Silvia Garrote

JALÓN POR LA VEGA

Silvia Garrote

Periodista


Ayudas, pero no solo ayudas

29/10/2022

Llegaron las ayudas al funcionamiento para Soria, y después de tanta espera, no han resultado como esperábamos. Que conste que me parece positivo que por primera vez la agenda contra la despoblación se concrete en ayudas de este tipo. Hace unas décadas hubiera sido imposible hablar de compensar de alguna manera a los territorios especialmente despoblados, desiertos entre los desiertos, como Cuenca, Soria y Teruel; de reconocer las desventajas competitivas de sus empresas, de intentar revertir una situación que no parece tener arreglo. Y en este punto es justo reconocer el trabajo de Teruel Existe, primero, y de Soria ¡Ya! después, y del resto de fuerzas que se han sumando a la presión para que finalmente se cumpliera con la posibilidad contemplada por Europa, si bien la fuerza electoral ha sido la que más ha pesado.
¿Le beneficia a una empresa el descuento en las contingencias comunes de sus trabajadores de un 5%? Sí, claramente. ¿Es atractiva la rebaja de un 15 o 20% para las nuevas empresas? También. Ahora mismo es tan complicada la situación empresarial, por toda la coyuntura económica, que cualquier respaldo es bienvenido. ¿Son suficientes estas ayudas para atraer empresas y revertir la situación poblacional de Soria? En opinión de la que suscribe, de ninguna forma.
Tras el anuncio, y posteriores explicaciones, incluidas las del propio presidente del Gobierno in situ en Soria, llegaron los cálculos, las comparaciones, las quejas, las peticiones de que sean más ambiciosas (hasta el tope que permite Europa), que se contengan rebajas en todo el coste laboral, que lleguen también a los autónomos, que se contemplen en el porcentaje máximo los municipios con más de 1.000 habitantes, que la Junta de Castilla y León debería completar la fiscalidad diferenciada… y el tema seguirá coleando, porque, no podemos olvidar, los partidos políticos ya han dado el pistoletazo de salida a las elecciones municipales de 2023. 
A lo que vamos. No soy optimista respecto a la llegada de empresas por estas ayudas. Es una medida, pero insuficiente para que Soria resulte atractiva para la llegada de empresas, y por ende, de nuevos habitantes. A la cuestión innegable de que un gran territorio fuera del litoral y las grandes ciudades no resulta atractivo para vivir, por múltiples razones -entre ellas, psicológicas y sociológicas- se suma el hecho de que la provincia de Soria tiene importantes hándicaps que también influyen a la hora de resultar elegible: faltan infraestructuras de todo tipo y especialmente digitales, por un lado; la vivienda, que antes no era un problema de primer orden en esta provincia, ahora sí lo es; hay evidente falta de mano de obra (problema que compartimos con el resto del viejo mundo) y adolecemos de servicios públicos básicos, sobre todo a nivel sanitario (lo de la falta de una unidad de radioterapia no tiene nombre a estas alturas). 
Y además, falta un plan. Desde mi punto de vista, los proyectos que han cambiado ciudades y provincias tienen en común una estrategia encaminada a destacar mucho en un sector (ya sea turístico, digital, gastronómico…) y no un poquito en muchas áreas. Y eso también hace falta en Soria, una apuesta clara y rotunda e ir todos a una. ¿Apostamos por el asentamiento de nuevas empresas? Pues fuera toda barrera fiscal. ¿Apostamos por el deporte, el medio ambiente, las energías renovables, el turismo micológico o el coliving de personas mayores? Pues a por ello, a gran escala, con objetivos claros y medibles y presupuesto. Lo demás se quedará en brindis (electoral) al sol.