Testigos del renacer de los pueblos

Nuria Zaragoza
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«El resto del año tenemos 600 pedidos a la semana. Ahora, por encima de 2.500», reconocen en La Exclusiva

Testigos del renacer de los pueblos - Foto: Javier Ródenas Pipó

Los vehículos de La Exclusiva no dan abasto este verano para atender la cantidad de pedidos que entran a diario desde los pueblos de Soria. «En invierno podemos tener a la semana una media de 600 pedidos. Ahora estamos por encima de los 2.500», apunta Victoria Tortosa. Ella, junto a Hugo Núñez, dan vida a este proyecto de emprendimiento social que desde hace aproximadamente cinco años facilita la vida a los habitantes de los pueblos de Soria al atender prácticamente todas sus necesidades básicas. 

Llegan a más de 500 núcleos repartidos por toda la geografía provincial y les acercan comida, bebida, ropa, aseo... pero, también, electrodomésticos, librería, herramientas, menaje del hogar, juguetes e, incluso, servicios de calefacción, eléctricos, y algunas tramitaciones básicas (presentación de documentación, registro...). «Llevamos de todo menos medicamentos con receta y dinero», resume Tortosa. Lo último en sumar ha sido el «arreglo de teléfonos, pantallas, ordenadores, internet… a través de un convenio con la empresa Luis Mundo Digital», uno de los servicios que mejor ha funcionado precisamente este verano. 

«Ahora hay alegría en los pueblos. Donde en invierno vas y hay una persona viviendo sola en casa que ocupa una pequeña parte de la planta de abajo, ahora ves a toda la familia al completo con hijos, nietos… e igual hay 20-25 personas en la casa. Hay vida», reconoce la promotora de La Exclusiva, uno de los pocos negocios pensado exclusivamente para el medio rural soriano y que durante los doce meses del año planta cara a la falta de servicios que sufren algunos territorios de la provincia. 

Porque la despoblación no ha venido sola. La falta de habitantes y, como consecuencia, de clientes, ha obligado a bajar la persiana a decenas de comercios, tiendas, panaderías, bares... en los pueblos. Sirva un dato: según un estudio elaborado por la Diputación, solo el 30% de los municipios cuenta con tiendas de productos de primera necesidad en su término. Por ello precisamente, La Exclusiva ha sido un balón de oxígeno para muchos habitantes sin posibilidad de transporte a los pueblos cabecera.

llegar donde nadie llega. Junto a La Exclusiva, varios comercios ‘trasladan’ su negocio de la capital al pueblo para acercar sus productos a los habitantes del medio rural. Frutas Llorente o Pescaderías J. Martín son algunos de ellos. A estos se suman algunas panaderías locales que se desplazan también a los pueblos de la zona, como la de Valdeavellano.

Todos son negocios familiares que acumulan años de experiencia y han sido testigos del éxodo rural y, con ello, de la caída de su negocio. Reconocen que en invierno muchos días de ruta no salen las cuentas, pero mantienen el servicio por un compromiso con quienes han sido sus clientes de siempre. Ahora, en verano, agradecen la «vida» que se respira en los pueblos de Soria y reconocen que sus ventas se multiplican. 

en ruta. Este verano, todos los vehículos de La Exclusiva están en ruta todos los días de la semana, incluidos algunos sábados, y todos parten cargados a primera hora de la mañana para regresar a última hora de la noche, ya vacíos. Supone un refuerzo de personal y, también, de esfuerzos. «Estos meses, y sobre todo esta semana, la actividad se multiplica», apunta Tortosa, quien lamenta que sea algo tan estacional. No lo dice exclusivamente por su empresa ya que, reconoce, «con los 50.000 habitantes que hay en invierno para nosotros es suficiente a nivel de negocio». Se refiere más al deseo de recuperar la vida rural, un anhelo que, reconoce, no será sencillo ya que «hay que cambiar las bases de la nueva ruralidad» y, sobre todo, atender aspectos básicos como «internet y las comunicaciones».  

No en vano, avisa, cada vez la ‘superpoblación’ estival dura menos. «Este año he notado que viene la misma gente pero está menos tiempo. Antes igual estaban los quince días de vacaciones en el pueblo. Cuando se recupera el bolsillo, igual repartes y estás una semana en el pueblo y otra en la playa», justifica. 

cambia el perfil. La ‘superpoblación’ estival implica un cambio en el perfil de los clientes, y de las compras. El pedido ‘doméstico’ habitual se mantiene, multiplicado en cantidad, y a este se suman otros:«Las peñas que compran bebida, aperitivos...», las comidas en grupo, las barbacoas, la renovación de electrodomésticos -«llevamos 450 repartidos este verano»-, los muebles para el jardín, las herramientas -«ahora que vienen los hijos y revisan la casa se dan cuenta de las chapucillas que hay que hacer...»-.

Ellos hacen ahora el ‘agosto’, evidentemente, pero su negocio se prolonga todo el año y, admite Tortosa, es especialmente gratificante en los meses más duros, cuando La Exclusiva llega allí donde no llega nadie y atiende a esa población más vulnerable. La relación que se llega a establecer es tan estrecha que, reconoce, «a veces incluso nos llama la familia para que les digamos cómo hemos visto a sus padres, para revisar los pedidos...». Ella lo tiene claro, en sus clientes de invierno muchas veces ve reflejada a su abuela, por lo que la atención que les presta es la misma que daría a su propia familia.