La provincia de Soria cuenta en la actualidad con 900 hogares en los que todos sus miembros están en paro, lo que corresponde a un 2,3% del total (son 38.000), según los datos del tercer trimestre de 2022 facilitados aEl Día de Soria por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Supone un empeoramiento de las cifras respecto a los datos del mismo periodo de 2021, cuando había 700 hogares con todos los miembros en paro, es decir, un 1,7% del total. El aumento en un ejercicio se concreta en un 22,2%. Y, en comparación con los datos de 2017, observamos un descenso, ya que había 1.200 hogares, un 3,2% del total. En este caso son 300 menos (un 25%). 

Estos datos llaman la atención porque, curiosamente, el mayor descenso de hogares con todos sus miembros en paro se produjo en 2021, aún en pandemia, aunque en el tercer trimestre de 2020 se subió a los 1.300. Afortunadamente, la cifra no se ha llegado a disparar en 2022 por la situación actual de crisis que no ha afectado tan de lleno al empleo como las anteriores, aunque son 200 hogares más a los que no llega el salario cada mes. A los datos de 2021 pueden haber contribuido los ERTEs, señalan desde los sindicatos, como una herramienta fundamental para sostener el empleo, a diferencia de lo ocurrido en la crisis de 2007. Coinciden en reclamar mejor cobertura social para los integrantes de estos hogares y, principalmente, políticas de empleo para incorporarlos al mercado.

de larga duración. Los parados de larga duración, señalan desde CC.OO. y UGT, son los que están en una situación más complicada, no solo por el deterioro de su situación económica que se agrava con la crisis de precios de alimentos y energía, sino también por el «estigma social» que soportan. En 2021 este porcentaje era de un 4,4% en Castilla y León, por encima del 4,1% de 2020, pero inferior al 4,6% de 2019, 4,9% de 2018, 6,1% de 2017, 7,6% de 2016, 9,2% de 2015 y 11% de 2014, el récord desde el inicio de la escalada en 2007. 

Javier Moreno, secretario general de CC.OO. en Soria, reconoce que la cifra es «excesiva» teniendo en cuenta que se trata de hogares, pero que habría que analizar en profundidad el tipo de los mismos. Apuesta por políticas activas de empleo, porque «el objetivo no tienen que ser las prestaciones por desempleo, sino mecanismos para que los parados puedan volver a trabajar». Hay muchos casos de personas «al final de su carrera laboral», entre los que hay «un porcentaje muy bajo de contrataciones» y «para los que es muy complicado volver a incorporarse al mercado laboral». 

El sindicato siempre ha denunciado que en la crisis de 2008-2009 hubo muchos trabajadores del sector de la construcción y la madera que «perdieron su empleo. No han podido reincorporarse y han tenido que optar por prejubilaciones muy bajas». Sin embargo, esta crisis no ha afectado tanto al empleo, por lo que requiere un análisis más exhaustivo. Las administraciones «deben garantizar la protección a las personas, pero lo que más interesa es reinsertarlas en el mercado laboral, ofrecer trabajo estable y buenas condiciones para facilitar el desarrollo de un proyecto vital». Del mismo modo, incide en que las políticas de empleo deben destinarse a los jóvenes, «hay que darles una oportunidad porque son los mejores preparados y el talento se queda por el camino». 

Y, desde CC.OO., reclaman una nueva convocatoria de los planes de empleo local por parte de Diputación y los ayuntamientos de la provincia para contratar a desempleados en situación de vulnerabilidad y exclusión social. «Es una medida que formaba parte del Diálogo Social de Castilla y León, era una de las cosas buenas, y se ha suprimido», denuncia Moreno.

Sobre los parados de larga duración, Javier Moreno reitera la «estigmatización», ya que «todo proyecto vital gira en torno a un empleo y estar sin él durante mucho tiempo, en esta sociedad, a veces se considera injustamente que se baja un escalafón». «Se cae en un pozo difícil de salir en muchas ocasiones y tenemos la obligación de sentirnos útiles porque el trabajo es la parte más importante de la realización personal», insiste el sindicalista. Al hilo, recuerda que como consecuencia de la anterior crisis económica y con la reforma laboral se destruyó empleo y costó generarlo, tanto en Soria como en España, sobre todo en el sector servicios. Aunque se ha ido recuperando, alerta especialmente de la precariedad laboral en estos momentos.

Por su parte, Azucena Pérez, delegada territorial de UGT en Soria, cree que es «complicado» analizar estos datos de la EPA («no deja de ser una encuesta») y, en su opinión, serían más los hogares afectados por el pleno desempleo. Esos estarían ya detectados y recibiendo prestaciones y en situaciones «sobrevenidas» contarían con el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC), «aunque no dejan de ser un parche». Le preocupan más los hogares en los que no entran dos salarios, porque con la crisis actual de aumento de precios de electricidad, gas y alimentación «es algo fundamental» para subsistir.