Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


Disimulad

14/07/2020

Y en un giro insospechado de los acontecimientos, el Manchester City ve levantada su sanción y podrá disputar la próxima Champions League. Antes de seguir, déjenme corregir «insospechado» por «previsible», un antónimo, sí, porque en el fondo intuíamos (quienes llevamos un tiempito siguiendo las andanzas de los petrodólares por el fútbol europeo) que esto iba a suceder, y que el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) iba a anular la sanción que impuso la UEFA: un castigo de dos años sin jugar competiciones europeas. ¡Tachán! Así ha sido, a cambio de mantener una multa de 10 millones de euros -lo que los dueños del City se levantan en una mala semana- por incumplimiento reiterado del fair play financiero.

Porque a estas alturas del compadreo entre petróleo y fútbol (la pieza que necesitábamos para completar el puzzle fue la concesión a Qatar del Mundial 2022), uno no sabe si creer que la sanción fue un brindis al sol pactado por ambas partes, si fue el City quien acudió a la UEFA para decirles algo como «anda, disimulad vosotros también un poco, hombre», si el TAS estaba al corriente de estos hipotéticos tejemanejes y ha recibido una 'educada invitación' a sancionar con diez millones las trastadas del club en los mercados, si UEFA sancionó consciente de que sus argumentos eran fácilmente rebatibles por cualquier abogado (y estos clubes tienen colgados bufetes enteros)… o si realmente había ganas de sancionar un comportamiento desleal e ilegítimo, que tal y como está el patio es quizás el menos plausible de los argumentos.

Es peligroso para el planeta en general, pero también para el fútbol en particular, que haya gente (dueños de clubes, clubes por tanto) que no sólo se crea por encima de la ley… sino que, de facto, lo esté.