Se buscan camareros o cocineros, pero cuesta encontrarlos y no sólo porque falte mano de obra. Hay lugares donde la situación se complica todavía más por la escasez de vivienda de alquiler para quienes decidan trasladarse allí a trabajar, y Vinuesa es un ejemplo. En esta localidad muchos negocios turísticos ofrecen trabajo, incluso con contratos estables, pero no consiguen cubrir esas vacantes. En el pueblo no hay suficiente mano de obra, especialmente para determinadas temporadas, y se da ese otro problema añadido de la falta de vivienda en alquiler para esos trabajadores que llegan de fuera. 

Lo sufre por ejemplo Francisco López, gerente del Hotel La Corte de Pinares, que necesita 3 camareros y ayudantes de cocina pero no los encuentra. También lo padece Ana Castro Sixto, del Restaurante La Gallega, que necesita más personal porque ha duplicado la capacidad del comedor al ampliar la terraza. Acaba de incorporar una camarera a la que brinda una habitación. Pero nadie responde a las ofertas que lanza desde agosto, ahora con contratos fijos-discontinuos a jornada completa. Opina que "la gente no quiere trabajar".

La falta de mano de obra lastra el crecimiento del sector. Un problema que el Ayuntamiento de Vinuesa quiere combatir, según ha explicado el alcalde, Juan Ramón Soria, rehabilitando un piso para alquiler social, en la primera planta del edificio de Correos, que pueda dar respuesta a las necesidades de muchos negocios turísticos, tan importantes en la economía de la comarca.

Y es que Vinuesa, con 851 habitantes, es uno de los pueblos con más plazas de alojamiento: en torno a 500, gracias a sus ocho hoteles, a la veintena de casas rurales y al cámping.