El 96 por ciento de las empresas familiares de Castilla y León contempla aumentar o mantener en 2023 su plantilla actual de trabajadores. Además, el 70 por ciento de estas compañías asegura que va a incrementar su inversión en Castilla y León a lo largo de este ejercicio, según la encuesta de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) a sus 175 asociados.
De acuerdo con el sondeo, realizado durante la Asamblea General que EFCL celebrada recientemente en Burgos, el 64 por ciento de los empresarios contempla aumentar la plantilla este año, lo que supone 21 puntos más que lo previsto en la última encuesta realizada en junio, y solo el cuatro por ciento prevé una reducción frente al nueve por ciento en la anterior.
Así, el 85 por ciento de los empresarios afirma que tiene previsto contratar personal en este ejercicio. Sin embargo, el 94 por ciento asegura que no encuentra perfiles para cubrir los puestos vacantes y el 70 por ciento precisa que los perfiles profesionales de los jóvenes recién incorporados a la empresa no son adecuados a sus necesidades, lo que, a juicio del 79 por ciento de los encuestados, puede afectar a la sostenibilidad de su compañía.
En consonancia con las optimistas previsiones de empleo, el cien por cien de las empresas confía en aumentar (74 por ciento) o mantener (26 por ciento) su cifra de ventas en este ejercicio, lo que también mejora las previsiones de 2022, en las que el 15 por ciento de los encuestados vaticinó un descenso en su facturación.
Suspende la situación económica
Por otra parte, y tal y como viene ocurriendo en anteriores encuestas, los empresarios familiares vuelven a calificar con un suspenso la situación económica actual de España y de Castilla y León, que reciben 3,67 puntos y 3,54 puntos, respectivamente, notas muy similares a las otorgadas en el sondeo de junio. Peor nota obtiene la situación política actual en España, que solo llega a 1,3 puntos, y de Castilla y León, que es puntuada con un 3,21.
La inflación (37 por ciento) y la deuda pública (37 por ciento) continúan siendo, a juicio de los empresarios, los dos principales riesgos de la economía, seguidos del encarecimiento de la financiación (16 por ciento) y de la falta de reformas (diez por ciento).
Para afrontar el aumento de la inflación, más del 80 por ciento de las empresas reconoce que la principal decisión que van a tomar será aumentar el precio de sus productos y servicios, aunque hay también un pequeño porcentaje que asume que tendrá que asumir una bajada del margen de beneficio y, en menor medida, adoptar una moderación salarial.
Sin fondos europeos
Por último, la encuesta refleja que 92 por ciento de las empresas no ha recibido ningún tipo de fondo NextGen, pese a que son líderes en la Comunidad en sus respectivos sectores, con una facturación global que equivale al 17,40 por ciento del PIB y generan el 8,7 por ciento del empleo en el sector privado. Eso sí, el 83 por ciento confiesa que no piensa en renunciar a esos fondos europeos.