Varios vecinos de las viviendas unifamiliares del Camino de la Rumba, en el barrio de Los Pajaritos, han trasladado a El Día de Soria su malestar porque la corriente de agua que pasa junto al muro de sus viviendas accede a los jardines por las paredes o por filtración y muchos de ellos se encuentran inundados y con humedades. «Es un problema que viene de largo, cuando en 2006 el Ayuntamiento hizo la carretera de la zona del estadio de fútbol a la empresa Cañada Real para desviar el paso de camiones durante la instalación de un colector. Así, el agua se desvió de un lado a otro del camino, de la derecha a la izquierda, pasando junto al muro de las viviendas», explican añadiendo que «ahora se está agravando». 

«No se ha secado el agua en todo el verano y empeora con las lluvias.En algunas partes ya supone la aparición de ranas, culebras de agua y más mosquitos...», añaden. En varias ocasiones han trasladado el problema al Ayuntamiento, al que reclaman una intervención urgente para derivar el agua, «lo que se podría hacer en una mañana con la instalación de una tubería». Pero, al parecer, el terreno sería propiedad de Adif.

Los vecinos consideran que el problema puede derivarse de «una avería en una tubería  de canalización de agua» de la ciudad en los alrededores de Mariano Vicén (en la zona donde se ubicaba la antigua estación de tren y la vía muerta y que quedó tapiada), por lo que «el agua bajaría hacia Los Pajaritos por la pendiente».

 «Debe ser una derrama gigante por la cantidad de agua que llega a esta zona y en todo el verano no ha dejado de brotar», apuntan con preocupación. Algún vecino apunta también a un acuífero en la zona del Viaducto, que se habría desviado con la construcción de la citada carretera. Pero nunca se les ha informado de manera oficial sobre «de dónde pueden venir tantos litros de agua». 

viviendas. Los vecinos muestran a El Día de Soria la situación de los jardines. Uno tiene la pared inundada y otro está encharcado por completo y lleno de maleza que ni siquiera se puede podar, impidiendo a los vecinos el disfrute de su propia vivienda. Algunos están impermeabilizados, pero aún así sufren las humedades. Además, observamos todo el agua que baja hacia la zona y que va a parar a las instalaciones de Cañada Real, siguiendo después el terreno en pendiente en dirección al río Duero. Un panorama lamentable...