Un estudio basado en Soria alerta de una cuarta ola

Nuria Zaragoza
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Un estudio basado en Soria predice la mortalidad a partir de la movilidad y alerta ya de una cuarta ola. Cuando el radio de movilidad sube del 70% de los niveles prepandemia, las muertes aumentan en tres semanas, avisa

Un estudio basado en Soria alerta de una cuarta ola

Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina y con las posturas encontradas entre levantar o no las restricciones de movilidad, un estudio realizado por la startup de Big Data Kido Dynamics SA alerta de los riesgos de acelerar la apertura de ‘fronteras’.

Según esta investigación, si el radio de nuestra movilidad sube por encima de lo que los autores han determinado el «valor crítico» (que sitúan en el 70% del radio de movilidad que había antes de la pandemia), «las hospitalizaciones crecerán en dos o tres semanas» y, también, «la cifra de muertes», y habrá cuarta ola antes de que acabe marzo, aventura Alberto Hernando de Castro, doctor en Física por la Universidad de Barcelona y cofundador de Kido Dynamics junto a Ignacio Barrios. 

olas y movilidad. Para llevar a cabo su estudio, los autores han analizado las tendencias de movilidad de los ciudadanos a partir de metadatos masivos de telefonía móvil y han observado que las tres olas del COVID-19 en España han estado ligadas a una movilidad por encima del valor crítico (70% del valor de prepandemia). «Si estamos por encima de ese valor hoy, las muertes por COVID-19 crecerán dentro de tres semanas. Y si estamos por debajo de ese valor crítico hoy, las muertes por COVID-19 bajarán dentro de tres semanas. Esto es a lo que llamamos un predictor: conociendo el valor de la movilidad hoy, puedo predecir la tendencia en el número de muertos de aquí a tres semanas», explica Hernández en un  artículo publicado también en Naukas, una plataforma web española que aloja un centenar de blogs dedicados a la divulgación científica.    

Del análisis de los datos más recientes han detectado que «se ha superado este umbral en Castilla y León en las últimas semanas, lo que indicaría que las hospitalizaciones estarían a punto de volver a subir. En España se superó la semana pasada, lo que significa que en dos semanas también volverán a subir los casos a nivel nacional», avisa el autor, que recuerda que «la última vez que cruzamos el umbral fue en las Navidades, que desafortunadamente provocaron la tercera ola que sufrimos ahora». «Si la tendencia no cambia, de aquí a tres semanas (a mediados de marzo) volveremos a ver aumentar la cifra diaria de muertes en lo que será una cuarta ola», aventura. 

Ante esta situación, los responsables de Kido Dynamics han hecho llegar su estudio a manos del vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, así como de expertos del CSIC como la viróloga Margarita del Val, «para que lo tengan en cuenta en la gestión de expectativas para las próximas semanas, sobre todo para Semana Santa».   

Soria para probar la hipótesis.  El estudio tiene calado nacional pero, para llevarlo a cabo, los investigadores han tomado Soria como referencia. En concreto, especifica Hernández, «usamos a Soria para probar la hipótesis de que el valor crítico se relaciona con la topología de la red de contactos», con la estructura de la red de contactos. «Efectivamente, cuando hay alta movilidad e incrementamos nuestros contactos, todos formamos parte de la componente gigante, de los famosos seis grados de separación [la idea que intenta probar que cualquiera en la Tierra puede estar conectado a cualquier otra persona del planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios]. Sin embargo, durante las restricciones de movilidad, la red se parte en pequeñas componentes aisladas entre sí, conteniendo al virus». Tomando estos cambios como base, «aparentemente, el valor crítico indica cuándo se produce este cambio en la topología de la red», especifica. Ypara llegar a esta conclusión lo que han hecho es comparar «la red de contactos de la provincia de Soria durante el confinamiento de marzo con la del verano en agosto, sin restricciones».

¿Por qué Soria? Básicamente, porque estimar la estructura de estas redes requiere de «muchísimo esfuerzo computacional», de modo que «los aproximadamente 100.000 habitantes de Soria (incluyendo la capital, los pueblos de la provincia y visitantes recurrentes) ya generan millones de contactos, un número suficientemente alto para entender el mecanismo que hay detrás, y suficientemente bajo para obtener resultados en un tiempo y coste razonables». «Usamos Soria ya que su tamaño en población nos permitía hacer el cálculo, cosa que es demasiado grande para hacerlo en toda España, y tener la estructura de capital y provincia, y ver cómo la red de contactos dependía de la movilidad», añade el autor.

Del análisis de la red de contactos en Soria observaron que, «sin restricciones, todo Soria estaba conectado en una componente gigante, donde todos están conectados a pocos grados de separación. Sin embargo, en confinamiento, esa componente gigante se parte en trozos, lo que contiene la expansión del virus. Existe por tanto un valor crítico en la movilidad que hace que se forme esa componente gigante (todo el mundo está conectado y el virus se expande) o que se mantenga en trozos desconectados (y el virus no pueda saltar entre grupos)», explica el experto.

anticipar las medidas. A la vista de la observación empírica que evidencia que existe una correlación entre la mediana del radio de movilidad y las defunciones por COVID-19, la recomendación es que, para prevenir más víctimas del COVID-19, «es necesario congelar la movilidad» o, al menos, «enfriarla astutamente» teniendo en cuenta lo que hemos aprendido en este año de pandemia. Porque, recuerda, en los últimos meses se han aplicado diferentes confinamientos y toques de queda como medidas de choque contra la expansión del COVID-19 y esa experiencia permite disponer ya de una métrica que «ayude a monitorizar y prever con anticipación la eficacia de estas medidas».

«Anticipar con tres semanas el efecto de las medidas de control de movilidad es de por sí un grandísimo avance para la gestión de la crisis, y permitirá calibrar su intensidad para evitar quedarse cortas o pasarse de duras. Que exista un valor crítico que hace cambiar la tendencia en las muertes por COVID-19 nos dice que un confinamiento parcial y astuto es tan efectivo como uno total, sin sufrir los daños colaterales», emplaza Hernando de Castro.

El estudio deja en evidencia por tanto que la apertura de la movilidad es determinan en la transmisión del virus. No obstante, apunta el autor también, «según crezca la población de inmunizados (por las vacunas o por haber sobrevivido a la infección), muchas conexiones dejarán de ser útiles para el virus y a la práctica no podrá circular libremente. Para él sólo habrá pequeñas componentes aisladas de personas susceptibles ya que los contactos inmunizados hacen de barrera infranqueable entre ellos. Al no poder formarse una componente gigante efectiva, el valor crítico será a la práctica infinito y podremos movernos libremente», confía.

Hernández  asume que le gustaría equivocarse con la predicción y que no haya cuarta ola en tres semanas, así como que la campaña de vacunación tenga ya un efecto positivo previniendo los contagios. «Lo sabremos en unas cinco semanas, cuando los datos del RENAVE sobre hospitalizados y defunciones estén consolidados», asume, si bien reconoce que sus estudios parecen confirmarse ya en el caso de Madrid, donde las aguas residuales llevan dos semanas alertando de un posible aumento de casos, detectado por el equipo del Canal de Isabel II.