El lobo acecha La Póveda

A.I.P.
-

En la última semana se registran dos nuevas acciones del depredador en el término de La Póveda. En lo que va de año, al menos, se han producido ocho siniestros más en Soria

El lobo acecha La Póveda - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

El lobo ibérico es desde el 22 de septiembre de 2021 una especie protegida en España y deja de ser cinegética al norte del Duero, con lo que está prohibida su caza deportiva en todo el país a partir de la orden del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El texto incluye a todas las poblaciones españolas de lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Ni para detractores ni para defensores de esta medida, la noticia ha sido una sorpresa, ya que la ministra Teresa Ribera hace meses que anunció que llegaría antes del 25 de septiembre. Lo ha cumplido justo cuando parece que la presión del lobo crece entre los rebaños de ovino sorianos. Con menos de una semana de diferencia, presuntamente  ha actuado en el término municipal de La Póveda en dos ataques. El primero se produjo en la madrugada del 16 de septiembre, cuando el ganadero Rubén del Río advirtió a través del sistema de GPS un movimiento «extraño» de su rebaño de más de 800 ovejas. Inmediatamente, se desplazó para comprobar el estado de su ganado y, nada más llegar, localizó a una oveja mordida en el cuello. Y hubo más: «Di cuatro pasos y vi al lobo. Se metió en una mancha y lo vi de nuevo salir y entrar a una zona de bosque más frondosa. El lobo iba solo, tenía unas dimensiones considerables... era la primera vez que veía un ejemplar y me impresionó».

La acción del depredador se cobró la vida de nueve ovejas en esta ocasión, si bien en la pasada primavera la explotación de Rubén del Río fue objeto de otras dos agresiones «de las mismas características» con el resultado de once animales muertos. 

«Como el rebaño está dentro de la Reserva Regional de Caza de Urbión avisé a los guardas que comprobaron cómo las ovejas estaban degolladas, algunas empezadas por la zona del pecho y a otras les había clavado los colmillos», cuenta. Porque la forma de actuar de lobos y perros asilvestrados, a los que se atribuyen algunos de estos siniestros, es diferente. «Se nota perfectamente», significa Del Río.

Este asunto fue tratado en el Consejo Agrario Provincial celebrado hace una semana, ya que el incremento de los siniestros provocados por animales incontrolados, bien sean lobos o perros asilvestrados, que se han notificado en los últimos tiempos indica que puede ser creciente la presencia de ejemplares de ‘canis lupus’ errantes, lo que condiciona la viabilidad del pastoreo en determinadas zonas.

Ante este escenario incierto y con la prohibición de la caza del lobo en todo el territorio, Rubén del Río se plantea la posibilidad de trasladar su explotación ganadera extensiva a otro emplazamiento más seguro, lejos de la amenaza del lobo. Más aún cuando, siete días después del asalto a sus animales, parece ser que el lobo ha vuelto actuar. Esta vez sobre el pequeño rebaño que conserva Ismael Pacheco, un ganadero ya jubilado que en la mañana de este miércoles se encontró con una docena de ovejas y corderos heridos y muertos. «Nos avisaron de que había buitres en la finca, que está al lado de la carretera. Estamos convencidos de que es el lobo, aunque los guardas tienen dudas. Hace muchos años fueron perros asilvestrados y fue distinto», sostiene Irene Sanz, esposa del ganadero.

Cabe recordar que en Soria hay una ‘patrulla lobo’ compuesta por un agente y un celador medioambiental y cuando se produce un ataque acuden al lugar para verificar si ha sido obra de un lobo o de perros asilvestrados.

Hasta hace cinco años, Ismael Pacheco contaba con 400 ovejas y 60 yeguas, y tras la jubilación conserva un pequeño rebaño de 72 animales y once equinos en una parcela de unas 40 hectáreas que apenas dista un kilómetro de donde se encuentra la explotación ovina de Rubén del Río.

«Aquí siempre ha habido lobos, aunque yo hasta este año no había sufrido ataques. Los vecinos de La Rioja llevan padeciendo esto muchos años. A este paso, en cinco o seis años se van a meter en el pueblo. He estado mirando marcharme a otro sitio, irme de mi pueblo. Van a conseguir que nos vayamos de los pueblos», lamenta Rubén del Río en alusión a la reciente inclusión de todas las poblaciones de lobo ibérico en el Lespre.

Asimismo, este ganadero advierte de que las consecuencias de la acción del lobo se siguen comprobando días después de su aparición, ya que algunos animales sufren «golpes internos» que después derivan en su muerte y el propio estrés que genera  la presencia del depredador entre el ganado desemboca, entre otras cosas, en abortos. «No son los 1.000 euros que se pueden valorar en un principio, al final son 5.000... Como no actúen de inmediato la sierra se queda vacía. No pido que nos den, pero que no nos quiten», avisa.

registrados. En lo que va de año,   «se han confirmado ocho ataques» de lobo, sin contar con la conclusión de los dos incidentes más recientes acaecidos en La Póveda. «Algunos ya están pagados y otros están en tramitación», subraya el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Soria, José Antonio Lucas.

El responsable del área pone de relieve que, el pasado 16 de septiembre, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente publicó la orden por la que se convocan las ayudas relativas a los daños producidos por lobos y perros asilvestrados a diferentes tipos de ganado entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de diciembre de 2021. «Es importante que lo sepan los ganaderos», subraya Lucas.

En el ejercicio de 2020, en la provincia de Soria se pagaron daños por once ataques de lobos y perros a ganado por un montante total de 9.165 euros, según los datos facilitados por el Servicio de Medio Ambiente.

Cabe recordar, que en la reunión del Consejo Agrario Provincial, las organizaciones profesionales agrarias solicitaron a la Administración regional las medidas de control necesarias para que sea posible la convivencia entre el lobo y la ganadería extensiva, ya que consideran que las indemnizaciones por los animales muertos no solucionan el problema. 

Así, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Soria, el ganadero Raúl Ramírez, aclara que los expedientes abiertos por la Junta «no se ajustan a la realidad», ya que muchos damnificados solo notifican los siniestros a sus aseguradoras. «En los últimos tres meses los ataques de lobos a explotaciones extensivas se han generalizado en la Reserva Regional de Urbión y en su entorno debido a la expansión de ejemplares procedentes de La Rioja. En algunos casos, los daños ascienden al 10% de las cabezas de un rebaño», pone de relieve.

La última semana de julio, la explotación ovina que Raúl Ramírez  tiene en El Valle sufrió «el primer ataque del lobo» y a partir de ahí la presencia del cánido en el entorno ha sido constante. «Si no vamos a poder estar en la sierra, los pastos se van a quedar sin aprovechar y nos iremos a otras zonas de la provincia», avisa.

El último censo del lobo realizado en Soria se remonta a 2013 y entonces de se contabilizaron cuatro manadas en el entorno de la provincia y hasta 2023 no se actualizarán estos datos. No obstante, la aplicación Infolobo se actualiza con los datos sobre avistamientos, huellas u otros indicios de la presencia de ‘canis lupus’. La teoría es que no son grupos estables, si no que se mueven desde el límite con Burgos, por la zona de Espeja de San Marcelino y Espejón; desde La Rioja, por Montenegro de Cameros; procedentes de Segovia, por la Sierra Pela; y se ha localizado algún ejemplar por Tierras Altas.

la gestión, «un fracaso».  Por su parte, el representante de la Asociación Soriana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza (Asden), Juan Luis Hernández, destaca que la política de gestión del lobo den Castilla y León «ha sido un fracaso», ya que no entiende que en una provincia como Soria, con el volumen de cabaña cinegética que albergan sus montes, no cuente con grupos estables. «En Soria ni hay manadas ni incursiones de lobos errantes procedentes de Burgos o La Rioja como se dice. Los ataques pueden ser de otros animales [...] No se trata de que haya 200 lobos, pero dos o tres manadas estarían bien para la provincia de Soria», argumenta.

En cuanto a la prohibición de la caza del lobo, Hernández afirma que «en Asden estamos muy satisfechos» por la decisión del Ministerio, «como el resto del movimiento conservacionista». A su juicio, «está demostrado» que el lobo es una especie amenazada y denuncia que la política autonómica provoca «indefensión para todos, también para los ganaderos».