Recuerdos de Copa

S. Recio
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El conjunto adnamantino ha disputado tres ediciones del torneo, la última en 1992, y algunos de sus jugadores rememoran ahora esa fecha

Recuerdos de Copa - Foto: E.G.M

Hay que remontarse 30 años atrás para recordar la última vez que la SD Almazán disputó una Copa del Rey. Fue en la temporada 1992/1993. Era la tercera vez que los adnamantinos disputaban la fase del KO, y por vez primera consiguieron pasar la primera ronda al eliminar al Real Ávila.

Fue después cuando cayeron ante el Numancia tras un contundente 4-0 en el antiguo campo de Los Pajaritos. Ahora lo recuerdan algunos de sus protagonistas. «Fue algo importantísimo para nosotros», cuenta con añoranza Ramón Muñoz. Otro de sus compañeros, Javier Mateo, reconoce que cuesta recordar los detalles. «Fueron días muy intensos», aclara. Junto a ellos está Toño Alfageme, ex portero del Almazán, pero también del Numancia en esa eliminatoria. «Pasé de héroe a villano», cuenta entre risas. En realidad sonríen los tres. Suele pasar cuando se piensa en esos tiempos.

Detalles. La plantilla del Almazán de esa época jugó dos Copas del Rey seguidas. En su primer año, en la temporada 1991/1992, pagaron la novatada ante un Salamanca que estaba por entonces en Primera División. «Ojalá nos hubiera tocado el Atlético de Madrid», comenta Ramón Muñoz con envidia sana. «Para nosotros eso era lo máximo y lo vivimos con mucha intensidad a pesar de la derrota», manifiesta el exjugador. Un año después llegaban los buenos momentos. El equipo peleaba de nuevo por el ascenso a Segunda B, y eso hacía que disputasen la competición ante el complicado Real Ávila. El 2-1 en casa y el empate en territorio abulense les permitía superar la primera ronda. «Estábamos en un gran momento, con un equipo con muchos jugadores comprometidos, nos dejábamos todo en el campo», cuenta con orgullo Javier Mateo, uno de los referentes de esa plantilla.

Caían posteriormente ante el Numancia en un derbi muy intenso que dejaba como justos ganadores a los rojillos en el doble partido. «Manda narices que justo fuese contra ellos», interviene de nuevo Ramón. «Jugué con fiebre ese partido, pero no se lo dije a nadie, jamás me lo hubiese perdido», reconoce ahora. No se supo más de la Copa del Rey en Almazán hasta ahora.

Amigo y rival. El caso más curioso de esa época fue el de Toño Alfageme. En la Copa de la 91/92 defendió los colores del Almazán. «No nos dieron opción», lamenta ahora. Un año después fichaba por el Numancia y el destino cruzaba al guardameta con sus compañeros. 

En La Arboleda se empataba a cero, y precisamente él era el gran culpable. «Paré un penalti a Luis Martínez, que además es un íntimo amigo», cuenta mientras inevitablemente aparece una sonrisa en sus labios. «Así es esto del fútbol», sentencia. Son recuerdos que ahora los tres buscan que sean anécdotas ante un nuevo capítulo. El Atlético de Madrid espera.