Los movimientos localistas marcan la recta final hacia el 28-M

David Alonso
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Castilla y León celebrará en seis meses unos comicios municipales atípicos sin el paraguas de las autonómicas, donde populares y socialistas medirán fuerzas en las grandes ciudades, con Vox y la España Vaciada como espectadores de lujo

Los movimientos localistas marcan la recta final hacia el 28-M

Tic, tac, tic, tac. El reloj electoral vuelve a sonar en una Castilla y León que vive con la sensación de estar en una campaña política permanente. Este lunes, 28 de noviembre, comienza la cuenta atrás de seis meses para que los ciudadanos decidan el timón de mando de los 2.248 ayuntamientos que tejen el ingente mapa territorial autonómico. Una recta final hacia el 28 de mayo de 2023 que se vivirá de forma controlada y sin el mareante torbellino de principios de año tras la detonación de la Junta y la convocatoria de comicios anticipados. Muchas preguntas y muy pocas certezas marcarán los 181 días que restan para que se abran los colegios electorales en Castilla y León, donde la recurrente dualidad PP-PSOE tendrá multitud de invitados de excepción. Con Vox amenazando por la derecha y los movimientos localistas atacando por todos los flancos, la lucha por las alcaldías y las diputaciones servirá para que los partidos midan fuerzas de cara al asalto final a La Moncloa como traca final al cierre de 2023.

No obstante, la arquitectura de la política local poco a nada tiene que ver con la nacional, que desde hace años está fagocitando todo a su paso. El abrasador foco mediático que deslumbró a Castilla y León a principios de 2022 poco a nada se parecerá a lo que se vivirá en pocos meses, ya sin el 'atractivo' de jugarse el Colegio de la Asunción, y que hace presagiar que el desembarco de los primeros espadas de cada partido en Castilla y León sea mucho más comedido.

Los comicios autonómicos de febrero ya sirvieron para que populares y socialistas recibieran el, hasta ahora, último toque de atención de la sociedad, que ratificó con sus votos el auge de la formación de Santiago Abascal, y consagró a partidos provinciales como la Unión del Pueblo Leonés, o en su vertiente más novedosa de la mano de Soria Ya. Precisamente en estos movimientos localistas, articulados en su mayoría bajo el paraguas de la España Vaciada, está la gran incógnita.

Los 40.000 votos obtenidos por las cinco marcas que concurrieron a las autonómicas en nombre de esta plataforma social rozan los logrados por Ciudadanos y Unidas Podemos, otrora aspirantes a recoger el descontento popular y ahora relegados a no desaparecer de los plenos municipales. Y todo hace indicar que aspiran a más.

Este fin de semana tendrán un cónclave nacional para rearmarse y reorientar a los movimientos que presentarán en Burgos, Palencia, Salamanca y Valladolid, a la que se unirá León, según ha podido saber este periódico. Pero también dentro de estas plataformas hay más dudas que certezas. Fuentes de Soria Ya, emblema a nivel regional y estandarte del éxito de estas asociaciones, reconocen que todavía no han decidido si su papeleta estará o no en los colegios electorales el 28 de mayo. Dilema que resolverán en diciembre vía Congreso interno, que servirá para dilucidar su consagración, o no, como actor en el panorama político regional.

Falta por ver si serán capaces de traducir ese hartazgo social de las zonas menos favorecidas en votos, con la dificultad de bajar al barro local con un mensaje más destinado a la esfera autonómica y nacional, donde se toman las grandes decisiones socioeconómicas.

Batalla municipal

Una tesitura muy distinta afronta el Partido Socialista de Castilla y León. Los grandes triunfadores de los comicios municipales de hace cuatro años llegan a la cita con las urnas tras el varapalo de las autonómicas que les costó 120.000 votos. Resultado con el que el PSOE quiere poner tierra de por medio de cara al 28-M: «Tenemos un proyecto con candidatos, con equipo, y un programa, que son las claves para ganar las elecciones». Alicia Palomo, secretaria de Política Municipal socialista, ratifica a este periódico que el objetivo primordial no es otro que «revalidar e incrementar» los resultados de 2019. No es para menos. Ganó en seis de las nueve capitales y en cuatro de los siete municipios de más de 20.000 habitantes. No obstante, el paisaje político actual poco o nada tiene que ver con el de hace cuatro años, cuando la exitosa moción de censura a Mariano Rajoy disparó el voto socialista. Ahora las encuestas reman en contra, y el revés autonómico ha hecho mella en las expectativas de voto de los de Tudanca.

En la acera de enfrente, desde el seno del Partido Popular prefieren no hacer declaraciones sobre cómo encaran la recta final hacia las urnas, y se remiten a las palabras de su presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, y su compromiso por presentar listas en los 2.248 ayuntamientos de Castilla y León. Mientras, siguen a la espera de encontrar nombres que comanden el asalto a los grandes bastiones socialistas de Valladolid, Burgos, León o Soria. Unas quinielas que presentan, también, más preguntas que certezas. Y es que el poder local es el gran reto que tienen ante sí los populares tras lograr mantener la Junta, y que hace cuatro años vieron como se le escurría entre los dedos hasta quedarse solo con solo una de las nueve capitales. Por el momento, y con la incógnita de poner foto a sus candidatos, desde el PP se remiten al mantra lanzado por su presidente: «Salimos a ganar en todas las ciudades».

Un silencio que también mantiene su socio de Gobierno y principal competidor en el espectro de la derecha: Vox. Los de Juan García-Gallardo siguen esperando a recibir órdenes desde Madrid para cerrar sus candidaturas locales, y han declinado hablar de sus expectativas para los comicios municipales. «Es prematuro». El carácter vertical del partido hace indicar que los nombres elegidos para competir por los bastones de mando locales llegarán desde la sede nacional de la calle Bambú.

La última incógnita que tendrá que dilucidar las urnas es constatar, o no, la muerte 'política' de Podemos y Ciudadanos, cuya presencia en el Parlamento regional es ya testimonial. Ambos insisten en que trabajan a destajo para doblegar las encuestas y ofrecer «una alternativa a las políticas de la derecha y la ultraderecha» en el caso morado; y en proporcionar una «opción liberal y centrista» desde los naranjas, que confían en que el proceso de refundación en el que están les «impulse» en las urnas. La cuenta atrás ya ha comenzado para todos ellos. Tic, tac, tic, tac. 

El PSOE mantiene los nombres a las grandes capitales mientras el PP deshoja la margarita

A falta de seis meses para las elecciones municipales, el Partido Popular sigue sin tener cerrados los candidatos que optarán a hacerse con las grandes alcaldías de Castilla y León. Una realidad que contrasta con un PSOE que los anunció hace semanas, y que está utilizando esta 'vacatio legis' popular para apretar a los de Fernández Mañueco. «A día de hoy tenemos todos los candidatos para los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes, y esto choca con la situación del PP, donde no conocemos a sus candidatos salvo en Salamanca. Nadie, ni el propio PP cree en el proyecto de Mañueco», señala Alicia Palomo, secretaria de Política Municipal, que cierra filas con los tótems locales socialistas –Óscar Puente, Jose Antonio Díez, Carlos Martínez o Daniel de la Rosa–, y mantiene el mantra instaurado por Luis Tudanca: «En el Partido Popular están desesperados a la búsqueda de candidatos». 

Por el momento, solo PSOE y Podemos han dado a conocer los hombres y mujeres que encabezarán las listas a los grandes consistorios, mientras que la UPL está próxima a cerrarlos. Con Vox esperando órdenes de Madrid y Ciudadanos «sin prisa» por designarlos, el Partido Popular ve como el reloj corre y sus votantes todavía no saben que nombre encabezará la papeleta del PP. «Saldremos a ganar en todos los municipios», insisten. Dos meses han transcurrido desde que su secretario de Organización en Castilla y León, Francisco Vázquez, anunciará que antes de terminar octubre estarían los candidatos. Fecha que más tarde fue corregida desde Génova, que atrasó el plazo hasta finales de año.

La España Vaciada define este fin de semana su asalto a los ayuntamientos y diputaciones

Primero fue Teruel Existe, después Soria Ya, y ahora el resto de plataformas locales de la España Vaciada quieren imitar el éxito de turolenses y sorianos en las próximas elecciones municipales en Castilla y León. Una apuesta para la que se conjurarán este fin de semana en su primer gran Congreso político que se celebrará en Teruel, y desde donde intentarán articular su asalto a los ayuntamientos y diputaciones provinciales autonómicas. El techo a romper son los 40.000 votos que lograron en febrero entre Soria Ya (18.390) y los movimientos de Burgos, Palencia, Salamanca y Valladolid (19.495). 

Fuentes de la dirección de la España Vaciada confirman a este periódico que la cita servirá para hacer cambios profundos en el organigrama interno de las plataformas, con renovaciones de portavoces y líderes. A la espera de que las nuevas direcciones lo ratifiquen, lo cierto es que se espera que este movimiento de el salto a otra provincia más y presenten listas en León, donde lucharán contra una UPL en pleno auge en el medio rural.  «Hay otras provincias que se están estudiando», reconocen.

El otro gran objetivo del encuentro de este fin de semana es integrarse en una federación de partidos que quiere ser «la voz de los territorios vaciados en las administraciones, proporcionando alternativas y propuestas para lograr el cambio del modelo de desarrollo fieles al lema que los define: ser menos no resta derechos». «Las instituciones supone n un altavoz para llevar la voz y el mensaje de la España Vaciada allá donde se toman las decisiones», reconocen desde la plataforma.