El consejo de Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, afirmó hoy en Ávila que "la única solución para el problema del lobo en Castilla y León es un cambio de gobierno a nivel nacional" porque "cuando el Partido Popular gobierne al día siguiente derogará esa ley que tantísimo daño está causando a la ganadería de Castilla y León".
Suárez-Quiñones hizo estas declaraciones en marco de una jornada organizada por el PP de Castilla y León sobre 'La agricultura, la ganadería y los recursos cinegéticos en el debate político", que se ha celebrado en la capital abulense. Intervino en este acto para referirse, "principalmente, al problema del lobo en nuestra región", una situación, dijo, "agravada por la actuación en contra que por motivos políticos lleva a cabo el Gobierno de Pedro Sánchez contra Castilla y León en varios ámbitos, también en este".
Suárez-Quiñones se refirió a la "sobre protección del lobo por parte del Gobierno de España, sólo por razones ideológicas, nada objetivas, sin ninguna justificación medioambiental", una cuestión que "es una afrenta más de Sánchez con Castilla y León, y que tiene en jaque a a toda la ganadería regional, en especial a la de Ávila", como una de las que más ataques recibe por parte de las manadas de lobo.
El consejero comentó "la batalla que tenemos entablada en los tribunales y en Europa, porque no vamos a tolerar que se cambie nuestra forma de vida, nuestro medio rural y la riqueza de un recurso fundamental como es la ganadería y los productos derivados de esa ganadería, y en ese sentido sabemos que la única solución", destacó, "es un cambio de Gobierno, cuando el Gobierno de España sea del PP, y al día siguiente pueda derogar esa orden ministerial que tantísimo daño está causando a la ganadería".
Además de la problemática del lobo, Suárez-Quiñones se refirió a otras cuestiones que afectan a los ganaderos y agricultores de la Comunidad, como "las tensiones derivadas de la escasez y el encarecimiento de determinados productos, y el coste de una energía eléctrica descontrolada por un gobierno que tiene una política económica errática". También criticó "la subida de impuestos a los autónomos y de todo tipo frente a la política de rebajas tributarias por parte del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco".