La función social e integradora de los bares

A.P.L.
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Un estudio de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales indica que en 95 pueblos de Soria no hay 'bares de proximidad', lo que afecta a 4.527 habitantes de pequeños municipios del medio rural

La función social e integradora de los bares - Foto: Eugenio Gutierrez M

Bares, qué lugares, tan gratos para conversar... socializando y dinamizando pueblos y ciudades. La principal conclusión del informe 'La dimensión social de la hostelería. Convivencia y ciudadanía', elaborado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales con la colaboración de la patronal hostelera, es que «España es un país de bares». No hay duda alguna.

Pero si nos centramos en los datos de Soria, vemos que 95 pueblos carecen de lo que se tipifica como bar de proximidad y de referencia, lo que afecta a 4.527 habitantes (el 5,13% de la población total). Pero a la hora de analizar los datos, según apunta el fundador de esta asociación y coordinador del estudio, el soriano (de Navaleno) Gustavo García, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones, como que no se han incluido en el estudio los centros sociales que llevan los vecinos o asociaciones culturales (tienen la llave, toman algo y dejan el dinero) ni los restaurantes sin barra y más enfocados a gastronomía. 

El experto advierte también de que la estructura territorial también influye, ya que hay que diferenciar entre lugares donde los municipios están integrados por muchas aldeas, como Galicia, donde todos los pueblos de las cuatro provincias tienen bares, y las zonas en las que coincide el municipio con el núcleo de población, como Soria, Teruel, Guadalajara, La Rioja, Zamora, Salamanca... donde «hay un montón de pueblos sin ellos». «Puede que un municipio de 40 habitantes en Soria no tenga bar y en Galicia puede haber aldeas de 200 ó 150 habitantes sin bar aunque sí haya en el municipio, pero eso en el estudio no se refleja», así que no se puede hablar de «la España Vaciada de bares», y habría que decir «la España Vaciada o Llena de bares». Una vez hechas estas aclaraciones, el experto incide  en que, además de los datos de la investigación cuantitativa, es importante lo que se desprende de la investigación cualitativa: la dimensión social que tienen estos establecimientos en el plano de su contribución a la convivencia entre los vecinos de un barrio o de un pueblo, para generar estas relaciones habituales que evitan la soledad y el aislamiento.

El soriano comenta cómo se elaboró el informe, incidiendo en su «capacidad» y «limitación». En primer lugar se utilizó la base de datos de la patronal de hostelería (con 42.000 entradas), estableciendo los municipios de mayor tamaño que, con seguridad, tenían bares. «El objeto de nuestro estudio fueron aquellos en los que no nos costaba que hubiera», así que buscaron en Google unos 3.000 establecimientos (al principio pensaron que serían solo 1.500) para dar con comentarios y datos más actualizados. 

La idea era localizar todos los municipios con bares de proximidad y referencia, en las categorías que surgieron del propio estudio: bar de tapas, bar-restaurante, bar-cafetería o bar-terraza. Un dato que le ha parecido curioso al coordinador del estudio, que merece una detenida lectura, es que un bar pueda mantenerse en municipios de 100 ó 200 habitantes. Unos porque son turísticos, otros gracias a los fines de semana y puentes, las vacaciones de verano, la Semana Santa, la Navidad...  Pero en los pueblos más pequeños «no hay masa crítica para mantener el negocio, porque de eso vive alguien y no se abre solo». 

fiscalidad. Para Gustavo García, «la única posibilidad de mantener abiertos estos establecimientos esenciales para la vida de las personas» es «que haya más oportunidades de negocio, gestionando otro tipo de productos o servicios que el municipio necesita». Por ello, hace referencia a que en provincias como Soria y Teruel, más en ésta última, «nos pareció muy destacable la puesta en marcha de los establecimientos multiservicios». Y valora positivamente la medida de la Diputación de Soria a través del Plan Soria para incentivar la apertura de los mismos. Con ello, «están permitiendo que se mantenga abierto un bar que de otra manera sería del todo inviable». 

 Y, lo más importante, al tener ese impacto tan fuerte en las personas y en las comunidades de los municipios, el responsable del estudio sentencia: «Allí donde no hay más que un bar o donde se va a abrir el único bar o donde está amenazado de cierre, la fiscalidad tendría que ser cero por la función social tan relevante que cumple, es indudable». «Porque esta función social, si no la puede cumplir un bar,  la tienen que cubrir las administraciones públicas buscando otras fórmulas, con mayores costes y menos eficacia», insiste Gustavo García. Además de eso, insta a las administraciones a  «facilitar administrativamente todo tipo de iniciativa comercial o de servicios» que pueda completar al bar de proximidad, como los citados multiservicios que ya funcionan en Soria. «La mejor idea es complementar ese servicio, del que se hacen cargo familias y que estos pequeños negocios les permitan vivir de ello». 

50 provincias. Si analizamos los datos del medio rural, teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, 35 de las 50 provincias de España tienen alguno de sus municipios sin bares, destacando Burgos,Salamanca y Zamora, con más de 10.000 habitantes en estos pueblos cada una. Otras ocho provincias superan los 5.000 habitantes en municipios sin bares: Navarra, Lleida, Huesca, Valladolid, Palencia y León. Son 15 las provincias donde todos los municipios tienen algún bar. Además, 16 provincias tienen más del 1% de su población en municipios sin bares. Destaca Zamora y Soria, con porcentajes superiores al 5%.El resto, 19 provincias, tienen menos del 0,1% de su población en municipios sin bares, por lo que se trata de porcentajes irrelevantes. Y, como se ha dicho, en 15 provincias todos sus municipios tienen. 

En Castilla y León son 70.441 los habitantes que viven en pueblos sin bares (49,3% del total), al ser la comunidad con más municipios de menor tamaño. Cataluña, Aragón y Castilla La Mancha superan los 10.000 habitantes en municipios sin bares y Navarra se acerca a esa cifra. En el otro extremo, Baleares, Canarias, Galicia, Madrid y Murcia, las dos primeras por turismo y el resto por la estructura territorial ya citada. El informe está salpicado de testimonios y aportaciones en apoyo a los bares.Por ejemplo: «si no existieran, habría que inventarlos» y «las administraciones deben activar medidas de apoyo para el mantenimiento de los bares allí donde constituyen el último reducto contra la despoblación». La Junta de Castilla y León contabiliza en Soria 471 bares, 334 en el medio rural (71%).