«Podemos aliviar la carga en Atención Primaria"

Nuria Zaragoza
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Representa a 177 colegiados que trabajan en las 62 oficinas de farmacia de la provincia pero, también, en farmacia hospitalaria, en la Administración, en distribución... De las 48 farmacias rurales, 14 tienen Viabilidad Económica Comprometida

«Podemos aliviar la carga en Atención Primaria

La cruz de la farmacia nunca se apaga. Son los profesionales sanitarios de cercanía, de confianza. El 27 de septiembre celebraban su día, una fecha en el calendario para ratificar su compromiso por un mundo más saludable. También, sus ganas, entusiasmo y, sobre todo, profesionalidad, para ser parte activa del sistema sanitario. El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Soria, Javier Alonso, repasa la situación del sector en Soria y los retos para el futuro.

¿Cuántos colegiados hay en Soria? 

Hay 177, que van desde los 23-24 años de los recién graduados hasta farmacéuticas en activo de más de 70 años. Más del 65% son mujeres y, aunque obviamente la mayoría trabajan en oficinas de farmacia, tenemos farmacéuticos en la Administración, de hospital, analistas, en Microbiología, en distribución... 

¿Cómo es la red de farmacias de la provincia? 

Llegamos a más del 95% de la población. La capilaridad que tiene la farmacia de Castilla y León -y de Soria- siempre ha sido uno de nuestros puntos fuertes. En la provincia ahora hay 62 farmacias (de las cuales 14 están en la capital) y 19 botiquines.

En España hay una farmacia por cada 2.100 habitantes. En Soria, una por cada 1.400. ¿La red actual está bien dimensionada, o sería necesario asumir algunos ajustes?

La red está bien dimensionada. En algunas Comunidades Autónomas hay municipios con más de 1.000 habitantes que no tienen ni botiquín, mientras que en Soria hay municipios de cien habitantes que tienen farmacia. Eso es un valor. ¿Habría que modificarlo? Habría que hacer un estudio a fondo de las necesidades, porque hay farmacias que sería suficiente si fueran un botiquín, y hay botiquines que podrían ser farmacia, como es el caso de Vinuesa. Luego hay poblaciones como Ágreda y Ólvega, donde hay solo una farmacia y, por población, quizá podría haber más. 

¿Ya se trabaja en ese estudio?

En Castilla y León funcionamos a través del Consejo Autonómico, donde hay cuatro comisiones. En una de ellas se trabajan estos asuntos, pero ahora mismo lo cierto es que esa comisión no está dentro de las prioridades. 

Hay farmacias en núcleos tan pequeños que su viabilidad económica está comprometida. ¿A cuántas se les aplica el índice corrector del margen? 

Este año hay 14 farmacias VEC (Viabilidad Económica Comprometida), pero el año pasado había 17. Esa disminución se debe, sobre todo, a cierres. Abejar, por ejemplo, cerró porque hubo concurso en Madrid y la farmacéutica se fue a Madrid. 

¿Cuántas farmacias han cerrado en los últimos años en Soria?

Desde que soy presidente, cinco, principalmente por traslado de los farmacéuticos a otras provincias. 

¿Y no había opción de relevo?

Depende del concurso, no se puede. En algunas Comunidades, como Madrid, sí se permite traspasar la farmacia; pero, por ejemplo, en el concurso de Cantabria obligaban a cerrar. Es lo que pasó en Santa María de Huerta, donde la farmacéutica se fue a Cantabria y esa farmacia se cerró, y se abrió directamente un botiquín. 

El cierre de la farmacia de Villar del Río ha sido el más polémico.  ¿Por qué cerró en esa caso? 

El farmacéutico de Villar del Río se presentó al concurso de Madrid, consiguió oficina de farmacia en Madrid y, como no obligaban a cerrarla, él intentó venderla, pero no lo consiguió. La farmacia está ahí pero se ha tenido que convertir en botiquín porque hay que dar un servicio. 

¿Hay opciones de reabrirla?

Hay que tener en cuenta que en todos los pueblos de la comarca no se llega a 600 tarjetas sanitarias. En Villar del Río, cuando había farmacia, no se llegaba ni a 50 tarjetas. Es cierto que es una zona complicada, de difícil acceso, y por eso se está intentando que, a través del reconocimiento como 'zona especial comprometida', se pueda abrir, pero eso de depende que se haga un concurso a nivel autonómico, donde no solo entraría Villar del Río sino que entrarían también otras farmacias de otras provincias. Todo lleva sus pasos y en ellos se está.

¿Sería viable una farmacia en Villar del Río? Ahora mismo es botiquín y está perfectamente servido y cubierto por la oficina de San Pedro Manrique. El problema es que ni siquiera los días que está abierto el botiquín va toda la gente que podría ir, y algunos reconocen que van a La Rioja. En su día se hizo un estudio, y no iba la gente. Además, el botiquín se abre tres días y el médico va menos días, dos. Entonces, hay que analizar la situación. Pero yo creo que, si se abre una farmacia ahí, será probablemente una farmacia VEC. 

Para un farmacéutico entiendo que una oficina de ese tipo no es muy atractiva... ¿podría ser que se ofreciera en concurso y quedara desierta?

Entiendo que, si no se ha abierto antes cuando se podía haber vendido o traspasado la farmacia, obviamente será porque no hay nadie interesado. Comentan que hay varios farmacéuticos interesados, pero desde el Colegio nunca hemos visto esa lista. 

Y es cierto que en verano la población aumenta, pero las farmacias rurales no viven de los dos meses... 

¿Hay riesgo de más cierres?

Obviamente, el problema de la despoblación está ahí, pero a corto plazo no esperamos ningún cierre. Ahora mismo está cerrada Borobia pero es una situación personal de la farmacéutica, que ha pedido un cierre temporal. 

¿Se deberían promover acuerdos con la Administración para evitar el cierre de farmacias rurales?

Para eso está el índice corrector, pero no deja de ser un parche. 

¿Y es suficiente ese índice corrector?

Los farmacéuticos te dirán que no, y yo también creo que no. Creo que lo que hay que hacer es llegar a acuerdos con la Administración y que las farmacias atiendan servicios profesionales que estén remunerados. De hecho, hay una ley que afecta concretamente a las farmacias VEC donde se recoge lo que tienen que hacer para recibir el índice corrector. Lo que se pide es que en esa ley aparezca un pago por los servicios profesionales que se pueden hacer, como el SPD (Sistema Personalizado de Dosificación), la toma de tensión, analíticas...  En eso se está trabajando a nivel nacional, en ver qué servicios profesionales podemos asumir dentro de la Administración (que hay muchos), y que estén remunerados. 

¿Se deberían dar más competencias al farmacéutico y reforzar así la capacidad asistencial del sistema sanitario?

Desde luego. En pandemia se ha visto que, según iban cerrando los centros de salud, los únicos profesionales sanitarios que permanecían abiertos eran los farmacéuticos, que además son el profesional más cercano, al que primero acude el paciente.  Obviamente los farmacéuticos podemos ayudar en muchas cosas para aliviar la carga en Atención Primaria. 

En la farmacia a diario ayudamos al paciente a que se baje la hoja de medicación, a pedir su cita a través de la aplicación del Sacyl Conecta... Y una cosa que se podría hacer es, como tenemos comunicación bidireccional con el médico a través de la receta electrónica -aunque no todo lo buena que nos gustaría-, que el propio farmacéutico pueda pedir la cita  para renovar o aumentar la dispensación de la medicación. Me consta que en otras Comunidades lo hacen. 

Se ofrecen continuamente para colaborar, pero pocas veces les tienen en cuenta. ¿Por qué cuesta tanto a los dirigentes dar más competencias al farmacéutico para que sea parte activa del sistema sanitario? 

Con la anterior consejera de Sanidad [Verónica Casado], de Ciudadanos, no había comunicación. Llegamos a hacer un estudio de los efectos secundarios de la vacuna covid con más de 4.000 encuestas (a nivel nacional hicieron el mismo estudio pero con 300 pacientes de hospitales) y ni nos escucharon. Ahora, con Alejandro Vázquez, del PP, tenemos mejor sintonía y es más proactivo para contar con nosotros. 

Con la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria, ¿hay buena sintonía?

Tanto con la jefa de Sanidad, Elena del Vado, como con el gerente, Enrique Delgado, la comunicación es muy buena.

¿Y con los Colegios de Médicos y de Enfermería de Soria?

Las relaciones son muy buenas porque tenemos claro los tres colegios que nuestra prioridad es la misma, el paciente y su salud. Nos compaginamos y compenetramos en ese objetivo. 

La ciudad de Soria se expande hacia algunas zonas, ¿se prevé la apertura de alguna farmacia nueva?

Eso depende de la Comunidad Autónoma. 

El COF desarrolla, al amparo de un convenio con la Diputación, un proyecto piloto para la mejora de la adherencia terapéutica de los pacientes en el medio rural, ¿cómo funciona? 

El proyecto Megara está funcionando de manera espectacular y cada año la Diputación se vuelca más con nosotros financiando este SPD porque se ha visto que funciona y que ahorra dinero al sistema sanitario. Se ahorran consultas, ingresos... Además, las encuestas de satisfacción de los pacientes están por encima del 90%. Es tan bueno que se está copiando el proyecto en todo España. 

Es beneficioso para el sistema y a las farmacias les supone un valor, ya que está dentro del adndel farmacéutico poder ayudar a la población. 

En una provincia tan envejecida y dispersa como Soria, y viendo el éxito del programa Megara, ¿podría resultar interesante el servicio de atención farmacéutica domiciliaria?

En Megara hablamos de que el SPD lo recoge el paciente en la farmacia y esos pacientes son vistos por médicos, enfermeros, los Ceas y el farmacéutico. ¿Llevar ese servicio al domicilio sería posible? Se está valorando y es una de las comisiones en las que se trabaja ya, para protocolizar todo esto. En pandemia ya se hizo algo y se está trabajando en ello, sobre todo con los medicamentos de uso hospitalario y de dispensación hospitalaria. 

El Colegio mantiene también un convenio con Caja Rural de Soria, ¿en qué consiste esa alianza?

Caja Rural hace honor a su nombre y en el COF nos preocupamos por el medio rural, por tanto, esa alianza es natural. El convenio lo que promueve es que la facturación de todos los meses se cobra a través de Caja Rural y, a cambio, recibimos un dinero que es uno de los principales pilares del COF, ya que somos un colegio pequeño con un presupuesto limitado. 

El farmacéutico es el sanitario más cercano. El año pasado se puso en marcha una iniciativa para repartir 4.000 guías para combatir la violencia de género. ¿Hace falta reforzar ese papel ante la sociedad?

Esa iniciativa fue con la Consejería. Y a lo largo de la pandemia también se puso en marcha la 'mascarilla 19' para pedir ayuda y se formó a los farmacéuticos para saber cómo actuar. Son pequeñas cosas que suman. 

Las farmacias asumen una labor social, pero también investigadora, y ahí tiene un papel clave la red de farmacias Centinela. 

Son 170 farmacias seleccionadas de forma estratégica en la Comunidad,  que representan a todo tipo de oficinas del territorio. De estas, seis están en Soria (una en la capital). Su objetivo es vigilar la seguridad de los medicamentos y, además, desarrollan proyectos de investigación que contribuyen a mejorar la seguridad de los pacientes. Las 4.000 encuestas que mencionaba antes para conocer los efectos de la vacuna covid se realizaron por la red Centinela. Las farmacias se forman, y recogen datos para poder extrapolar al resto. 

A menudo escuchamos que hay desabastecimiento de algunos medicamentos, ¿cuál es la problemática real?

Por suerte ahora hay especialidades genéricas, pero también es cierto que hay medicamentos que no se pueden sustituir por otros, y eso supone que el paciente tiene que volver a ir al médico y cambiar el tratamiento, y es un problema para las oficinas de farmacia, porque no podemos hacer nada. 

¿Nos automedicamos demasiado?

Es cierto que la gente se automedica, pero cada vez menos. Porque vienen a la farmacia a preguntar y siempre promovemos un uso racional del medicamento. Ahora no hay el abuso que había antes, por ejemplo, con el uso de antibióticos, del Ibuprofeno...

Son establecimientos abiertos al público. Algunos días, de hecho, las 24 horas del día. ¿Cómo les está afectando la subida del precio de la energía, de los suministro…?

El problema que hay es que sube la factura de la luz, el gas, la calefacción...  y el precio del medicamento es el que es y, encima, no hace nada más que bajar. Entonces, solo puedes suplirlo con los productos de parafarmacia, pero tampoco los puedes subir mucho. A las farmacias, como al resto, esta situación les está suponiendo una merma de ingresos. 

En momentos de crisis, ¿la gente llega a prescindir de sus medicamentos por no poder pagarlos?

Por desgracia, sí. Algunos prescinden y otros tienen que acudir a Cáritas, Cruz Roja... para que les ayuden a pagarlos. 

'Somos farmacéuticos: asistenciales, sociales y digitales', ha sido el lema elegido para el 22 Congreso Nacional Farmacéutico. Cuéntenos qué conclusiones han sacado de ese foro. 

Estuvimos en Sevilla, donde coincidía con el Congreso Internacional, y han sido unas jornadas de locura. Hemos estado los presidentes de todos los colegios y se han abordado temas como la digitalización del paciente, los servicios profesionales... Han sido días de mucho trabajo donde han surgido infinidad de ideas y donde la farmacia se ha visto reforzada y se ha puesto en valor su trabajo en pandemia, donde se ha visto un colectivo fuerte  que ha estado al pie del cañón en todas las modalidades y que ha sido un ejemplo de profesionalidad. 

El COF acaban de renovar la Junta Directiva, ¿cuáles son las prioridades más urgentes?

Es una Junta con caras nuevas, jóvenes y con ganas de trabajo. A nivel de Colegio se está trabajando por reforzar el SPD, reforzar las charlas en el medio rural... y hemos conseguido traer a Soria una jornada el próximo 19 de octubre sobre enfermedades raras que organiza el Foro InnovaER. 

A medio-largo plazo, ¿qué retos marca?

Tenemos dos objetivos: trabajar en esa dispensación colaborativa para llevar, por ejemplo, los medicamentos de diagnóstico hospitalario al paciente;y ver cómo podemos aliviar la carta de trabajo de Atención Primaria. 

¿Es necesario avanzar también hacia un cambio de modelo?

En cuanto a la titularidad de una persona, de un farmacéutico, no tiene que cambiar, porque eso asegura una profesionalidad. Si empezamos a convertir una farmacia en pequeños almacenes, se carga el modelo. 

Las farmacias nos estamos transformando, sobre todo a nivel digital. Ahora bien, hay que diferenciar la digitalización con las plataformas de venta por internet. El e-commerce en farmacias no tiene sentido. 

En servicios profesionales sí tiene que haber un avance, y lo hay. Cada vez ofrecemos más: SPD, seguimiento farmacoterapéutico, indicación, dispensación... 

Lleva casi cinco años en la presidencia, ¿qué balance hace y hasta cuándo le gustaría estar?

Han sido años complicados a nivel personal y profesional, y la pandemia ha sido muy dura. El Gobierno no nos decía nada y teníamos que adaptarnos a diario. Ha sido un desgaste pero, en general, estoy satisfecho. Estoy dispuesto a seguir pero es importante también que haya gente joven para, en su momento, dar el cambio, porque considero que es bueno y sano.