Tras meses con cero casos, con normalidad casi absoluta e incluso sin obligación de utilizar mascarillas saltan todas las alarmas. Este fin de semana detectaron un brote con ocho casos, en Tianjin, China, o al menos esa es la versión oficial. A partir de ahí se pusieron en marcha protocolos de emergencia en toda la ciudad pero sobre todo en el distrito en el que reside la soriana Cristina García. En cuestión de horas se cerraron colegios y regresaron al teletrabajo. Gracias a esos controles según cuenta Cristina podrán regresar a la normalidad en menos de una semana. Su realidad es muy diferente a la nuestra, de hecho allí ni siquiera se habla de vacunas, ya que defienden la medicina tradicional. García cree que no llegarán a utilizarlas si no es estrictamente necesario. Lo que se ha convertido en una odisea es salir o entrar al país, solo hay vuelos a España una vez a la semana y sin escalas y el precio del billete puede llegar a ascender a 10.000 euros mientras que antes rondaba los 400 euros. Pero no solo eso, si decide salir del país ya no podría regresar. El gigante asiático tiene un control riguroso sobre los brotes y son la única región del mundo que ahora mismo a penas cuenta con positivos, o al menos, así lo hacen ver a su población.