"Éramos diez personas y ahora quedo yo solo"

N.Z.
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El Instituto Geográfico Nacional cuenta con una unidad provincial en Soria. En los 80 llegaron a emplearse allí una decena de personas que, entre otras cosas, se encargaban de actualizar el mapa oficial de la provincia, ofrecido a escala 1:25.000

"Éramos diez personas y ahora quedo yo solo"

Desde que comenzó la erupción volcánica de La Palma, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) está de moda. Prácticamente a diario escuchamos a algún profesional vinculado a este organismo  hablando de los movimientos de la tierra. Pero el IGN no solo ofrece información sísmica... Dicho de forma muy resumida, el IGN se encarga de observar, medir y recoger información del espacio y de la tierra para ofrecer un relato preciso de nuestro planeta. En Soria, esta Dirección General que depende del Ministerio de Fomento también cuenta con una unidad provincial. Y, si bien es cierto que aquí no se dispone ni de observatorio astronómico ni sismológico, la oficina tiene encomendada otras labores, relacionadas sobre todo con la cartografía. Localizado en la Subdelegación del Gobierno de Soria, Alberto Andrés Carramiñana es quien regenta estas instalaciones. 

Diferentes cuerpos de funcionarios (geógrafos, astrónomos, topógrafos...) trabajan en este organismo nacional. En su caso, ¿cuál es su especialidad y desde cuándo está vinculado al IGN?

Yo soy topógrafo y llevo desde 1986 vinculado a este organismo.Entré en el cuerpo nacional de Ingenieros Técnicos en Topografía y... hasta hoy. 

Para quien no conozca este organismo, ¿qué es y a qué se dedica el Instituto Geográfico Nacional? 

Es un estamento a nivel nacional que se ocupa de la cartografía básica del territorio nacional y, también, de astronomía, de geofísica, geodesia y sismicidad. 

Aquí en Soria, ¿a qué se dedican?

Somos una unidad provincial que dependemos del Servicio Territorial de Castilla y León. Cuando yo llegué aquí éramos diez personas y ahora quedo yo solo, y parece que a extinguir porque, cuando me jubile, no se ve solución ya que no hay interés por fomentar las unidades provinciales que, de hecho, van desapareciendo. 

Una de las cosas que más se ha atendido desde las unidades provinciales es la venta de publicaciones. En algunos sitios hay incluso Casa del Mapa, pero aquí es punto de venta y cada vez se vende menos porque ya todo está disponible en internet. No obstante, para salir al campo, sigue siendo interesante llevar un mapa con una calidad de papel como la que aquí se ofrece (más resistente a las dobleces, a la humedad, y con un formato más grande), porque te da una representación más amplia que lo que permite ver la pantalla del móvil. 

Además de la venta de mapas, también se hacen labores de actualización del mapa topográfico nacional. Y desde aquí llevamos ya años también colaborando con proyectos de otras delegaciones. Desde hace ya unos años estoy colaborando en proyecto de mejora de la precisión de las líneas límite jurisdiccionales. Empecé en el País Vasco apoyando a los compañeros de allí y ahora estamos en Castilla La Mancha, donde llevo ya cuatro campañas. 

¿En qué consisten esos proyectos de líneas límite jurisdiccionales?

Las líneas límite jurisdiccionales no están marcadas sobre el territorio, son líneas invisibles obviamente, y se trata de determinar su ubicación con precisión. Para ello se forman equipos de dos personas y se proyectan las campañas, de modo que cada año se plantea una zona de estudio. Yo, como aquí estoy solo, voy con un compañero de Burgos.  

Antes de ir al terreno, se hace un cálculo inicial y un preajuste de lo que vamos a analizar ese año. Después, nos desplazamos a hacer los trabajos de campo, la toma de datos. Una vez se dispone de toda la actualización, se presenta a los ayuntamientos como parte interesada, aunque toda la documentación está en el IGN. 

¿Aquí en Soria también se hacen trabajos de campo?

De esto de las líneas jurisdiccionales no se ha hecho de momento, pero puntualmente sí se hacen trabajos sobre el terreno cuando hay que hacer alguna puesta al día de alguna parte del mapa. Es cierto que estar solo una persona limita y no se puede abarcar mucho. 

El Instituto ofrece información cartográfica fiel y precisa pero ¿es suficientemente conocido por la sociedad soriana?

Por la ciudadanía en general, no es muy conocido;pero sí por montañeros, por gente que sale al campo, por cuerpos técnicos... 

Es verdad que no estamos muy acostumbrados a utilizar el mapa cuando salimos al campo y aquí en Soria aún menos porque todos somos de alguna zona y creemos que la conocemos bien. Pero es importante que la gente dé importancia a la cartografía porque está ahí para ayudarnos en la vida. 

¿Se está perdiendo el uso del mapa?

Yo creo que no, que al revés, que ahora se utiliza más. Lo que ocurre es que ahora se utiliza en diferentes formatos. Todos hemos tirado de Google Maps y eso son mapas (Google Maps ha comprado la cartografía al IGN). Y esos mapas ha habido que hacerlos. Los tiempos cambian y hay que adaptarse a los tiempos. 

El volcán de La Palma ha puesto en primera línea informativa al IGN, ¿cree que les ha ayudado a que se conozca más este organismo?

Desde luego que sí. Salir en la televisión y en los medios de comunicación te pone en primera línea y estar continuamente hablando del IGN hace que se te conozca más. Todo lo que es difusión y propaganda es algo que te da a conocer. 

¿Cómo es Soria geográficamente hablando?

Soria es bastante diversa y tiene de todo. Tiene montaña, zona llana, zona de bosque, zona agrícola, zona árida... es muy diversa. 

El hecho de ser una provincia pequeña y poco poblada, ¿ayuda a que se conserve mejor el patrimonio geográfico de Soria?

Creo que sí, porque todo lo que es la actividad del hombre machaca y transforma muchísimo la geografía. Urbanizaciones, polígonos industriales... hacen cambiar la geografía. Y ahora aquí en Soria quizá lo que más puede afectar son los parques eólicos. Aunque es cierto que no suponen mucha transformación de geografía (porque la orografía del terreno realmente la tocan poco), a nivel visual tienen mucha afección.

¿Se podría decir que la geografía tiene su reflejo en la cartografía?

La cartografía es al final una manera de representar un territorio amplio, y hay que diferenciarlo de un plano, que es un documento generalmente de una zona más pequeña y más esquemático. La cartografía al final es una ciencia donde interviene también la astronomía, la geofísica...

¿Cuál es el mapa más actualizado que hay de Soria?

De Soria y de España es el mapa básico, el mapa topográfico nacional a escala 1:25.000 [un centímetro de plano se corresponde con 250 metros de terreno]. Lo que ocurre es que ahora, en lugar de actualizar ese mapa básico a escala 1:25.000, se ha saltado a la Base Topográfica Numérica, la BTN, que está encaminado sobre todo a las aplicaciones móviles. Es un mapa digital al cual se asocian unas bases de datos y, en función de lo que tengas asociado, se puede utilizar para unas u otras aplicaciones móviles. 

¿Cuándo se hizo la última actualización de esa BTN?

Se hace por zonas, generalmente vinculado a acciones concretas. Por ejemplo, si se hace una autovía, se actualizan las hojas afectadas por esa obra concreta. 

Y del mapa 1:25.000, ¿de cuándo es la última actualización?

Va por zonas también. Aquí en Soria lo último que se hizo fue la zona de Soria capital, que se realizó hace un par de años. La parte sur, la zona del Jalón, también se ha tocado porque  está la autovía, el Ave... En general, se suelen hacer actualizaciones puntuales más que zonales, motivadas por algo concreto.

¿Cuándo se actualiza un mapa?

Hay que entender que un mapa no sirve de nada si se hace viejo, no representa lo que hay realmente en el terreno. Si no lo actualizas, te dice lo que había, pero a nosotros nos interesa que diga lo que hay, la realidad. Y por eso tiene que ser vivo y se tiene que actualizar constantemente. 

Lo que ocurre es que aquí la falta de personal en la oficina también afecta a la hora de actualizaciones, porque eso lleva mucho trabajo. En la contra, tenemos la ventaja de que ahora hay más vuelos, están los satélites con distintos espectros que aportan cantidad de información... y eso permite actualizar casi constantemente. Luego, hay cosas que hay que hacer presencialmente porque, por ejemplo, todo eso te puede detectar una urbanización nueva pero luego tú tienes que saber cómo se llama. O quizá se ve una vía de comunicación, pero hay que saber si es ferrocarril o carretera y, si es carretera, hay que determinar si es nacional, comarcal... Siempre hay un trabajo de apoyo que exige ir al campo. Y eso sin hablar de la toponimia... 

¿Cuándo se revisó la toponimia?

En los años 90, hasta principios de los 2000, se hizo un trabajo ingente de puesta al día de la toponimia. Fue un trabajo de actualización porque sabíamos que, al ampliar la escala, era necesario incluir más toponimia y la toponimia se estaba perdiendo porque los pueblos se están quedando vacíos y los que sabían como se llamaba todo se estaban yendo, falleciendo. Ahí se hizo una puesta al día muy importante. A medida que amplias la escala, el trabajo que hay es mayor porque exige más detalle y más información, y eso en la foto no sale. 

La introducción de las nuevas tecnologías, ¿ha cambiado el modo de trabajar en el IGN?

Muchísimo. Es una ventaja poder tener una ortofoto actualizada al día, porque ahí se incluyen todos los elementos físicos. A partir de ahí, luego  tú puedes complementar y actualizar a partir de consultas de bases de datos (de Iberdrola, de los gasoductos...), de información solicitada, de trabajo de campo... 

La tecnología ha permitido ser más rápidos y precisos pero, ¿la mano del hombre es insustituible?

De momento, sí, pero es obvio que mucho menos que antes. Tú antes  para poner una zona al día necesitabas igual sacar a seis personas al territorio e ir recorriendo y supervisando todo. Ahora con unas pocas fotos puedes determinar ya dónde hay urbanizaciones, parques eólicos... e ir directamente a los puntos concretos. 

La geografía está viva, ¿cómo ha evolucionado en la provincia?

En Soria realmente no se ha modificado mucho. Lo que más ha cambiado es lo que está cercano a la capital, los polígonos industriales, los parques eólicos, el Ave, la autovía... y poco más. En algunos pueblos se han hecho pequeños polígonos y pequeñas urbanizaciones, pero la realidad es que en Soria no ha cambiado sustancialmente la geografía como por ejemplo lo ha hecho en las grandes urbes o en las zonas próximas a Madrid, que de un año para otro cambian totalmente. Aquí hay zonas como la Sierra de Pela que, quitando los parques eólicos, están igual que hace diez o veinte años. 

¿La despoblación también se ve en los mapas?

Sí. Porque al final hay poca población y eso hace que haya pocos cambios. 

En Soria no cuentan con observación sísmica, pero ¿hacen un seguimiento de los movimientos sísmicos que se registran? 

El Instituto tiene una serie de observatorios astronómicos y sísmicos repartidos por España donde se hace un seguimiento y continuamente están registrando cualquier movimiento que se produce tanto a nivel de estrellas, satélites... como, en sismicidad, de las ondas sísmicas. En función de lo que se recibe, se localizan los terremotos y demás movimientos. 

¿Soria no es una tierra especialmente sísmica, no?

No, pero siempre hay movimientos. 

¿Qué modifica más la geografía, la intervención del hombre o esos movimientos que registra la tierra?

A corto plazo lo que vemos son los cambios que produce el hombre, pero también es importante porque, por ejemplo, una autovía modifica mucho el terreno. Los fenómenos naturales hay que verlos a muy largo plazo, a no ser que ocurra algo como lo de La Palma, que de un día para otro ha cambiado la isla totalmente. Los poderes naturales son brutales, un tsunami te puede modificar totalmente una costa, pero las grandes deformaciones, los grandes cauces como la cuenca del Duero, son a base de muchos años y son fenómenos que cambian mucho pero en el muy largo plazo. 

¿Cómo se hace un mapa?

La ventaja que tenemos ahora mismo es que ya existe una base y se trabaja sobre ello. Tiramos de lo que ya hay hecho y lo que se hace es más un mantenimiento y actualización. 

Si se cambiara la escala ya sería diferente. Si se decidiera hacer un mapa a escala 1:5.000 ya obligaría a introducir mucho más información pero, aún así, el hecho de tener ya un mapa base implica que ya tienes el esqueleto sobre el que trabajar. 

¿Existe ese mapa 1:5.000 para la provincia de Soria?

En alguna zona, sí. Y algunos organismos han hecho algunos proyectos en esta escala. En Castilla y León se hizo algo y, aunque sí fue un proyecto serio, no es algo muy oficial porque no está la cobertura de todo el territorio y, luego, no se ha hecho actualizaciones. El 1:25.000 es el oficial y es que el se mantiene. 

Comentaba que aquí ha llegado a haber diez personas trabajando, ¿qué ha ocurrido en los últimos años para que solo quede usted?

Cuando yo entré en el año 86 éramos diez y lo que ha ocurrido es la propia evolución de las unidades provinciales, hasta que al final he quedado yo solo. Antes se necesitaba más gente porque había que salir más al terreno. A finales de los 80 empezó a instaurarse el vuelo interministerial a nivel de terreno nacional y eso ya supuso un avance porque ya disponías de una imagen área del terreno. En el 90 se daban los últimos coletazos a la red geodésica nacional, que es el esqueleto del mapa. Pero luego empezó a salir el GPSy demás tecnología y supuso un cambio total en el modo de trabajar, porque un GPS ahora te permite tener coordenadas a precisión milimétrica y la red geodésica, por tanto, se ha quedado desfasada. 

Antes tenías que salir con el aparato, había siempre un juego con el error que te perseguía siempre y había que minimizar... la tecnología, desde luego, ha mejorado las posibilidades de recoger información.

Por lo que le entiendo , ¿no va a haber relevo en esta unidad provincial del Instituto Geográfico Nacional? 

A la vista actualmente no está previsto, pero ojalá haya porque trabajo hay en esta oficina para que haya gente. Se puede estar actualizando y se pueden hacer numerosos trabajos, como el tema de las líneas límites, que aquí se podrían recuperar con precisión. 

¿Guarda alguna anécdota especial del trabajo en este servicio?

Siempre hay anécdotas. Recuerdo por ejemplo cuando hacía geodesia en León, que señalizabas los puntos para poner los vértices geodésicos y dejabas banderas para señalizarlos. Cuando volvías, las banderas no estaban y quizá acudías a algún pueblo y te decían: «Se las he recogido todas para que no se las quitaran». Y observando geodesia nunca se me olvidará un relámpago que me cayó. Sentí una sensación que no olvidaré, como si me tiraran los pelos para arriba.