Un empujón para las leguminosas

M.H. (SPC)
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INPULSE potenciará estos cultivos en España para reducir la enorme dependencia en alimentación animal y además aportar beneficios a los agricultores y a los suelos

Un empujón para las leguminosas

Según el Ministerio de Agricultura, España es el primer fabricante de piensos de la Unión Europea. La producción total alcanzó, en 2020, los 37.685.487 toneladas, lo que supone un incremento 0,7% sobre el dato obtenido en 2019 (37.415.629). El problema es que no somos, ni de lejos, autosuficientes para abastecernos de las materias primas que se necesitan para elaborar ese alimento para los animales. Eso implica que hemos de traer esas materias primas de otros países.

Las leguminosas son, después de los cereales, el componente más importante de los piensos. Soja, guisantes o habas son legumbres que aportan proteína, pero la mayor parte tiene que comprarse fuera. Concretamente, y también según el Ministerio, la Unión Europea importa el 95% de la soja que consume. En España se importaron 3,3 millones de toneladas de habas de soja y 2,8 millones de toneladas de harina de soja en 2019, cuenta Álvaro Areta, técnico de COAG y responsable de INPULSE.

Porque es precisamente esta organización agraria la coordinadora del Grupo Operativo INPULSE, que será presentado el próximo martes en Madrid y busca potenciar el cultivo de leguminosas en España para reducir la dependencia en alimentación animal. Según COAG, el contexto actual abre una gran oportunidad para intentar fortalecer la cadena de suministro de leguminosas producidas en nuestro país. El aumento constante de las tensiones comerciales, incrementadas por la pandemia, y la mayor volatilidad de las materias primas agrarias, sujetas a una mayor demanda global y a una crisis de oferta por los efectos del cambio climático, así como el déficit productivo de leguminosas en España, hacen necesaria una diversificación de la fuentes de suministro, altamente dependiente de importaciones.

Un empujón para las leguminosasUn empujón para las leguminosas - Foto: Tomás Fernández de MoyaClaro ejemplo de ello son las tensiones que se viven actualmente en la frontera de Rusia con Ucrania, aseguran desde la OPA, que podrían condicionar el mercado de alimentación animal. En concreto, y al margen de la elevada importancia que tienen los envíos de cereal o girasol de estos países, las importaciones de Ucrania y Rusia suponen de media el 70% de las llegadas de guisante, una de las principales alternativas a la soja, con más de 100.000 toneladas anuales.

Por otro lado, las leguminosas presentan una importancia destacada en la protección del medio ambiente y en la lucha contra el cambio climático. Son cultivos resilientes que ofrecen nutrientes esenciales a los ecosistemas biológicos y fijan nitrógeno que beneficia a la salud del suelo. Además, las políticas en la UE y en España abogan por la potenciación de estos cultivos, tanto por su beneficios ambientales, como sociales y económicos, ya sea en el marco del Pacto Verde europeo o el Plan Proteico para la UE, como en el propio Plan Estratégico para la nueva Política Agraria Comunitaria.

El proyecto innovador desarrollado por este Grupo Operativo supraautonómico trabaja para dar respuesta a estas preocupaciones atendiendo a los distintos agentes de la cadena, desde los agricultores y ganaderos hasta el mundo de la investigación, pasando por las cooperativas o las industrias de piensos. INPULSE sitúa como principal objetivo el diseño y evaluación de un mecanismo sistematizado para la potenciación del cultivo y uso de leguminosas españolas adaptadas a las necesidades de todos aquellos implicados en la alimentación animal. La meta es contribuir a la diversificación del sistema agroalimentario en España, mejorando su sostenibilidad y favoreciendo la competitividad y el desarrollo económico de la cadena, de manera que se reduzca la actual dependencia de las importaciones de materias primas.

Un empujón para las leguminosasUn empujón para las leguminosasA tal fin, se diagnostican las necesidades de los distintos agentes, así como los requisitos nutricionales por especie animal y estado productivo; se analiza la disponibilidad de las semillas de las leguminosas objeto de estudio (haba, soja y guisante) y las empresas que las comercializan; se estudian los protocolos de evaluación que se están realizando para dichas leguminosas y se trabaja para consensuar y validar, mediante su prueba en condiciones de ensayo real, un protocolo común para el uso de variedades adaptado a las peculiaridades del cultivo y la zona.

 

Beneficios.

Lo cierto es que el cultivo de leguminosas, a pesar de la gran demanda existente, está poco extendido. Más allá de la veza en zonas cerealistas, que se usa para la rotación de cultivos y se suele segar en verde para emplearla como forraje, no están demasiado extendidas. El guisante recogido en seco es la más abundante, con 165.000 hectáreas anuales (y creciendo, aunque poco), y supone las tres cuartas partes de todas las leguminosas que se cosechan en grano para alimentación animal. Y ello a pesar de ser una magnífica alternativa a otros cultivos para los agricultores.

El responsable de INPULSE en COAG, Álvaro Areta, explica que estas cifras tan reducidas pueden deberse a varios factores. En primer lugar, dice, de siempre las políticas agrarias han primado el cultivo de cereal. Afortunadamente esto está cambiando con iniciativas como el Plan Proteico de la UE y el nacional. Areta también explica que ha habido poca investigación en torno a estas especies, lo que provoca que no se hayan obtenido variedades que se adapten adecuadamente a los suelos y los climas tenemos en España. A pesar de ello, sí hay semilla disponible y las posibilidades de cultivarlas son reales, con una rentabilidad suficiente.

Pero más allá de la rentabilidad, las leguminosas aportan beneficios. En primer lugar, producirlas en nuestro país supondría reducir la huella de carbono en la fabricación de piensos. Si la soja o el guisante llega a la fábrica desde una provincia limítrofe se emitirá mucho menos CO2 para su transporte que si viniera desde Estados Unidos o Brasil, por poner dos ejemplos de países que nos abastecen.

Otra gran ventaja de estos cultivos es su capacidad para fijar en el suelo nitrógeno del aire. Mediante unos pequeños nódulos en las raíces, absorben el nitrógeno del aire que hay entre los terrones. De esta manera, en el cultivo del año siguiente la necesidad de abono nitrogenado es mucho menor. Esto supone un ahorro directo para el agricultor, pero también para el medio ambiente por la menor posibilidad de contaminación de acuíferos y la merma de emisiones en el transporte de fertilizante al caer la demanda. Además ofrecen la posibilidad de cultivarse tanto en secano como en regadío.

También implican la posibilidad de acceder a los fondos de la PAC reservados para los ecoesquemas, ya que una de las opciones que se contemplan en el Plan Estratégico Nacional para la aplicación de la nueva Política Agraria Común es la rotación de cultivos, para lo cual las leguminosas son una estupenda opción. Asimismo, la PAC ya tiene una ayuda asociada (que se va a conservar a partir de 2023) ligada a los cultivos proteicos, entre los cuales se incluyen la soja, las habas o los guisantes.

Por si esto fuera poco, medioambientalmente hablando ofrecen también ventajas. Se trata de cultivos con abundante biomasa que ofrece alimento y refugio a multitud de especies, desde los imprescindibles insectos hasta las aves o pequeños mamíferos.

El aumento de la superficie de cultivo de leguminosas parece, pues, algo factible y sin duda beneficioso para todos los agentes de la cadena de alimentación animal. COAG está trabajando ya con una base de datos de las variedades de semilla disponibles comercialmente que va a estar a disposición de los agricultores que deseen ampliar las posibilidades de su explotación y ayudar a reducir la dependencia de España de las materias primas llegadas de otros países, en muchas ocasiones cultivadas bajo estándares de calidad mucho más laxos que los españoles. No se puede olvidar que la alimentación animal está en la base de la seguridad alimentaria para las personas y disponer de materias primas de calidad para alimentar al ganado tiene que redundar en evidentes beneficios para los consumidores.

 

El Grupo operativo.

INPULSE está constituido por los siguientes miembros: la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), como entidad representante y coordinadora, la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC), Cooperativas Agro-alimentarias de Aragón, el Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAS-CSIC), el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA). También participan como miembros colaboradores la Asociación Española de Leguminosas (AEL), el Centro Tecnológico CARTIF, ARS ALENDI, COVAP y la Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal (FEDNA).

El GO INPULSE se constituyó en una primera fase en el año 2018 cuando sentó las bases para la puesta en marcha de este proyecto innovador que se desarrolla entre los años 2021 y 2023 y está cofinanciado al 80% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural-FEADER y al 20% por fondos de la Administración General del Estado, en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural (2014-2020), con un importe total de la ayuda aprobado de 439.594,65€.

 

PROTEINLEG.

Curiosamente, también el próximo martes 15 de febrero se celebrará el webinar de presentación de PROTEINLEG, el proyecto de innovación centrado en el desarrollo de proteínas de alta calidad a partir de leguminosas. El Grupo Operativo PROTEINLEG desarrolla un proyecto de innovación cuyo principal objetivo es proporcionar alternativas a la proteína de origen animal y a la soja. Para ello, PROTEINLEG apuesta por variedades tradicionales de leguminosas que se cultivarán de una manera innovadora, rentable y eficiente. A partir de ellas, se desarrollarán nuevas fuentes de alimentos ricos en proteínas vegetales que serán saludables, sabrosos y atractivos.

En el marco de las actividades de divulgación del proyecto, se organiza este seminario online gratuito que servirá como punto de partida para dar a conocer el proyecto entre los distintos agentes del sector y público en general. En este seminario, representantes de las empresas participantes expondrán los objetivos y actividades a desarrollar en el proyecto de innovación. Asimismo, comentarán, de primera mano, el papel de las empresas dentro del proyecto y el positivo impacto que PROTEINLEG generará en el sector agroalimentario nacional.

Será un evento online, el próximo 15 de ferbrero a las diez de la mañana y con una duración de hora y media. El registro puede hacerse de manera gratuita en https://forms.gle/7U7Kt28MddwB3hF59.