Acuerdo en la UE: La futura PAC se aplicará a partir de 2023

SPC
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Luis Planas asegura que se trata de una propuesta "imperfecta, pero muy buena"

El ministro de Agricultura, Luis Planas - Foto: Europa Press

Los ministros de Agricultura de la Unión Europea llegaron esta madrugada a un acuerdo sobre la nueva Política Agrícola Común (PAC) para el periodo 2021-2027, tras dos días de negociaciones, con cambios como los planes nacionales estratégicos y la introducción de los conocidos como “ecoesquemas”.

Dos años después de que se presentara por primera vez la propuesta de la Comisión Europea, los países han llegado a un acuerdo, retrasado hasta que se aprobó el presupuesto europeo el pasado julio. “Pensamos que es una propuesta equilibrada y que responde a las distintas sensibilidades. Es imperfecta, pero muy buena”, admitió el ministro de Agricultura, Luis Planas. La nueva PAC ha recibido el visto bueno de casi todos los países, excepto Lituania que ha votado en contra; y las abstenciones de Bulgaria, Rumanía y Letonia.

La nueva PAC, que entrará en vigor en 2023, cuenta con varios cambios respecto a la actual. Así, está la introducción de planes estratégicos nacionales por parte de cada Estado miembro en que deberá desglosar sus objetivos y compromisos a nivel europeo en cuestiones como por ejemplo, la lucha contra el cambio climático, y que los países deberán presentar y la Comisión Europea dará su visto bueno.

“El acuerdo de hoy es un hito para la Política Agrícola europea. Los Estados miembros han demostrado su ambición para tener estándares medioambientales mucho más altos y, a la vez, apoyando la flexibilidad para asegurar la competitividad de nuestros ganaraderos”, se felicitó la ministra alemana de Agricultura, Julia Klöckner.

Otra de las novedades presentes en la nueva política son los conocidos como “ecoesquemas”, parte de la arquitectura verde, y una de las cuestiones que más divergencias ha provocado en las negociaciones. Se trata de primas y ayudas a ganaderos y agricultores adicionales para que se tengan en cuenta prácticas sostenibles y de acuerdo con la lucha contra el cambio climático.

“Es un acuerdo razonable”, aseguró el ministros español Luis Planas, en rueda de prensa. Como ejemplos de ecoesquemas, se introducirán prácticas como la ganadería de precisión, agroforestación o la ganadería ecológica, aunque el documento final recuerda que “cada Estado miembro podrá decidir qué tipo de eco-esquemas elegirá, según sus necesidades”.

La presidencia alemana había insistido hasta ahora en que los ecoesquemas fueran obligatorios para los Estados miembros y voluntarios para agricultores y ganaderos, algo que España siempre ha apoyado. Finalmente ha sido así, y se destinará un 20 por ciento de los pagos directos a los ecoesquemas.

Durante las negociaciones, uno de los puntos de fricción había sido la flexibilidad que se podría dar a los agricultores, finalmente, la presidencia alemana ha sacado adelante su propuesta para ofrecer dos años de transición iniciales para los ecoesquemas. Según el ministro de Agricultura, España ha conseguido “todos los objetivos” que se había planteado para la nueva PAC.

En este sentido, el ministro recordó que dentro de los pagos directos habrá un 60 por ciento para la ayuda básica a la renta de los agricultores y ganaderos. Dentro de los ecoesquemas, los primeros dos años, se podrá dedicar un 10 por ciento como mínimo y el resto un 20 por ciento. Un compromiso que Planas consideró como “positivo”.

Otro de los puntos de fricción que finalmente se han resuelto son las dos condiciones obligatorias para acceder a las ayudas directas de la PAC. La de la rotación de cultivos y prácticas para preservar el potencial del suelo; y la que obliga a un porcentaje mínimo de tierras de cultivos para superficies e instalaciones no productivas, que se ha quedado en la propuesta inicial del 5 por ciento, pero pueden eximirse las explotaciones de menos de 10 hectáreas. En cuanto a las rotaciones, se podrán exceptuar a explotaciones de menos de 10 hectáreas.

Además, debido a la presión de Italia, se ha acordado mayor flexibilidad entre pilares, (pagos directos y desarrollo rural), en que será posible que el gasto que se haga en cuestiones medioambientales en desarrollo rural pueda tenerse en cuenta en el primer pilar. En el acuerdo también se ha mantenido el capping de hasta 100.000 euros por explotación, uno de los objetivos de la Comisión Europea para asegurar un reparto justo de los fondos europeos.

Alemania, país que ostenta la presidencia rotatoria de la UE, estaba determinada en llegar un acuerdo este martes, debido a las dificultades de que en el futuro los ministros puedan reunirse de forma presencial a causa de la segunda ola de la pandemia de Covid-19.

La Política Agrícola Común tiene un presupuesto total de 390.000 millones de euros, de los cuales España recibirá 47.724 millones en los próximos siete años, según ha subrayado Planas. “Es una cantidad más que suficiente para responder a los grandes retos que tenemos”, apoyó el ministro.

Luis Planas, sin embargo, recordó que esto no es el final del camino. Los Estados miembros han votado ahora su posición, pero le toca a la Eurocámara presentar la suya -lo hará el próximo viernes-, tras ello se abrirá un periodo de negociación entre las dos instituciones para cerrar un acuerdo definitivo.