Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Pedro Sánchez no tiene remedio

11/05/2022

Esperanza Casteleiro. La nueva directora del CNI, más allá de ser la Secretaria de Estado de Defensa, y ex Secretaria General del propio CNI, es una mujer de reconocida trayectoria en los servicios de inteligencia.

No le servirá de nada: también Paz Esteban es una mujer de reconocida trayectoria en los servicios de inteligencia, y sin embargo el presidente de gobierno ha entregado su cabeza a quienes ponían precio a su apoyo para culminar la legislatura.

Pedro Sánchez no tiene remedio. No le importa España, lo hemos repetido hasta la saciedad. Tampoco le importan los españoles. Ni su partido. Es un ególatra en grado sumo, al que solo le satisface el poder aunque eso suponga destrozar biografías, dar responsabilidad a mediocres y promover políticas que empobrecen a los españoles y deja muy tocado el crédito de España en el mundo. Ha dejado tocada también al único miembro del Ejecutivo que ha demostrado tener principios inamovibles, Margarita Robles. La ministra de Defensa ha aceptado el cese de Paz Esteban, y aunque sinceros, sorprendían sus elogios al CNI y a la propia Esteban, merecidos elogios, si no ha sido capaz de enfrentarse al presidente para defender a quien no ha tenido más pecado que cumplir con su deber.

La noticia del cese de la directora del CNI no es solo triste porque se deja fuera de juego a una profesional de prestigio, que no puede defenderse porque su profesión la obliga a mantener la discreción más absoluta sobre el día a día de su trabajo. Es una noticia triste porque demuestra una vez más que España cuenta con un presidente capaz de todo, incluso de lo más indeseable, para salirse con la suya. Este martes 10 de mayo pasará a la historia como el día que Pedro Sánchez se arrugó ante los sediciosos, cedió ante el chantaje de los herederos de ETA, y aceptó las exigencias de quienes han perpetrado una intentona de sedición, intentona golpista, en Cataluña.

Los esfuerzos del gobierno por poner el acento en los fallos de seguridad con varios ministros, diferenciándolo del control a los independentistas, es ridículo. Primero, porque si efectivamente ha habido ministros controlados por potencias extranjeras, seguro que hay razones para que el CNI no lo detectara; o, para después de detectarlo, no informar sobre ese espionaje externo. Aunque esas razones nunca serán explicadas porque en el CNI la discreción es absoluta, obligada, y el gobierno dará la versión que le convenga aunque no se ajuste a los hechos. Segundo, es ridículo poner el acento en los posibles fallos de seguridad de varios ministros porque está claro que desde hace días, desde antes de conocer que varios ministros habían sido espiados -si lo fueran, este gobierno ha mentido y engañado todo lo que ha querido- ya estaba decidido el cese de Paz Esteban para contentar a los miembros podemitas del gobierno y a los miembros de los partidos que prestan apoyo externo al gobierno.

Pobre España.