"El problema de Soria es la estacionalidad"

Ana I. Pérez Marina
-

El intrusismo es el principal problema del colectivo, si bien estos profesionales también ponen de manifiesto la carencia de infraestructuras como baños públicos y una zona céntrica en la que puedan parar los autobuses de turistas

"El problema de Soria es la estacionalidad"

El 21 de febrero se celebra el Día Internacional del Guía de Turismo. La Asociación Río Duero está integrada por ocho profesionales oficiales que operan tanto en la capital como en la provincia. Su presidenta, María del Carmen Rupérez Domingo, advierte de que las reivindicaciones del colectivo son «las de siempre», dirigidas, sobre todo, al intrusismo. Para ello, piden la colaboración de las instituciones, en particular del Ayuntamiento de Soria, al que se ha propuesto alcanzar un acuerdo como ya se ha hecho en otras ciudades (Salamanca o Sevilla) para que la Policía Local colabore en la identificación de guías no acreditados.

Celebran el Día Internacional del Guía de Turismo, es momento de reivindicar, ¿qué urgencias tiene el colectivo en Soria?

Nosotros pertenecemos a la Federación Nacional de Guías (Cefapit) y a la de Castilla y León y, por tanto, formamos parte del colectivo mundial de los guías turísticos. El intrusismo es el principal problema y en Soria tenemos otros que vamos reivindicando año tras año.

¿En qué cuestiones no se avanza?

En el intrusismo, la legislación de Castilla y León a partir del decreto que se publica en 2010 dice que cualquier actividad guiada en patrimonio por la que se recibe una remuneración tiene que ser realizada por guías oficiales. Y los guías oficiales requieren una acreditación que concede la Junta de Castilla y León a través de exámenes que realiza periódicamente. Tenemos un número de guía asociado, estamos en un registro. Y, a partir de ahí, en la mayoría de los casos funcionamos como autónomos. Por tanto, además de tener la acreditación, para poder emitir una factura somos autónomos.

El principal intrusismo que tenemos son las personas que vienen y guían sin esa acreditación, sin cumplir la ley. Tenemos muchos problemas con la figura de los free tours, en Soria un poco menos, pero en el resto del mundo sí. El free tour trabaja por una propina o es lo que dicen, por lo que no pagan ningún tipo de  impuesto. Claramente es un  fraude. En Soria ya estamos empezando a notarlo también, lo vemos anunciado en algunas plataformas. Todo cambia. Antes solo podías trabajar en Castilla y León y desde una normativa europea se ha abierto y pueden venir guías internacionales, de otras comunidades autónomas... cualquier persona habilitada como guía oficial puede trabajar.

Las instituciones deberían colaborar para atajar el intrusismo. En Salamanca o en Sevilla los guías han firmado acuerdos con los ayuntamientos para que la policía local ayude a identificar a los intrusos. En Soria no lo hemos conseguido aunque lo hemos tratado.

Además de los free tours que menciona, ¿existen otras figuras que operen en Soria en lo que se entiende como intrusismo?

Siempre hay agencias o asociaciones que vienen con un guía acompañante que acaban haciendo esas explicaciones. Hay que luchar contra ello. Cuando estamos trabajando y nos encontramos con una persona que no tiene la acreditación, te acercas e incordias un poco. Las excusas son peregrinas y te encuentras con gente que directamente se va y otros dicen que son profesores. Pues un profesor de Historia puede guiar pero no puede recibir una remuneración por ello. Si viene un grupo de estudiantes con su profesor a visitar San Juan de Duero pues no hay ningún problema.

Hablando de intrusismo podemos ver cómo las administraciones locales en ocasiones también cometen irregularidades. Hay oficinas de turismo que ofrecen visitas guiadas y no las realizan guías acreditados. Y son de los propios ayuntamientos. 

¿Cuentan las instituciones públicas con los guías turísticos en la organización de eventos?

Formamos parte del Consejo Municipal de Turismo, del Provincial de la Diputación, pero muchas veces a los guías se nos tiene olvidados. No tiene demasiado sentido cuando somos el primer contacto con el turista, desde que se comienza a planificar un viaje hasta que se desarrolla. Trabajamos con asociaciones y agencias, nos llaman y nos preguntan dónde pueden comer, comprar, planificar una ruta... nosotros estructuramos la visita. 

Tenemos un problema de infraestructuras y nadie se da cuenta. En Soria no hay baños públicos, el único sitio es el Fielato y está abierto menos de seis meses al año. No tenemos un baño para un autobús que llega después de tres o cuatro horas de viaje. Y en la ciudad tenemos muchos problemas para aparcar un autobús. Queremos que el turismo sea un dinamizador de la economía local y no facilitamos el acceso al centro de la ciudad. ¿Cómo lo hacemos? Permítannos hacer carga y descarga en el parada central del autobús urbano. Mariano Granados sería el sitio ideal. Lo planteamos y nos derivaron al Rincón de Bécquer, pero la mayoría de los grupos con los que trabajamos tienen ya una edad y subir desde allí hasta Santo Domingo implica un tiempo que luego no van a emplear en comprar o consumir en la ciudad. 

En la provincia estamos igual. No podemos promocionar determinados sitios si no tenemos infraestructuras. Por ejemplo, el castillo de Gormaz, ¿cómo metes un autobús? Imposible. Hay lugares como El Burgo de Osma donde tienes un aparcamiento genial, pero hay otros en los que no tienes esos accesos. Lo normal es que el turista quiera visitar los sitios más conocidos: Soria, San Baudelio, el Cañón, Berlanga de Duero... pero vienen grupos muy específicos que quieren hacer una ruta de románico para ver un montón de iglesias y nuestra labor consiste también en conseguir que abran esas iglesias y eso es otro problema.

¿Cómo han evolucionado los recursos turísticos en los últimos años?

Más que recursos se nos ha facilitado en algunas ocasiones el acceso a lugares. Un caso muy claro es la concatedral, que era un sitio que no se podía visitar y desde la Edades del Hombre cambió totalmente. 

El hecho de que exista la Oficina de Turismo en la plaza Mariano Granados, ¿ha facilitado vuestra tarea?

Las oficinas de turismo tienen un carácter meramente informativo y con respecto a los guías tienen obligación de dar el número de teléfono de todos los que están inscritos. Es un canal para que el cliente se ponga en contacto con nosotros.

La cifras de visitantes cada año mejoran, tal y como nos trasladan desde las instituciones, ¿lo ha notado el colectivo?

Sí, a nivel de grupos también los hemos notado. Pero dentro de lo que es el trabajo del guía si estoy explicando San Juan de Duero suelo hacer una referencia a San Baudelio... no solo nos ceñimos a lo que estamos haciendo en ese momento, sino que vamos dejando semillas y muchos de los grupos repiten. Están despertando la curiosidad por otros lugares. Hablas de la maravilla que es San Baudelio o San Miguel en San Esteban de Gormaz y acaban volviendo.

¿Cuál es el perfil del turista que llega a Soria y recurre a un guía?

Tenemos de todo. Cada vez se recurre más a un guía turístico porque es mucho más completa una visita cuando alguien te está explicando lo que estás viendo. Trabajamos mucho con grupos de personas mayores, además del programa del Imserso, asociaciones que de manera individual organizan sus grupos y en esta época del año tenemos muchos grupos escolares haciendo rutas machadianas. Tenemos colegios e institutos que tienen la actividad en Soria como algo ya fijo dentro de sus extraescolares. En verano, que es la época más baja para nosotros, trabajamos con asociaciones de pueblos, los sorianos en la diáspora que regresan y organizan visitas culturales, también de provincias limítrofes.

Vamos al extranjero y recurrimos a guías turísticos, sin embargo, si viajamos por España nos resistimos más a ello, ¿cómo se puede cambiar esa costumbre? 

En el extranjero el problema que tenemos es el idioma, tener un guía en castellano que te explica el monumento y te da las indicaciones para que no te pierdas es mucho mejor que hacerlo por tu cuenta. Pero la tendencia está cambiando, ahora no se duda tanto en pagar y contratar un guía cuando se viaja por España.

Una asignatura pendiente es la atracción de extranjeros a la provincia, ¿qué se puede hacer?

Estamos dentro de Castilla y León y Castilla y León tiene un patrimonio impresionante. Soria sorprende mucho en turismo, en la naturaleza y en el románico, pero las capitales con las que tenemos que competir... y normalmente los tours de extranjeros son a Castilla y León y cogen tres o cuatro capitales de provincia y no les da tiempo a más. Empezamos a trabajar con grupos de chinos que con la trufa se están interesando.

Numancia 2017, el centenario del Museo Numantino, la conmemoración de los 900 años de la fundación de la ciudad de Soria... ahora estamos inmersos en el ‘año Bécquer’..., ¿en qué medida estos eventos atraen turismo? ¿Lo notan los guías?

Y tenemos Gerardo Diego que se olvida... y este año se cumple el centenario de su llegada a Soria, estuvo de 1920 a 1922. Escribió uno de los poemas más bonitos y reconocidos que se identifican con el río Duero y con Soria. Con el año becqueriano estamos empezando con todas las actividades que hay, supongo que sí atraerá turismo.

¿Y los anteriores eventos?

Numancia 2017 se enfocó muchísimo en el yacimiento y realmente nosotros no lo notamos. Y el centenario de la ciudad de Soria... pues... Y el Museo Numantino está infrautilizado, es un sitio maravilloso para explicar. Yo lo utilizo mucho con estudiantes, porque solemos hacer una visita de jornada completa. 

Soria tiene su peculiaridad porque la ciudad es una de las visitas más largas de Castilla y León porque lleva tres horas y media por lo menos: está la zona del río y la del centro. Con estudiantes hacemos esa ruta machadiana y por la tarde vamos al Museo Numantino.

Durante la conmemoración de Numancia 2017 se puso de nuevo de manifiesto la conveniencia de recuperar el proyecto de un centro de recepción de visitantes. ¿Tiene Numancia la proyección que merece?

Numancia está gestionada por Tierraquemada y ellos sabrán cómo lo hacen. Lo que creo es que no se puede limitar la promoción de todo el turismo de la provincia exclusivamente a Numancia. Soria tiene un montón de cosas para ver. ¿Y Tiermes? ¿O Uxama, que está muerto de la pena? El 2.150 aniversario ha sido un fiasco total que no ha servido para nada. Se focalizó todo el yacimiento y no se promocionó Soria que estamos a cinco kilómetros, no interesaba... o El Burgo de Osma... Capta el cliente que visita Numancia y haz que se quede.

Mientras duró la conmemoración, los grupos que atendían los guías turísticos, ¿sabían que se celebraba Numancia 2017?

Muy pocos. Siguen preguntando por qué el pebetero de la Diputación sigue encendido y es la única referencia que puedes hacer al 2.150 aniversario de Numancia.

Mencionaba la gestión del yacimiento de Numancia...

Ahí no podemos entrar. La Junta acordó que Numancia tiene la misma categoría de Atapuerca y con eso se acabó. Hemos peleado mucho por ello y en teoría son arqueólogos los que hacen las visitas guiadas.

Hay otras citas culturales que se han consolidado como el Enclave de Agua o el Festival de las Ánimas. ¿Redundan en el turismo?

Con el Festival de las Ánimas sí se ha notado algún grupo más en esa época. Pero el Enclave, no, porque el que viene es para ir al festival, turísticamente no nos aporta nada.

Las fiestas de interés turístico, como Semana Santa o si llega la declaración del Festival de las Ánimas, ¿sirven de revulsivo turístico?

Sí, pero más un turismo individual. Las Jornadas Ritogastronómicas de la Matanza, por ejemplo, es un evento que atrae a familias y grupos, que hacen las visita por la mañana a El Burgo de Osma y luego van a comer. Pero en las fiestas de interés turístico si no hay comida de por medio es más turismo individual.

El efecto de la gastronomía en el turismo ha sido más evidente...

Es verdad. Este sábado que hicimos las visitas guiadas gratuitas nos llevamos la sorpresa de que sacamos dos grupos de 50 personas un domingo de febrero en Soria, la mayoría de fuera, y tuvo que ver la Feria de la Trufa de Abejar. 

También estamos trabajando con grupos que vienen a la caza de trufa, son menos numerosos y de un nivel económico más alto. Vienen grupos por las Estrellas Michelin. El turismo gastronómico está en auge. Y el torrezno es una locura. La primera pregunta nada más bajar del autobús es: ¿Para el torrezno, cuándo paramos?

¿Le vendría bien a la provincia otra edición de Las Edades del Hombre?

Siempre es bueno, pero ya es un proyecto con mucho rodaje, no está agotado, pero tiene mucho rodaje. El Burgo de Osma supo aprovecharlo para cambiar la localidad de arriba a abajo. Todos sus comercios están abiertos de domingo a domingo y eso no pasa en Soria capital.

El turismo gastronómico está al alza, ¿y el de naturaleza?

Muchísimo, el Cañón, la Laguna Negra, el Sabinar de Calatañazor, La Fuentona... Solemos combinarlo. Si un grupo tiene tres días para pasar en  Soria no es todo cuestión de piedras, hay que cambiar el paisaje. También se focaliza mucho la promoción solo en la Laguna Negra. Han mejorado mucho las infraestructuras en estos lugares, con las casas del parque, en los puntos de información...

¿Y los congresos que acoge Soria?

Se notan, pero no por parte de las instituciones, sino por parte de los celebrantes del congreso. Hemos trabajado con médicos, farmacéuticos... muchos traen acompañantes y hacen visitas guiadas.

En general, el gran problema de Soria es la estacionalidad, aunque cada vez menos. Antes las temporadas altas eran primavera y otoño y ahora se alarga más. Este año hasta noviembre hemos trabajado con grupos. Las visitas se hacen a medida del cliente.

Intur, Fitur... se invierten muchos recursos en tener presencia en estas convocatorias.

Hemos acudido a ambas con la Diputación y, sobre todo, Intur es buen sitio para darnos a conocer. Fitur es tan grande que andamos un poco perdidos ahí. Pero siempre son interesantes estos escaparates.

Uno de los objetivos de la Film Commission es atraer turismo cinematográfico, ¿es una oportunidad para la provincia?

Como empiezan a pedir visitas a Valdelavilla con lo de la serie de El Pueblo... De momento no ha pasado, pero si llega, no sé cómo se va a hacer. Este año vamos a hacer mucho Cañón del Río Lobos porque hace poco salió en el programa de Calleja, con Lorenzo Caprile, y las imágenes fueron preciosos. Y tiene que salir la de El Cid... Sí que influye, claro.