El SARS-CoV-2 planteó un escenario totalmente desconocido, el cierre obligado de la actividad económica. Como consecuencia, llegamos a la ‘nueva normalidad’ con cifras de paro disparadas, menos afiliación, más de un millar de empresas sorianas afectadas por ERTE, decenas de negocios que no volverán a levantar la persiana y una crisis social sin precedentes. La profesora de la Facultad de Ciencias Empresariales y del Trabajo (CET) y directora de la Cátedra Caja Rural, Blanca García, analiza la situación y los retos que la economía provincial tiene por delante.

Tras tres meses de estado de alarma, ¿cómo es la fotografía actual de la situación de la economía soriana?

Son datos muy duros, la verdad. Responden a una situación que hemos vivido totalmente nueva, que nos ha sobrepasado a todos y que ha podido con la sociedad, con la economía... Me parece que estamos viviendo un momento muy difícil y lo peor de todo es que creo que se va a prolongar en el tiempo. 

Nunca antes se había vivido una paralización como la que ha obligado el coronavirus. ¿Qué hoja de ruta cree que debe seguir la economía soriana para salvar la situación?

Tenemos que arrimar todos el hombro. Creo que son fundamentales las medidas que tomen los Gobiernos, tanto el central como el autonómico, porque evidentemente la economía necesita apoyos.Y también necesitamos un gran apoyo de Europa, porque es una situación que ha sobrepasado a todos los países. Creo que tiene que haber un gran pacto por el futuro, que es economía y es sociedad, y son personas al fin y al cabo.

¿Qué lecciones hemos sacado o debemos sacar en términos económicos de esta pandemia? 

Que no podemos jugarnos todo a una, que tenemos que ser capaces de diversificar y que el modelo económico, y el modelo productivo sobre todo, está en cierta medida un poco agotado. Yo creo que debemos apostar por el futuro y ser proactivos, apostar por la investigación. Este país no se puede conformar solo con reaccionar, sino que tiene que ser un país puntero y tenemos que tener un apoyo fuerte en la investigación porque es el futuro. 

El Gobierno ha ido adoptando diferentes medidas para paliar la situación de las empresas. La última, la ampliación de los ERTE. ¿Qué medidas económicas considera que pueden ser más efectivas a partir de ahora? 

El apoyo gubernamental que se ha hecho a los ERTE es clave. Las pequeñas empresas necesitan que se les ayude porque han tenido tres meses de inactividad y recuperar un trimestre entero es muy difícil. Y, luego, creo que debemos aprovechar los puntos fuertes que tenemos. En el caso de Soria, somos una zona despoblada y creo que es el momento de sacar provecho de esta situación. 

Ahora mismo la inseguridad que hay, el miedo que tenemos, hace buscar sitios quizá un poco más íntimos, donde no haya tanto contacto social, y creo que tenemos un punto fuerte clarísimo en ese sentido. Además, creo que en el fondo va a haber un cambio de mentalidad y un cambio social que, si lo sabemos hacer bien, puede favorecer en gran medida la situación de Soria como destino no solo turístico, sino como destino de vida. Siempre he sido una gran convencida en este sentido y ahora mucho más, porque creo que todo esto ha venido a propiciarlo. De todo hay que sacar una lectura positiva, y yo creo que podemos y debemos sacar esa. 

Además, tenemos una industria alimentaria muy importante. Comer tenemos que seguir comiendo, por lo que ahí tenemos un punto fuerte. Tenemos la actividad primaria vinculada a la agricultura, donde Soria es importantísima. Y tenemos esa situación privilegiada como entorno sano, despoblado, que hoy es un punto fuerte. 

¿La pandemia ha hecho que la España Vaciada se vea como oportunidad de vida, de inversión de futuro?

Sí. Yde nuevo aquí nos falta el apoyo de los poderes públicos. En este tiempo prácticamente todos hemos teletrabajado y hemos visto que, con sus pros y sus contras, el teletrabajo ha venido para quedarse y es algo que puede favorecer otra forma de trabajar. Pero para poder teletrabajar desde las zonas rurales es necesario tener una infraestructura, un equipamiento de telecomunicaciones, que se tiene que apoyar. Creo que si desde los poderes públicos se hace ese apoyo, estoy convencida que nos puede ayudar a repoblar y a sacar provecho de esta despoblación. 

El teletrabajo en una provincia como Soria con tantas zonas oscuras y tanta brecha digital, ¿es posible? Llevamos tiempo escuchando ese apoyo de los poderes públicos... 

Yo creo que ahora eso es mucho importante que la red de carreteras. Una carretera desde luego que es importante pero ahora mismo las inversiones en infraestructuras de telecomunicaciones son más. Porque hoy en día las zonas rurales pueden ser un sitio idílico donde, en una situación de confinamiento, puedes hacer una vida más grata que en una ciudad y, si tú puedes desarrollar allí tu trabajo, esas zonas ya no se verán solo como una forma de turismo, sino como una forma de vida, un lugar donde poder desarrollar tu proyecto vital. 

A nivel provincial, ¿hacia donde deben orientar sus ayudas las instituciones para paliar los efectos nocivos de la pandemia?

Hacia esa apuesta por lo digital pero, evidentemente, primero hay que actuar a corto plazo, y a corto plazo hay que ayudar apoyando los ERTE, desarrollando ciertas medidas para esos modelos productivos que han sido más tocados por la crisis, apoyando a esas industrias, trabajadores y familias que lo necesitan y que lo están pasando mal. A partir de ahí, en el medio largo plazo, tenemos que tratar de cambiar nuestro modelo productivo, cambiar la forma de ganarnos la vida ya no solo a nivel provincial, sino como país. El turismo es muy importante pero quizá hay que apostar por otro modelo, no tan masificado, quizá más elitista... y, evidentemente, hay que apostar por el apoyo a todas las zonas rurales. 

Nosotros estamos en una zona especialmente desfavorecida pero es que hay muchos territorios despoblados, porque en España parece que todo se acumula en unas urbes. Por tanto, creo que hay que hacer una gran apuesta por lo digital  para favorecer el reparto de la población en un modelo mucho más lógico y mucho más coherente con lo que estamos viviendo. Lo más importante es la salud y hay que apostar por ello. 

Hemos visto un pacto regional por la reconstrucción, pero a nivel nacional y provincial las posturas están enrocadas en la polémica. ¿Es necesario hacer un llamamiento a nuestros políticos por el entendimiento?

Totalmente. Además de todo lo que hemos vivido, que es todo muy negativo, lo que nos queda a los ciudadanos es una clase política que no ha dado la talla porque se han enrocado en la crítica, no han sido constructivos, han tratado de sacar un rédito que ahora mismo los españoles no entendemos. En el caso de Castilla y León podemos estar contentos por ese pacto, pero creo que tendría que haber sido más natural, no tan forzado a todos los niveles. 

Ahora mismo Soria y España necesitan que los políticos, que son los que toman las decisiones, remen en la misma dirección. 

A nivel empresarial, ¿Soria debe reinventarse? ¿Y hacia donde debe mirar?

Lo que tenemos que hacer es trabajar muy bien la atención al cliente. El modelo productivo de Soria da de sí lo que da, pero tenemos una industria agroalimentaria que es muy potente, que es interesante y que en los últimos años se está trabajando bien, y ahí tenemos el ejemplo del Torrezno de Soria. Pero creo que lo que se debe hacer es dar ese remate final, como una imagen que vaya más allá de las fronteras de Soria y de Castilla yLeón, vendiendo lo que tenemos, que es un buen producto, pero no solo que lo sea, sino que también lo parezca. Y apostando por un turismo de calidad que mezcle muchas facetas, porque tenemos recursos paisajísticos, artísticos, gastronómicos... y lo que tendríamos que hacer es trazar una red y colaborar mucho más entre todos. Eso mismo que hemos dicho para los políticos, aplicarlo también a los empresarios, que traten de colaborar para hacer fuerza y buscar sinergias. Cuando alguien venga, que seamos capaces de ofrecerle muchas alternativas para que no se agote en una visita, y quiera volver. 

¿La era ‘tele’, la era virtual, lo digital, ha venido para quedarse? ¿También en Soria?

Sí, por supuesto. Ya hay algunas empresas que están trabajando en ello y, de hecho, recientemente se ha presentado una plataforma de compras, una especie de ‘Amazon’ a nivel  de Soria, y me parece una iniciativa muy interesante. Hoy todas las empresas tienen que apostar por lo digital. Yo hace ya tiempo que lo digo. 

El turismo casi por definición, porque hoy buscamos la mejor opción por internet. La gastronomía, por supuesto. Es decir, todo se puede digitalizar y de esa manera conseguimos que nuestro mercado objetivo se multiplique y no tengamos solo los clientes de Soria, sino un mundo. 

¿También el comercio tradicional y la pequeña empresa familiar se pueden digitalizar?

Por supuesto, y deben digitalizarse porque, si no, mueren. Pensar que podemos realimentarnos solo con el mercado soriano es ser muy poco ambiciosos, tenemos que tratar de ofrecer nuestra apuesta fuera. Esa alianza para vender de forma conjunta es un punto de partida muy interesante pero, lógicamente, las empresas tienen que trabajar mucho para crear sitios web interesantes, un producto diferente, ser capaz de vender de una forma que llame y, en ese sentido, surgen otro tipo de negocios que apoyan, como son los negocios de asesoría digital. 

Aquí está muy desarrollado el negocio de la asesoría jurídica, laboral, fiscal... pero no está muy desarrollado el negocio de la asesoría digital y hay muchísimo campo por recorrer, porque hoy nuestra ventana al mundo es nuestra web y, si es atractiva, lógicamente será mejor. Es como nuestro escaparate y obviamente no vienen directamente a verlo pero, en el momento en que entramos en internet y nos llama la atención, entramos. 

¿Qué sectores cree que se van a ver más perjudicados tras la pandemia? 

El comercio, porque ya era el gran perjudicado y ahora lo es aún más porque todavía hay miedo a salir, se consume menos... Y, por supuesto, la hostelería y la restauración. Les va a costar salir porque, pese a todos los esfuerzos, hay menos clientes. Y hay que tener en cuenta también que este año no ha habido San Juan donde, en un año normal, estos sectores -y todos los sectores que van vinculados a la hostelería- hacen un negocio muy importante. Esto va a pasar factura, y a esto se suman además todas las medidas que están teniendo que tomar para adaptarse a esta ‘nueva normalidad’. 

¿El negocio de las residencias de ancianos también puede salir dañado?

Las residencias de ancianos hasta ahora se concebían como lo que son, lugares donde los ancianos viven, porque no son lugares medicalizados, no son hospitales. Nos hemos dado cuenta en esta situación que no es suficiente porque son personas vulnerables y tiene que haber cierto equipamiento medicalizado mayor o una atención especial por parte del Sacyl o el órgano correspondiente. Entonces, creo que sí se van a ver perjudicadas porque evidentemente hay mucho miedo tras una situación como la que hemos vivido, pero no nos podemos olvidar que son sitios necesarios, hacen una gran labor y sin ellos no es fácil conciliar. Porque hablamos de la conciliación con los niños pero la conciliación con los mayores también es complicada. 

Mencionaba la importancia de trabajar por el turismo, un sector en crecimiento en los últimos años. La alta incidencia del virus en Soria, ¿puede dañar la marca de Soria segura?

Ese puede ser un problema. Somos un sitio donde siempre hemos sacado pecho de que tenemos mucha salud, gente muy longeva, un lugar donde la naturaleza prima, donde la calidad del aire es buenísima, donde hay calidad de vida... pero ahora vemos que hemos salido en todas las estadísticas lamentablemente como uno de los sitios donde el virus ha hecho más daño. Creo que puede estar explicado por la pirámide de población -tenemos mucha gente mayor y es donde más ha afectado el virus- pero, ahora bien, no podemos ponernos la venda en los ojos y es cierto que estamos muy desatendidos a nivel de sanidad y se ha demostrado que había pocos medios, pocos médicos... ¿Que nos puede perjudicar esa imagen? Quiero ser optimista y pensar que van a primar otros elementos por encima de lo que ha sucedido, que puede tener su explicación. 

Ir más tarde en la desescalada, ¿ha podido afectar a nivel económico?

No sé si haber salido antes en la desescalada hubiese animado a algunos negocios a abrir antes, porque ha habido gente que ha esperado porque las medidas intermedias no le salían rentables. No sé, creo que ese impasse que ha habido, desde mi punto de vista, es despreciable. 

Hay negocios que no volverán a subir la persiana porque no han podido hacer frente a estos tres meses de parón obligado. ¿Cree que los ERTE organizativos se convertirán en ERE, pérdida de empresas, despidos…?

Todo depende de cómo vaya la situación a partir de ahora. Creo que ahora mismo estamos en un momento clave y tenemos que ser súper prudentes, no nos podemos venir arriba, ni tampoco abajo. Creo que ahora depende mucho de la sociedad.Si la sociedad no es responsable y volvemos atrás y tenemos que volver a confinarnos, eso puede ser catastrófico, pero ya no hablo de pequeños negocios, sino de los grandes números de la economía nacional. 

Entonces, creo que hay que volver a la normalidad pero desde la responsabilidad. Hay que comprar en los negocios, salir a comer a los restaurantes... pero manteniendo una conducta que mire al futuro. Ahora más que nunca debemos ser estratégicos y la estrategia pasa por todos y cada uno de nosotros. 

Tras la pandemia sanitaria, ¿viene la pandemia económica?

Sí, sí, ya estamos en una clara pandemia económica, desde luego. Sí, porque esto ha sido global, por eso insisto en que a mí me gustaría que hubiese un pacto a nivel general. Donde se tiene que ver la fortaleza de Europa es precisamente en estos momentos. Si ahora no somos capaces de ser Europa, ¿cuándo lo vamos a ser?

¿Algún sector, actividad económica, tipo de empresa concreta podrá salir reforzado de esta crisis?

Los negocios digitales se van a poder ver favorecidos. Y, en general, determinadas zonas turísticas también podrán salir fortalecidas si se hace bien. Y quizá la gastronomía también, si apostamos por producto sano y producto de calidad. 

La Cátedra de Conocimiento e Innovación Caja Rural y la acción solidaria 'Soria contra la COVID-19' van a financiar siete proyectos para investigar el impacto del virus en la provincia. ¿Es la forma de aportar su granito de arena en esta situación?

Sí, se juntaron varias cosas. La primera, que somos un centro que apuesta por la investigación y estamos en un momento en que la investigación ha adquirido el protagonismo que, por  otro lado, ha de tener siempre. Además, hubo muchas actividades que ya tenían asignada una financiación que no se podían llevar a cabo porque el confinamiento impedía hacer actividades presenciales y esas actividades no tenían sentido si las hacíamos de forma virtual. Entonces, planteamos que ese dinero que quedaba se podía poner al servicio de la investigación contra la COVID. Así se gestó la idea y luego tuvimos la gran noticia de que en ‘Soria contra el COVID’ había un remanente y se nos asignó, y hemos puesto todo lo que teníamos. A nivel de grandes números puede parecer poco porque tenemos unos presupuestos pequeños, pero hemos dado todo lo que teníamos. 

¿La pandemia ha dejado en evidencia que no se da a la investigación la importancia que merece en España?

Totalmente. Yo siempre hago un llamamiento a que la investigación tiene que ser una constante, por eso decía antes que tenemos que ser un país proactivo. Tenemos que tener nuestra propia investigación, porque además tenemos gente muy buena y no debemos tener complejo. Siempre se alude a Estados Unidos pero es que en EE.UU. están investigando personas de aquí que se van porque aquí no hay medios, porque aquí no se cree en la investigación. Quizá somos más cortoplacistas, y se ve porque enseguida la gente pide resultados y no entiende que la investigación lleva sus tiempos. El ejemplo más claro lo tenemos ahora con la vacuna, que todo el mundo la pide ya pero una vacuna necesita sus tiempos y recursos. 

Tenemos que dotar fondos y ser capaces de tener paciencia con la investigación. Las personas capacitadas las tenemos, pero es necesario dotar de fondos. Porque ahora las personas que se dedican a la investigación necesitan doctorarse, acreditarse... es decir, una larga carrera y muy dura, y están  cobrando sueldos que son ridículos. Hay que tener mucha vocación porque, si no, se busca otra salida. 

Desde el campus se trata de potenciar la investigación y que los jóvenes sorianos apuesten por Soria. ¿Qué perspectivas hay?

Yo creo que este año las perspectivas pueden ser mejores porque tenemos mayor número de alumnos que van a ir a la EBAUy, a lo mejor, esta situación de incertidumbre en sitios más grandes, el riesgo de un rebrote... hace que la gente sea más prudente y decidan quedarse aquí, y quizá eso pueda fortalecer los números del campus. Más alumnos que se quedan es más talento. Yo confío en ello. 

La universidad es uno de los pilares del Plan Soria. ¿Cómo cree que debería enfocarse a partir de ahora el Plan de Dinamización Económica y Demográfica de Soria?

Volvemos a lo mismo, tenemos que ser capaces de insertar lo digital en toda la economía soriana. Hay mucho negocio muy tradicional que sigue mirando atrás y es el momento de mirar hacia adelante y, sin complejos, trabajar a través del mundo digital. Creo que ahí debería haber una fuerte inversión en toda la provincia. Y ¿por qué no en ese Plan Soria desarrollar esas infraestructuras digitales que necesitamos para favorecer el teletrabajo? Porque no todo son fábricas y tejido productivo como tal, sino que también hay muchos profesionales que pueden desarrollar su labor desde esta tierra y generar riqueza. Creo que la apuesta por lo digital tiene que ser fundamental. 

Es evidente que estamos en una recesión económica y hay quien la compara ya con la Gran Depresión. ¿Son dos eventos comparables?

Las causas son totalmente distintas, una situación como la que está viviendo el mundo nunca se había vivido y, entonces, es difícil comparar. A uno le cabe pensar que algo que ha bajado muy rápido, como es la actividad económica, se recuperará muy rápido ahora, pero, como comentaba antes, todo dependerá de lo que hayamos aprendido, de cómo aprovechemos esta situación y del comportamiento individual. 

Podemos salir reforzados pero depende de nosotros ¿no?

Yo creo que siempre hay que ser positivos, y esto lo dice una persona que ha tenido mucho drama en estos tres meses de confinamiento, pero hay que seguir y tratar de ver el lado positivo, y hay cosas por las que debemos animarnos y trabajar. Estamos en una zona despoblada pero con calidad de vida y con un tejido productivo primario potente, tenemos nuestras fortalezas y de todo hay que aprender.