El cautivo de Peroniel y la Virgen de la Llana

Eduardo Muro
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El paso del tiempo y el descenso de la población en toda la zona no han impedido que la fiesta haya mantenido la misma esencia de siempre

El cautivo de Peroniel y la Virgen de la Llana

Es tiempo de Pentecostés, festividad  que celebra, 50 días después de la Pascua de Resurreción, la venida del Espíritu Santo, marcando el nacimiento de la iglesia cristiana y la propagación de la fe de Cristo. Por estas fechas, en plena explosión primaveral, coinciden algunas de las principales romerías y procesiones de la provincia de Soria, siendo una de las más destacadas, por su valor mágico, histórico y literario, la del Cautivo de Peroniel y la Virgen de la Llana.

El paso del tiempo y el descenso de la población en toda la zona no han impedido que la fiesta haya mantenido la misma esencia de siempre, hacer público testimonio de la fe de ambos pueblos hacia la virgen de La Llana,  siendo el forastero, es decir Peroniel, quien manda durante todo el día en el pueblo que guarda la imagen venerada, ofreciendo la fiesta como forma de dar las gracias a la virgen que liberó al Cautivo. 

Este año será especial para mis buenos amigos, el alcalde de Almenar, D. Amancio Gallego y su homónimo del barrio de Peroniel, D. Gustavo Estepa, que se estrenan en estas lides y que tendrán que hacer un abrazo y traspaso de bastones ‘virtual’. Lo mismo ocurrirá con el intercambio de los atributos religiosos entre D. José Antonio Pacheco Rincón y Don Isidoro Javier Gamarra de Miguel. Sin duda alguna, la adversidad de este año nos emplazará para el 2021, cuando volveremos a estrechar lazos entre ambos pueblos.

El cautivo de Peroniel y la Virgen de la LlanaEl cautivo de Peroniel y la Virgen de la Llanala leyenda. Juan Martínez Liso nos cuenta que Miguel Martínez Contreras, ‘el Cautivo’, era hijo de Juan Martínez Marrón, llamado ‘el Fuerte’ por sus actuaciones en las guerras de reconquista en la zona de Andalucía, y de Isabel de Contreras. Muy pronto Miguel siguió los pasos de su padre, el cual no solo le enseño el noble arte de las armas, sino que además, le inculcó el amor  y devoción que sentía hacía la Virgen de la Llana, a la cual rezaba en sus continuas visitas.  

A los 20 años abandonó su tierra y desde Toledo marchó hacia Andalucía con las tropas castellanas, siguiendo la lucha contra los musulmanes, en las que ya había participado su padre. Fue hecho preso en la toma de Algeciras y conducido a Argel, donde comenzaría su auténtico calvario. Bajo el yugo de un musulmán trabajaba de sol a sol, uncido a un  arado. Por la noche, lo recluían en una choza y dormía encadenado en un arcón. Sin embargo, los sufrimientos morales y físicos no hicieron que su fe menguara, sino todo lo contrario, su espíritu religioso se avivó y diariamente confiaba sus oraciones a la Virgen de la Llana. 

Ya en primavera, sus oraciones fueron acogidas y una madrugada, después de acostarse en el arcón, despertó frente al santuario de la Virgen de la Llana. Con gran emoción fue hasta el altar para dar las gracias a la virgen, mientras el pueblo entero se acercaba a comprobar por qué extraño motivo, las campanas no dejaban de sonar. Cuando llegaron al lugar, comprobaron con gran emoción que era Miguel Martínez Contreras, quien también reconoció a los suyos y a sus amigos de infancia. Desde entonces, en verdadera hermandad, ambos pueblos dan las gracias a la Virgen de la Llana, y celebran la fiesta del cautivo. 

El cautivo de Peroniel y la Virgen de la LlanaEl cautivo de Peroniel y la Virgen de la Llanacelebración. Las fuentes orales y la documentación escrita consultada coinciden en que la fiesta se hacía el segundo día después de la pascua de Pentecostés (aunque en otras, también aparece el tercer día). Esto significa que, si dicha Pascua se celebraba en domingo, la fiesta del Cautivo era dos días después, de ahí que los más mayores de las dos localidades recuerdan que antes, esta festividad era siempre en martes. Hoy se celebra el domingo de Pentecostés.

En las Actas del Ayuntamiento de Peroniel (1891-1915), se dice que la fiesta del Cautivo se celebra desde «tiempo inmemorial», aunque ya sabemos que esa coletilla se usa precisamente, cuando se desconoce la fecha exacta de algo. Hemos consultado otras fuentes documentales como, las Constituciones Sinodales del Obispado de Osma de 1584 (Biblioteca Pública de Soria, signatura SS A 29), que son un tipo de documentación donde se recogen las propuestas, recomendaciones o resoluciones para el buen gobierno del obispado. En ellas se determina entre otras cosas, las fiestas y vigilias que se han de guardar en este Obispado, o cómo y cuando se deben hacer las Procesiones. En esta documentación no aparece ninguna referencia a la romería del Cautivo de Peroniel hacia la ermita de la Virgen de la Llana, mientras que sí menciona otras que todavía se celebran, como la procesión de la Fuente de la Villa de Gómara.

En el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752, aparece un cuestionario previo de 40 preguntas relativas a diversos aspectos económicos y fiscales, que cada concejo debía responder. La pregunta 25 hace referencia a los gastos que el Común debía satisfacer, relativos ente otras cosas, a fiestas. Pues bien, ni en el concejo de Peroniel ni en el de Almenar se recogen gastos para la celebración de la fiesta del ‘Cautivo’.

La situación actual de Estado de Alarma nos ha impedido consultar otras fuentes como, los Libros de Carta Cuenta de la ermita de Nuestra Señora de la Llana o de la Iglesia de Peroniel, para intentar esclarecer un poco más, desde cuando se celebra esta fiesta. 

a principios del s.xx. Llegado el día, según varios periódicos de principio de siglo, el pueblo de Peroniel, tras un repique de campanas a las 9 de la mañana que anunciaba la llegada de la fiesta, se reunía en su iglesia parroquial, para después dirigirse en procesión todos juntos a la ermita de Ntra. Sra. del Socorro. Una vez allí, se emprendía de nuevo hacia el pueblo vecino, cada uno según los medios de que disponía. La mayoría iban andando o en mulas, siguiendo el llamado camino de ‘El Calvario’, para posteriormente coger la senda que les llevaría hasta Almenar.

La villa de Almenar, al divisar a la comisión del pueblo vecino, salía a su búsqueda. Ya en la pradera de entrada a la ermita de Ntra. Sra. de la Llana, se procedía al acto que más ha perdurado: el encuentro entre los dos pueblos con el intercambio de bastones de los alcaldes y los ornamentos sagrados (la capa pluvial) por parte de las autoridades eclesiásticas, y los saludos de pleitesía entre los portadores de la cruz, el estandarte y los pendones. A continuación, todos juntos en extraordinaria armonía se dirigían hacia el interior del templo, para empezar el Santo Sacrificio, oficiando de celebrante el Sr. Cura de Peroniel.

Terminada la misa, comenzaba un desfile multitudinario que se mantiene en la actualidad, hacia el camarín donde se encuentra la talla de la Virgen, para que cada persona bese su manto sacrosanto. En ese trayecto se pueden observar cantidad de ‘exvotos’, referencias de otros milagros atribuidos a la virgen.

Desde finales del siglo XIX, cada año, el pueblo de Peroniel hacía extensiva a las autoridades de Almenar, al Sr. Comandante del puesto de la Guardia Civil y al Sacristán de la parroquia de ese pueblo, una invitación para que asistan, tras la misa, al ‘refresco de costumbre’. Se trataba de un pequeño almuerzo, que siempre se realizaba después de la celebración de la misa, y que en tiempos, estaba compuesto de «chocolate, ¼ de tortilla para cada uno de los comensales y la cuarta parte de un queso que se repartía entre las familias de los comensales, siendo también obsequiados con pastas, cigarros y licores». Este ‘tentempié’ se celebró durante muchos años en las habitaciones aledañas a la ermita donde residía el ‘santero’ o guardián de la ermita, en ocasiones también en la propia pradera de enfrente de la ermita y finalmente en los salones de la planta baja del Ayuntamiento de Almenar, lugar donde se ha degustado hasta hace muy poco tiempo. Parece, según esta información y otras encontradas, que el almuerzo era presentado por Peroniel a los vecinos de Almenar, por el exquisito trato que siempre recibían. Desde 1969, fecha de la anexión de ambos municipios, lo realizaba Almenar, hasta hace muy poco en que se ha vuelto a perder, desapareciendo así una bonita tradición.

Finalmente, la despedida, un acto calcado al del encuentro, donde cada autoridad volvía a recoger sus atributos propios. En numerosas ocasiones, la despedida del pueblo de Peroniel se hacía por la tarde, respondiendo sin duda, a la fiesta que se originaba alrededor de la celebración del milagro del ‘Cautivo’. Eran frecuentes los partidos de pelota a mano, carreras de cintas a caballo o la celebración de obras de teatro representadas por vecinos de Almenar.

La sensación de la fiesta era la Feria de Ganados, gracias a la cual los festejos se prolongaban varios días. En ella se exponían ganados de toda la comarca, se les concedía pastos y paja gratis, al igual que se facilitaba alojamiento en el pueblo para sus dueños, mientras durase la feria.

Para amenizar todos los actos, se sabe, que por lo menos desde 1917 hasta 1927, Almenar dispuso de su propia Banda de Música, a la que en 1924, el señor cura le dio el nombre de ‘Acorde-Armónica La Esperanza’, siendo algunos de sus directores, Don Jesús Velilla (1924) o Don Justo Alcalde (1927). En El Avisador Numantino de 9 de junio de 1917 se específica que la banda la componían los siguientes señores: Pedro Úbeda Sánchez, Ángel Uriel, Melitón Gil, Juan Borobio, Jenaro Domínguez, Vicente Blasco, Marcelino Hernández, Vidal Largo, Jesús Uriel, Bienvenido Borobio, Emiliano García, Juan Martínez y Nicolás Borobio, siendo el organista durante la celebración religiosa D. Juan Martínez Borque.

Otros años, era la Banda Municipal de Música de Soria, la que se desplazaba hasta Almenar para amenizar la fiesta. 

encuentro especial en 1927. En Peroniel del Campo, existe un camino que llega hasta Almenar al que todo el mundo llama Camino de la Soledad. Se sabe que en dicho camino existía una ermita llamada con ese mismo nombre, aunque ninguna de las personas más mayores de esta localidad la ha conocido. Pues bien, en la celebración del Cautivo de 1927, el encuentro entre los dos pueblos se hizo en esta ermita de La Soledad.

Según El Porvenir Castellano de 9 de junio de 1927, el pueblo de Almenar reunido en el santuario de la Virgen de la Llana, «con las cruces y pendones de las cofradías se encamina con las autoridades a la ermita de la Soledad que es el punto de reunión con la del vecino pueblo de Peroniel, y llegados estos, el momento es de intensa emoción […], el cura de Almenar Nicolás Olalla se despoja de su capa pluvial y reviste con ella a su compañero D. Joaquín Aldea […], se asiste a los cambios de bastones de alcaldes y después todos unidos y acompañados de los dos pueblos, se dirigen al santuario de la Llana, donde son recibidos a los acordes del órgano y comienza la solemne misa en honor de la Virgen […]». La crónica es  muy precisa, pues aparte de los nombres de los dos curas, indica otros de autoridades, como el del alcalde de Peroniel, el Sr. D. Cipriano Borobio, o los de las niñas que cantaron la misa, Herminia Barranco e Inés Martínez, acompañadas al órgano por D. Juan Martínez. Igualmente se especifica quien era el Mayordomo de la ermita de la Virgen de la Llana y los auxiliares que sirvieron el almuerzo, D. Dionisio Escalada, D. Bonifacio Uriel y D. Juan Delso.  A las cinco de la tarde, y con el mismo ceremonial de la mañana, «recogen los bastones las autoridades de Almenar y son despedidas las comisiones del pueblo de Peroniel».

En el Reparto de Subsidio y Excusado del Obispado de Osma de 1700, se hace referencia a los impuestos que se tributaban en esta ermita de Nuestra Señora de la Soledad, y que por tanto, existió.

{*} Eduardo Muro Sanz es natural de Peroniel y licenciado en Geografía e Historia. Dedicado a todas las personas mayores de Peroniel y Almenar a las que tanto aprecio, y en especial a mi padre. Un abrazo enorme.