, bienvenido sea. El Ayuntamiento de Soria y todos los que quieran venir con dinero, aquí les esperamos.