Cerco a los ciberdelitos

Nuria Zaragoza
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Los delitos telemáticos no dejan de crecer. Cada mes se registran 25 denuncias. El Equipo de Investigación Tecnológica trata de poner freno

EDITE o el cerco a los ciberdelitos - Foto: Javier Ródenas Pipó

Los delincuentes ya no visten antifaz y guantes. Ahora operan frente a una pantalla y, en muchas ocasiones, a cientos de kilómetros de distancia de su víctima. Estafas, ataques informáticos, coacciones, falsificaciones, usurpaciones de identidad, calumnias... La ciberdelincuencia se expande tanto como la propia tecnología, y no deja de crecer. También en Soria. 

La Guardia Civil de Soria registra cada mes una media de «25-30 denuncias por delincuencia tecnológica», apunta el capitán de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de la Guardia Civil de Soria, Isaías Galache, quien reconoce que la ciberdelincuencia es, junto con los delitos contra el patrimonio, «lo que más afecta a la provincia en estos momentos».  

Para poder afrontar la investigación sobre este tipo de delincuencia informática se crearon los Grupos de Delitos Telemáticos (GDT), una unidad especializada y con ámbito de actuación en todo el territorio nacional.«El grupo central está ubicado en la Unidad Central Operativa (UCO), en Madrid», explica el capitán Galache. En el ámbito más cercano, la Comandancia de Soria cuenta con el Equipos de Investigación Tecnológica, el EDITE. Integrado dentro de la UOPJ, cuenta con personal formado que se encarga de «aglutinar, recuperar y reorganizar todas las denuncias que hay a nivel provincial relacionadas con estafas, fraudes, delincuencia tecnológica...».  

«Las denuncias inicialmente se reciben en las unidades de seguridad ciudadana, en los puestos de Soria, Almazán y El Burgo de Osma y, a partir de ahí, se trasladan a la Unidad de Policía Judicial y, especialmente, al EDITE. Un componente está especializado en Soria en este tipo de delitos», especifica el capitán. 

delitos más comunes. Las tipologías delictivas que debe afrontar este equipo «se actualizan casi a diario», ya que la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso y los ‘malos’ no descansan. Eso obliga también a los profesionales del Cuerpo a estar actualizándose continuamente, reconoce Galache, quien admite no obstante que en Soria hay cierta repetición en el tipo de delitos que se denuncian. 

«Los casos más frecuentes a los que nos enfrentamos son fraudes o estafas bancarias, a través de tarjeta de crédito o a través de la compra on line», especifica. La víctima compra por internet y el delincuente «desde otro sitio, o incluso desde otro país, accede a sus datos bancarios, a su pin, hace un duplicado de tarjeta...» y «comienza a realizar cargos a cuenta de esa tarjeta o cuenta bancaria». La complicación en estos casos es, admite, que «normalmente las páginas web o las personas desde donde se accede para llevar a cabo estas estafas son fuera de España, y todo se complica mucho más». En concreto, según confirma el guardia civil que coordina la EDITE en Soria, «el 90-95% de las estafas son de países extranjeros y, la mayoría, por compras en internet que crees que haces en una página segura y no lo es». 

La dificultad de seguir el rastro a los ciberdelincuentes en el extranjero se complica, máxime cuando las legislaciones en la materia difieren según el país y la cooperación internacional falla. «Por ejemplo, Estados Unidos está ahora pidiendo dinero por esas comisiones. Países asiáticos no colaboran. Los europeos un poco pero también ponen trabas... Al final hay que involucrar mucho a los juzgados, hacer muchas comisiones rogatorias o solicitudes de auxilio judicial, y es complicado que colaboren», admite el componente del EDITE. 

A este tipo de casos, se suman también, añade Galache, el denominado phising, donde la estafa se realiza a través del correo electrónico. Y una tipología de este es el pharming, «también a través del correo electrónico pero se realizaría a través de webs auténticas. Ya no una web falsa que el autor crea para acceder a los datos de la víctima, sino una web original donde la víctima ha realizado una compra, una reserva... el autor hackea la página y obtiene los datos». 

También se han detectado «otras dos tipologías en Soria, la estafa a través de revistas oficiales del Cuerpo y la estafa a través del duplicado de la tarjeta SIM de teléfono». Estas han protagonizado precisamente dos de  las tres operaciones más importantes llevadas a cabo por el EDITE este año.

tres operaciones este año. La operación ‘Submagazine’ se desató en Ágreda y Abejar, donde dos personas «recibieron una llamada de una persona que se hacía pasar por suboficial de la Guardia Civil y decía llamar en representación de una revista oficial del Cuerpo. Les solicitaba una aportación económica para la revista», explica el capitán de la UOPJ sobre el modus operandi. En este caso, «no se llegó a materializar la estafa porque estas personas estuvieron hábiles y avisaron rápido al puesto». «Se llegó a investigar a una persona y a una empresa de fuera de Soria». 

La operación ‘Limosna’ se realizó haciendo uso del teléfono. «Una pareja de súbditos rumanos, un hombre y una mujer, contactaron telefónicamente con el párroco de Coscurita y, mediante el engaño, le solicitaron ayuda económica en diferentes momentos. El párroco llegó a donarles hasta 40.000 euros», rememora Galache, quien lamenta que «les llegamos a localizar pero, el día que fuimos a detenerles, el mismo párroco les alertó de nuestra presencia y se fueron, de modo que les hemos perdido la pista» y «ni se les podido detener ni recuperar el dinero».  

Por último, en la operación ‘Cartago’, «se produjeron en Soria dos estafas de 30.000 euros cada una», por el método del duplicado de la tarjeta SIM. En este caso fueron «identificadas dos personas de nacionalidad búlgara» que «duplicaron la tarjeta de la víctima fuera de Soria, una vez en Barcelona y otra en Cartagena, y con la tarjeta duplicada, se hacían transferencias. Ese dinero lo extraían después en cajeros automáticos». «Se detuvo a uno y el otro pensamos que se ha ido a su país. Una vez detenido, hemos tenido constancia de que este mismo realizó una estafa similar en Albacete», añade Galache. 

«Aquí la mayoría son estafas pequeñas y, la mayoría, por cargos en cuentas procedente de páginas en internet que no son seguras». No obstante, admite, se dan también estafas de relevancia como las tres operaciones estalladas este año, especifica el máximo responsable de la Policía Judicial en Soria. Además, no hay perfil claro ni de víctimas ni de delincuentes (si bien es cierto que, en este caso, muchos son extranjeros). 

Por ello, insiste Galache, no hay que bajar la guardia y, para evitar ser víctima de un ciberdelito, la clave está en la prevención.