El precio de la Primera Comunión

Nuria Zaragoza
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La celebración cristiana «no cuesta nada ni a la parroquia ni a los niños», pero la celebración popular eleva el gasto de las familias hasta los 2.300-2.500 euros, según estiman los consumidores

El precio de la Primera Comunión

Según los datos de la Diócesis de Osma-Soria, cada año alrededor de 440 niños reciben cada año su Primera Comunión. Según la Conferencia Episcopal, en España son alrededor de 245.000 niños al año. Es una celebración puramente religiosa, pero lo cierto es que se ha convertido también en un evento social en el que las familias se empeñan desde meses antes. Porque, aunque su festejo se centra en el mes de mayo, los preparativos hace ya tiempo que empezaron. Pero ¿cuánto cuesta esta celebración a las familias sorianas?

Si tomamos como referencia qué es, cuál es su significado, su razón de ser, es obligatorio mirar a la Iglesia. «La Primera Comunión es la primera Eucaristía del niño, la primera vez que participa en la Comunión», significa «recibir a Jesucristo», apunta el párroco delEspino, Tomás Oliva, quien asegura que en la parroquia «no se prepara nada» especial, más allá de «adornar la Iglesia» y «la preparación cristiana del niño», que comienza, «como mínimo, dos años antes, dedicando el último más específicamente a la celebración de ese día». Así las cosas, resume, el coste de la celebración cristiana es «ninguno para los parroquias, ni para los niños. Solo se pide una colaboración voluntaria a los padres para pagar las flores, pero es algo mínimo, y voluntario», añade. 

A partir de ahí, «cada familia es libre» de celebrarlo como considere, apunta el párroco. Y es ahí donde entra un amplio abanico de posibilidades, que dependerá del presupuesto, gustos, deseos, ambiciones... de la familia. Eso sí, admite Oliva, desde hace ya un tiempo se viene observando que «ahora es más comedido y se invita exclusivamente a la familia, 15-20 personas». Porque además, reconoce, «las familias cada vez más pequeñas». 

Sobre el descenso en el número de celebraciones que se viene registrando desde los años 80, apunta:«Yo llevo 16 años aquí y habrán caído un 60%. Antes había 100 niños y ahora 40». La justificación, a su juicio, está clara:«Hay menos niños», un asunto que, a su juicio, no debe desvincularse de la familia. «Si no se cree en la familia, lógicamente, no va a haber niños», asume. A partir de ese elemento determinante, entran en juego otros factores como es la «descristianización que puede haber», añade. Pero, avisa también Oliva, eso no es tan determinante en estos sacramentos ya que, repara, «los niños se llevan a bautizar y a la comunión, aún cuando los padres no son practicantes». 

Su mensaje enlaza precisamente con esa celebración ‘popular’, esa fiesta social que acompaña al evento religioso y que, en ocasiones, llega incluso a dejarlo en un segundo plano.  Porque, desde hace ya unos años, las Comuniones se han convertido en pequeñas bodas. En España, las Primeras Comuniones mueven un negocio millonario. Según el estudio elaborado por la consultora KPMG para la Conferencia Episcopal, en 2014 generaron un gasto de 589 millones. Según los datos aportados por FUCI (Federación de Usuarios Consumidores Independientes), el gasto medio para las familias es de 2.412 euros. En la Comunidad, un estudio de la Unión de Consumidores de Castilla y León situó el año pasado en una media de entre 2.300 y 2.500 euros el gasto, con lo básico y para una treintena de invitados.

En la provincia, la temporada de Comuniones comenzó hace ya meses. El vicepresidente de Asohtur, Pablo Cabezón, apunta que las reservas se comienzan a hacer ya en octubre o noviembre, cuando la Iglesia comunica los días de celebración. A partir de ahora, se elige el menú, que oscila entre los 35 y los 60 euros. La mayoría de los restaurantes especializados en este tipo de eventos hace ya tiempo que colgaron el cartel de completos. Admite Cabezón que la temporada es importante para la hostelería porque «es un menú de calidad que puedes cobrar a su precio, ya que hay demanda». El resto del año, admite, hay que ajustar mucho más los precios.  Las Comuniones, sumados al resto de clientela, permiten llenar estos días. 

También es un negocio para las tiendas infantiles, admiten en El Duende, donde comenzaron a vender los primeros vestidos en enero. Allí trabajan la calidad pero siempre muy pendientes de las tendencias.