«No. No, no, no, ese es un debate que, en estos momentos, ahora, no está en mi cabeza». El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, rechazaba ayer con estas palabras en una entrevista radiofónica la posibilidad de destituir al vicepresidente de su Gobierno, Juan García-Gallardo, tras la polémica suscitada por las medidas antiaborto. A renglón seguido también descartó cualquier posibilidad de hacer caer el Gobierno regional y adelantar las elecciones autonómicas al 28 de mayo, tal y como se llegó a especular durante los momentos de tensión más álgidos entre PP y Vox de la semana pasada: «En estos momentos no se dan las circunstancias para convocar elecciones en nuestra Comunidad».
No ocultó que las coaliciones tienen «sus momentos complicados» y aseguró que «hay cosas que haría de manera distinta a Vox en el fondo y en la forma». Así se pronunciaba el máximo dirigente regional en el programa Herrera en Cope, una vez que el foco mediático ha dejado de alumbrar a Castilla y León tras una semana de tensión a cuenta de las «medidas provida» anunciadas por el número dos autonómico.
Un polémico protocolo que llevó ayer al presidente regional a hacer autocrítica y reconocer que «se han podido explicar mejor». «Todos debemos mejorar la forma de comunicar las decisiones del Gobierno autonómico», señaló Fernández Mañueco, que volvió a remitirse a la nota de prensa donde «no se habla de medidas provida ni antiaborto, ni de modificar el protocolo de interrupción voluntaria del embarazo», y apostilló que buscaban mejorar las prestaciones que se ofrecen a las mujeres embarazadas y fomentar la natalidad y el apoyo a las familias en la Comunidad. Aprovechó este punto de la entrevista, recogida por Ical, para anunciar la presentación en los próximos días del 'bono nacimiento', una ayuda directa a quienes tengan un hijo este año.
También tuvo tiempo de volver a arremeter contra el Gobierno central, al que reprochó una vez más su «excesiva sobreactuación» sobre un asunto que, según afeó, se ha querido utilizar como «arma electoral» a través de «toda una maquinaria mediática». «Sánchez es capaz de cualquier cosa, como retorcer la realidad», dijo, y consideró que la renuncia del Ejecutivo de España a continuar con la contienda legal es una «prueba palmaria» de una «sangrante» presión a la Junta.
Gobierno unido
«Somos un Gobierno fuerte, unido y estable», sentenció por su parte el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, antes de participar en un acto en Ávila, donde sostuvo que «siempre cumplimos los acuerdos que adoptamos en el seno del Consejo de Gobierno y los que adoptamos fuera del Consejo de Gobierno entre los dos partidos que lo conformamos». Preguntado sobre las declaraciones de Fernández Mañueco, que ayer insistió en que «no ha habido ningún protocolo», Gallardo se remitió a la nota de prensa publicada el 14 de enero. «Es todo lo que tengo que decir».