Bienvenidos al nuevo cole

Patricia Blázquez
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'Conciliamos' se ha convertido en una prueba general para la vuelta a las aulas en septiembre. Casi 150 niños participan en este programa en Soria, desarrollado en el colegio Infantes de Lara

Bienvenidos al nuevo cole - Foto: Javier Rodenas Pipo Javier Ródenas Pipó

Los balones, combas, peonzas y el resto de juguetes comunes en cualquier patio de colegio se han sustituido este año por las mascarillas, el gel hidroalcohólico y juegos reinventados para respetar la distancia de seguridad. Son los grandes cambios a los que se están enfrentado los niños y niñas que participan este verano en el programa ‘Conciliamos’, que este año cuenta con un presupuesto de dos millones de euros en la Comunidad, más del doble que  la temporada estival pasada. Este incremento se debe a la introducción de importantes novedades para adaptar el plan a la nueva situación sanitaria y preservar al máximo la salud de los niños, familias y monitores que participan en el proyecto.

Después de varios años como coordinadora de la iniciativa en León y Ponferrada, Gloria Merayo se estrena en la provincia de Soria con esta edición tan especial, marcada por la pandemia, además de contar con un estricto protocolo de actuación frente al coronavirus. Merayo sigue de cerca los pasos que se llevan a cabo en el Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Infantes de Lara de la capital, el único centro escolar encargado de acoger a todos los niños de Soria inscritos en esta iniciactiva de conciliación, que se ha convertido en una especie de prueba general de cara a la próxima vuelta al cole en el mes de septiembre. A pesar de que ha bajado el número de inscripciones respecto a otros años, la metodología y medidas que se están utilizando ayudarán a encaminar las actuaciones cuando los escolares regresen de nuevo a las aulas.

Modificaciones. La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León se ha visto obligada a modificar las condiciones de este plan, que tiene por objeto favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral de los padres de los menores. Una de estas variaciones es la aparición del llamado monitor burbuja. «Cada instructor es responsable de nueve niños, mientras que otros años la media era de 18 o 20», explica la coordinadora. De esta forma, en caso de emerger un brote, se facilitan las labores de rastreo y seguimiento del virus, puesto que los chicos están separados, controlados y cada uno tiene su espacio en el patio y el aula. Respecto a los niños que tienen necesidades educativas especiales,  «este año podemos decir que practicamente hay un educador para cada uno. Además de esta ventaja, se está funcionando muy bien porque son menores que ya habían venido otros años y conocen muy bien a sus monitores».

Otro de los cambios reseñables que ha sufrido ‘Conciliamos’ para adaptarse a la nueva situación sanitaria ha sido la división en tres periodos para la presentación de solicitudes. En el caso de Soria, en la primera etapa (del 24 de junio al 17 de julio), ha habido un total de 71 niños; en la segunda (del 20 de julio al 7 de agosto), 46; y en la tercera (del 10 al 31 de agosto), participarán 28. En total casi 150 niños están experimentado y van a experimentar las nuevas normas sanitarias implantadas en los centros escolares.

Asimismo, se ha ampliado el horario normal del programa, con la implantación del servicio de comedor (de 14.00 a 16.00 horas) y el turno de tarde (de 16.00 a 20.30 horas). En Soria, ambas novedades no han salido adelante, ya que para poder ofertarlas era necesaria la inscripción de un mínimo de 15 alumnos. Respecto a esta adición, desde la Junta señalan que en ningún caso los menores pueden permanecer durante más de ocho horas diarias en el programa.

Marta Gómez, monitora en el Infantes de Lara, señala que los niños, de edades comprendidas entre los tres y 12 años, pueden llegar al colegio desde las 7.45 hasta las 10.00 horas, mientras que el horario de salidas oscila entre las 13.00 y las 15.15 horas. «Intentamos que los niños pasen el máximo tiempo posible al aire libre, por lo tanto, hasta las 12.00 de la mañana cuando ya empieza a hacer mucho calor en el patio, hacemos juegos dirigidos en los que no hay contacto físico». Los chavales también cuentan con tiempo de recreo, en el que pueden   esparcirse libremente, cumpliendo y respetando siempre el protocolo de actuación y medidas de seguridad. A partir del mediodía, reservan una hora para las manualidades, «cada día hacemos una diferente y todos los niños se traen su propio material para que no compartan en ningún momento herramientas», aclara la monitora.

La prórroga de la programación a agosto es otra de las variaciones que ha sufrido el programa, hasta ahora con fecha límite en julio.

Adaptación. El uso de las mascarillas, la desinfección del calzado al entrar al recinto y el lavado frecuente de manos y uso de gel hidroalcohólico son algunas de las disposiciones que se deben cumplir en el centro. Gómez subraya que los niños «se han adaptado muy bien porque han entendido muy rápido las especialidades de la situación». A pesar de que muchos alumnos no es la primera vez que partipan en ‘Conciliamos’, han entendido que las circunstancias han cambiado y están respetado todas las particularidades, entre ellas, la prohibición de cambiar de pupitre. Por su parte, la coordinadora añade que «aunque al principio si ha costado, la nueva rutina ya se ha instaurado en el Infantes de Lara».

Los más pequeños, concretamente los menores de seis años, no están obligados a llevar mascarilla, pero aún así «muchos de ellos las visten porque están acostumbrados  a usarlas en la calle y en sus casas», indica la coordinadora.

Para los padres tampoco ha sido facil este periodo de adecuación, puesto que la Junta de Castilla y León exige que «con 14 días de antelación los progenitores o representantes legales de los niños hagan una declaración jurada, manifestando que no han tenido contacto con gente positiva en COVID-19 y además no tienen ninguno de sus síntomas como el cansancio, la fiebre o la tos», informa Gloria Merayo.

También tienen prohibido el acceso al patio y a las aulas y deben informar diariamente de la temperatura que tienen toda las mañanas sus hijos. «En este sentido, estamos muy satisfechos porque han sido muy responsables. Cuando alguno de los menores ha tenido fiebre por cualquier otra causa ajena al coronavirus, no ha venido al colegio». Padres e hijos están muy concienciados y así se refleja en el desarrollo del programa, que ha transcurrido con mucha tranquilidad y sin ningún tipo de incidencia.

Desafíos. Los instructores han tenido que reinventarse para cumplir con las exigentes normas sanitarias implantadas por el Gobierno regional. Cada día se enfrentan a un reto diferente, intentando variar las actividades, en gran parte limitadas por el cumplimiento de la distancia interpresonal. El soldadito inglés modificado y las carreras individuales son algunos de los juegos utilizados por estos monitores de ocio y tiempo libre, que este año han suspendido la tradicional fiesta del agua y las gimkanas. El objetivo, como señala Ludi Martínez, monitora-responsable del programa en Soria, es intentar divertirse, sin perder en ningún momento de vista la separación entre nosotros para cumplir con la distancia mínima de seguridad. Y aunque el reto no este siendo fácil para ninguno de los partipantes, este ensayo estival en las aulas servirá para aprender y coger experiencia ante la inminente llegada del nuevo curso escolar 2020-2021.