En Soria viven más de 120 personas con nacionalidad brasileña. Y estos están siendo días complicados para todas ellas por la situación convulsa que atraviesa su país de origen. Giuliana Morelli llegó a Soria por primera vez hace 17 años, y tras volver a su Brasil de origen, regresó hace ocho meses para montar en su propia peluquería en la calle Tejera de la capital, huyendo de la inestabilidad económica. En su día votó a Lula Da Silva pero ahora es contraria a su gobierno de izquierdas. Y asegura que la tensión que se vive estos días se veía venir. "Me preocupa mucho, pero ya era previsible, porque en las elecciones han quedado cincuenta y cincuenta", asegura. 

Por su parte, Carla Moura lleva en Soria 4 años y siente "alivio" por no tener que vivir allí todos los disturbios violentos: "Estoy tranquila porque mis hijos están conmigo, mi familia está allí pero están bien, no están corriendo ningún peligro", relata.

Las dos reflejan la división política que atraviesa Brasil. Giuliana no ve "normal"  que "una persona que "ha robado ahora sea el presidente". Pero Carla responde: "Él está libre, fue demostrado que era inocene".

Posturas enfrentas pero a la vez son ejemplo de convivencia, porque son compañeras de trabajo y amigas. "Bolsonado hablaba cosas muy malas pero la economía la llevó bien", considera Morelli, a lo que añade Moura: "Vivo bien con todos y no discuto de política, buscamos aquí buscando un bienestar".

Testimonios que representan cómo la comunidad brasileña de Soria vive unos días cruciales para su país.