Las pasadas nevadas del mes de enero provocaron la fructificación de los primeros marzuelos, pero el clima secó rápido esta seta sin prácticamente probabilidad de recolección. "Empezó temprano este año, pero se cortó por la sequía", analiza José Miguel Altelarrea, técnico de micología en Cesefor. Ahora las lluvias de los últimos días han dado el impulso definitivo a esta seta de temporada. "Es una seta complicada que tienes que conocer muy bien sus zonas, pero es una especie exquisita y cada vez hay más personas que la buscan"; afirma.

En el monte soriano suelen proliferar entre tres y cuatro kilos por hectárea. "No brota en abundancia", aclara el técnico En zonas acotadas como El Amogable se estudian patrones como fechas y calidad desde hace siete años. El marzuelo es impredecible. "A lo largo de estos años las producciones han empezado incluso en Navidades", explica Altelarrea. "Todavía no tenemos un espectro lo suficientemente grande como para saber cómo le afecta el cambio climático", cuenta.

Esta especie primaveral que no cuenta con la fama del boletus o el níscalo, "aunque cada vez es más valorada por su calidad gastronómica". Los seteros expertos comienzan ya a recolectar tras las lluvias en una campaña que se puede prolongar durante más de dos meses