"Nosotros no tenemos lista de espera"

A.I.P.
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Desde hace más de tres meses los profesionales del servicio están en formación continúa para sacar el máximo partido a las instalaciones, que cuentan con tecnología de última generación y con un espacio totalmente renovado

"Nosotros no tenemos lista de espera" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Podría haberse jubilado, después de casi cuatro décadas en activo, pero la puesta en marcha del nuevo Servicio de Rehabilitación del Complejo Asistencial de Soria le ha retenido al frente del área. Continuará, al menos, hasta que la ampliación de la cartera de servicios (rehabilitación cardíaca y rehabilitación del suelo pélvico) sean una realidad. María Pilar Alvo Izaguirre cuenta en esta entrevista cómo ha sido el cambio a unas dependencias con «tecnología de última generación» y que han mejorado, sustancialmente, tanto la atención a los pacientes como el trabajo de los sanitarios, que llevan en formación desde hace más de tres meses. La jefa del servicio pone el acento en la profesionalidad de la plantilla y en el «buen ambiente» de trabajo, algo que se percibe nada más traspasar el umbral de la sala de espera y de las distintas estancias de Rehabilitación.

Con el Servicio de Rehabilitación se estrenó el nuevo edificio del hospital Santa Bárbara. ¿Qué balance hace de estos dos meses y medio?

Hemos mejorado muchísimo en instalaciones y en aparataje. Estamos todavía en etapa de formación y adaptación. Hacía muchos años que no se compraba nada, tenemos ahora unos aparatos de última generación, que en pocos sitios tendrán. El paciente es el que mejora. Tenemos una piscina estupendísima, toda la dotación nueva y personal joven. 

Se ha ampliado la cartera de servicios con rehabilitación cardíaca, del suelo pélvico y otras terapias. ¿Cómo se van implantando?

No están aún. Lo instauraremos de forma progresiva. Para la rehabilitación del suelo pélvico van a venir al mes que viene a enseñarnos cómo funciona el aparato y una médico y dos o tres fisioterapeutas van a ir a Guadalajara para aprender. Desplazarse Valladolid, Burgos, Segovia... es un castigo, a Guadalajara son 150 kilómetros por autovía. Y la unidad de Guadalajara es muy buena.

Para la rehabilitación cardíaca dependemos de los cardiólogos y, tanto ellos como nosotros, tenemos que formarnos.

¿Qué plazos manejan?

Siendo optimistas, creo que la rehabilitación del suelo pélvico estará en septiembre, para algunas cosas, incontinencia, fundamentalmente. Pero la cardíaca no lo sé...

La dotación está ahí...

Es estupenda, pero se necesita formación, no se puede implantar sin más. Las unidades de rehabilitación cardíaca están formadas por cardiólogos, rehabilitadores, enfermeros y fisioterapeutas.

¿Cómo es la coordinación de Rehabilitación con otras áreas?

Para la rehabilitación del suelo pélvico hay que hacerlo con ginecólogos y urólogos. Todo no se va a poder tratar, tendremos que ir poco a poco, primero con lo que sea más importante.

¿Qué plantilla tiene ahora el Servicio de Rehabilitación?

Hay cuatro médicos, trece fisioterapeutas, tres terapeutas ocupacionales y los auxiliares. Luego están los fisioterapeutas de Primaria. Hay mucha gente interina, por lo que queremos que los que aprendan tengan una continuidad segura, no podemos cambiar continuamente. Es gente joven y creo que seguirán. Los fisioterapeutas están ilusionados.

Se requiere formación... y, en personal, ¿qué más necesitan?

Médicos, sí. Confío en que amplíen la plantilla, porque abrir dos unidades nuevas con los mismos y sin generar lista de espera es difícil.

¿Hay dificultades para encontrar especialistas en Rehabilitación que quieran venir a Soria?

Muchísimas. De los que han acabado Rehabilitación en Castilla y León ninguno se plantea venir a Soria. Acaban de ser las oposiciones, estamos esperando que se resuelva la OPE, pero la plaza de Soria, una interinidad, no ha salido. Es que hay problemas porque no hay médicos rehabilitadores.

¿Es una de las especialidades con menos profesionales?

No hay médicos rehabilitadores, cuesta mucho. Además, les ofertan en Madrid y en otras ciudades grandes y prefieren quedarse allí, por todo. Son hospitales más grandes, aunque luego cuando vienen aquí, se quedan, pero hasta que vienen... Eso sí, los que han venido se han quedado muchos años.

¿Ayudará que el hospital Santa Bárbara sea universitario?

Creo que no, porque no se van a crear plazas de residentes para Rehabilitación. Hoy por hoy, no me lo planteo porque me parece que hay que tener un mínimo de seis médicos, tendrían que hacer muchas rotaciones y ahora mismo el servicio no está preparado.

El hecho de contar con la Facultad de Fisioterapia es un punto a favor para el área.

No hay ningún problema, están muy bien formados, da gusto cuando vienen los jóvenes porque son estupendos. Tienen ímpetu y ganas. Tampoco hay problema para encontrar terapeutas ocupacionales, siempre hay bolsa de empleo.

¿Qué tipo de terapias son las más frecuentes en el servicio?

La indicación es la recuperación de la funcionalidad. Tenemos medios para aliviar el dolor y las manos de los fisioterapeutas para recuperar la movilidad, en esto se basa. Cada vez se intenta más que la gente tome conciencia y que sean capaces de continuar en casa haciendo lo mismo que aquí, no se trata de estar toda la vida en rehabilitación. Esto cuesta. 

Se incluyen todas las fracturas, los problemas reumatológicos... y hace muchos años se creó una especie de subunidad sobre escoliosis. Actualmente, todas las desviaciones de columna de los niños de la provincia se ven aquí. Funciona muy bien, vienen con consulta de alta resolución. Las vemos todas, hace treinta años estaban dispersas, pero está centralizado.

¿Y otro tipo de enfermedades neurodegenerativas que requieren también tratamientos rehabilitadores?

Tratamos todos los ictus, la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), las paraplejias... todos los déficit neurológicos se tratan. Hay un problema añadido que deben saber los pacientes: todo el mundo está mejor yendo a rehabilitación, pero llega un momento en que no se puede estar siempre... y para nosotros es difícil porque el sistema no lo puede asumir, lo debe asumir el propio paciente. No siempre se lo toman bien. Tenemos que tener un objetivo y no es el mantenimiento, sino mejorar.

¿Cómo ha afectado la pandemia a Rehabilitación?

No dejamos de trabajar en ningún momento. Al principio, dos médicos tuvieron covid y dos, no. Tratamos todo lo preferente y urgente, absolutamente todo, las fracturas, las cirugías... Nos hicimos cargo de los pacientes con covid en la UCI para movilizarlos y cuando salían para ponerlos a punto se prepararon muchas hojas de ejercicio, de terapias, pautas... algunos cuando recibieron el alta tuvieron que seguir aquí durante meses. Creo que los que salieron han evolucionado bien, algunos tienen sus déficits. Hay algunos pacientes postcovid más problemáticos porque no sabemos cómo enfocarlo. 

Lo bueno de la pandemia es que antes, prácticamente, todos los tratamientos eran diarios y decidimos hacerlo en días alternos. Ha sido bueno, porque los pacientes se han implicado en venir al servicio tres días y el resto, trabajar en casa. Lo hemos mantenido porque conseguimos tratar a mucha más gente.

Hubo mucho trabajo, pero creo que no hemos dejado a nadie por el camino. Nosotros no tenemos lista de espera. En Rehabilitación, ni en Zamora y ni en Soria tenemos. Trabajamos de una forma parecida. Un paciente con algo preferente y urgente se le va a ver en consulta en menos de quince días.

En cuanto a los medios de transporte para los pacientes de rehabilitación que no tienen o pueden usar medios propios, ¿son suficientes los recursos de los que disponen?

La ambulancia se la tiene que poner el médico de cabecera. Luego hay unos requisitos claros, para que venga en ambulancia al servicio es que no puede caminar o no puede venir solo. Es un problema, porque cómo le explicas a alguien de San Pedro Manrique que no tienen autobús y no tienen ambulancia. Se pone ambulancia al que la tiene indicada y aprovechamos los fisioterapeutas de Primaria para que no tengan que desplazarse, que puedan hacer el tratamiento en los centros de salud. A La Milagrosa no derivamos, solo a los niños en edad escolar para que hagan el tratamiento por las tardes y no pierdan colegio. Con los trabajadores es imposible.

Durante la pandemia, aunque se atendió los casos urgentes, pero la actividad sanitaria en general se paralizó, ¿tuvieron después pacientes cuyos cuadros habían empeorado?

No, porque los tratamientos imprescindibles no se pararon. Si había una mala fractura o un ictus, siguieron viniendo. Dejaron de tratarse las 'algias', que pueden demorarse, el resto lo seguimos valorando igual.

Menciona el ictus. El hospital Santa Bárbara cuenta desde hace poco tiempo con una unidad específica sobre este tipo de patologías, ¿cómo es la coordinación?

Cuando ingresa un ictus envían una interconsulta, lo valoramos y programamos el tratamiento, si lo necesitan. Si va a ser muy largo, por ejemplo cuando no pueden caminar, se trasladan al Virgen del Mirón. Un médico de aquí va un día a la semana allí y se revisa igual el tratamiento de los fisioterapeutas. Están en el Virgen del Mirón hasta que son capaces de desplazarse. A los pacientes de ictus siempre les hemos visto pronto.

¿Cuáles son las necesidades que tiene el Ser vicio de Rehabilitación?

Actualmente, es un servicio con los últimos avances de aparataje que existen, es relativamente familiar y hay buen ambiente. Si alguien quiere venir para probar nuevas técnicas, siempre estamos dispuestos a favorecerle. Los profesionales se tienen que interesar por venir a Soria. Espero que se cree una plaza más de médico rehabilitador, hace falta para poner en marcha las rehabilitaciones cardíaca, de suelo pélvico y respiratoria.

¿Existe el riesgo de que, si faltan médicos especializados, todo lo que se ha invertido en dotación esté infrautilizado?

Espero que no. Confío en que acabemos el año con la rehabilitación cardíaca y, desde luego, con la de suelo pélvico. A todo esto hay que sacarle partido y los profesionales tienen muchas ganas.