Un retorno, un debate

Diego Izco (SPC)
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La idea del regreso de Dani Alves a la banda derecha del Camp Nou ha agitado el seno del Barça

El brasileño es el jugador de la historia con más títulos en su palmarés. - Foto: ALEJANDRO GARCÍA

Hace 13 años el Barça tenía que salir de una crisis deportiva e institucional similar a la de ahora. Tal vez no tan grave, pero venía de despedir a Rijkaard, de quedarse a 18 puntos del Real Madrid en la Liga y de soportar una moción de censura contra la directiva de Joan Laporta en mayo de 2008. El entonces (y ahora) presidente resistió, arriesgó con el nombramiento del sustituto del neerlandés (Pep Guardiola) y el primer 'crack' que le fichó, a cambio de 35 millones de euros, fue Dani Alves.
Los paralelismos son tantos 13 años después… Primero volvió la crisis, después Laporta y finalmente Xavi. Y ahora podría volver Alves, que a sus 38 años busca un último o penúltimo año al máximo nivel para intentar el asalto al Mundial de Qatar el próximo invierno. Será complicado (algunos aseguran que imposible, que el Barça ni se lo plantea), pero su posible retorno ha abierto debate y tiene al barcelonismo dividido: ¿Sería una maniobra acertada el regreso del mejor lateral derecho en la historia del club? ¿Quienes apuestan por su regreso, lo hacen por la realidad o por la idea de lo que fue y significó? Hacen falta tres respuestas: la táctica, la económica y la emotiva.

 

Tácticamente

El puesto de lateral derecho es uno de los más indefinidos en la actual plantilla. Ni Koeman, ni Sergi de forma efímera ni Xavi consideran a Sergiño Dest un lateral de garantías: está enmarcado como un buen atacante y un defensor muy limitado. Alves, un inmenso profesional a pesar de ciertas extravagancias, estuvo en plena forma hasta el último de sus partidos en el Camp Nou, en la Juventus, en el PSG y en el Sao Paulo hasta que fue apartado por declararse en rebeldía: no se presentó en los entrenamientos hasta que no pagasen su salario (aún se le deben 11 millones de reales, algo menos de dos millones de euros).
Pocos profesores mejores para Dest, habida cuenta de que Sergi Roberto pegado a la banda es un mero parche. Pero luego está la pizarra de Xavi (que en principio apoyaría el regreso de Alves), cuya idea es la de jugar con dos extremos abiertos. ¿Realmente necesita un carrilero para limitar sus incorporaciones en ataque? Aunque, puestos a justificar su incorporación, tal vez 'recortar' el número de kilómetros corridos por partido sí justificaría el fichaje de un futbolista tan veterano.

 

Económicamente

La operación tendría un 'pero' notable: a pesar de que Alves rebajaría su salario para poder jugar en 'casa' («El único lugar del mundo donde tengo casa en propiedad es Barcelona», ha manifestado), es probable que no se le pueda inscribir: para establecer el límite salarial -donde el Barça está asfixiado-, la Liga calcula el caché de un futbolista en base a sus seis últimos años. Así que, aunque club y jugador alcancen un acuerdo y se le pretenda registrar con un salario mínimo, la competición no 'tragaría' y le otorgaría un sueldo mayor, lo que podría condicionar, por ejemplo, otras contrataciones más prioritarios. Aunque el fichaje se concretase, el debut debería esperar hasta enero a pesar de que Alves (que llegó a negociar con el Fluminense) sea hoy agente libre: el reglamento federativo en España solo permitía inscribir a jugadores libres que se quedasen sin equipo antes del 31 de agosto. Y el brasileño rescindió su contrato en septiembre.

 

Emotividad

Otra cosa sería el aspecto puramente emotivo del fichaje: primero, por el regreso de otro miembro más de la época más gloriosa en la historia del club (y el futbolista más laureado de la historia, no conviene perderlo de vista, ganador de 46 títulos, 23 de ellos como azulgrana). Y segundo, por el impacto que tendría en un vestuario apagado (y con pocos referentes para los más jóvenes) la alegría de un 'señor' de 38 años con muchas ganas de demostrarlo todo hasta el final. «Si el Barça cree que me necesita, solo tiene que llamarme», aseguró. Y si finalmente no hay ni necesidad ni llamada, pensar en que se pensó en Alves para relanzar un proyecto también tiene miga…