Faltan apenas 20 días para que el calendario sanjuanero comience a ponerse en marcha con una de sus citas tradicionales: El Sorteo. De momento (al cierre de esta edición), la Cuadrilla de Santa Catalina es la única que no tiene jurados voluntarios este año. Y sobre la mesa está un tema que todos los ejercicios anuales vuelve al debate sanjuanero: la reestructuración de las alcaldías de barrio. El alcalde de Soria y presidente de la Comisión de Festejos, Carlos Martínez Mínguez, era el encargado de 'abrir el melón' a finales del pasado mes de enero. «Estamos buscando la fórmula para equilibrar» las diferentes cuadrillas, muchas de ellas, reconoció, «con desequilibrios muy importantes». No ofreció entonces una fecha ni confirmó si entraría en vigor de cara a la entrada en fiestas de 2023, pero sí manifestó que «tenemos que hacerlo de la forma más pronta posible». 

Para la Asociación de Jurados Cuadrilla es imperativo abordar una ordenación de las alcaldías de barrio de forma definitiva, aunque se entiende que se trata de un tema complejo. «Se ha intentado varias veces, pero es difícil», explica Fátima Reglero, secretaria de la entidad. En este sentido, no es algo tan fácil como repartir calles o bloques de pisos hasta sumar un número de vecinos similar entre diferentes alcaldías de barrio. Y es que, señala, una cuadrilla responde no sólo a demarcaciones históricas que arraigan en el sanjuanero gracias a un sentimiento (y orgullo) de pertenencia, sino también a otros criterios quizá más prosaicos como la cercanía del domicilio con el local en el que se establece la sede festiva sanjuanera. «Los locales están donde están», incide Reglero, y especialmente las personas mayores prefieren pertenecer a cuadrillas que estén próximas a sus casas. El resultado: que muchos sanjuaneros no entran en fiestas con las nuevas cuadrillas a los que son asignados. Es algo que vivieron muy de cerca Fátima Reglero y Benjamín Aragonés, actual presidente de la Asociación de Jurados de Cuadrilla, cuando fueron alcaldes de barrio de Santiago en el año 2017. «Varias calles y edificios del Calaverón pasaron a ser de Santa Catalina, pero algunos vecinos prefirieron apuntarse como simpatizantes en Santiago», recuerda. 

Precisamente, Santa Catalina es una de las cuadrillas que, tradicionalmente en los últimos años, presenta más problemas para conseguir encontrar alcaldes de barrio voluntarios. Este año no es una excepción y para Reglero una de las cuestiones que podrían explicar este problema es, precisamente, la diferencia en el número de vecinos con respecto a otras cuadrillas situadas en zonas con más residentes o en expansión urbanística. «El año que nosotros fuimos jurados nosotros teníamos unos 800 y pico vecinos, y otras cuadrillas como San Juan o El Salvador, muchos más, por ejemplo», incide la vicepresidenta de la agrupación que aglutina a antiguos jurados. 

La diferencia, apunta, es importante, sobre todo porque los gastos son iguales en cuestiones como la contratación de los músicos, entre otros aspectos. Aún así, reconoce que «no hay un número mágico» al que debieran tender las cuadrillas. «Lo único que sería necesario es que estuvieran todas compensadas y no hubiera tanta diferencia», explica Reglero. Porque también hay otros aspectos importantes que hay que tener en cuenta, como por ejemplo, la edad de la población y el estado civil de los vecinos. Alude la secretaria de la Asociación de Jurados de Cuadrilla a la tradición de que las personas viudas sólo abonen la mitad de la tajada y que en algunas alcaldías de barrio alcanza un porcentaje tan significativo que, en muchos casos, echa para atrás a posibles candidatos a ostentar el cargo de jurado voluntario durante las fiestas de San Juan. Afecta especialmente a barrios donde se concentra un mayor porcentaje de población mayor, tradicionalmente, los de La Cruz y San Pedro y Santa Catalina. La realidad objetiva es que gran parte de los años quedan vacantes y encuentren jurados 'in extremis' rondando la fecha límite. Hacer una buena reestructuración de barrios sanjuaneros redundaría en cierta manera, apunta la Asociación de Jurados de Cuadrilla en que estas alcaldías de barrio fueran vistas por posibles aspirantes voluntarios como una opción apetecible. 

reunión. A la agrupación le encantaría poder transmitir estas impresiones, así como posibles propuestas sobre otros temas sanjuaneros, al departamento de Festejos de la capital, tener con el alcalde reuniones «como las peñas. Pero no pintamos nada» para el Consistorio, reconoce Reglero. A todos los efectos prácticos, insiste, la Asociación de Jurados de Cuadrilla es «como un vecino más». En cualquier caso, la entidad se encuentra dispuesta a colaborar en todo lo posible en favor de las fiestas de San Juan y, en este sentido, ya tiene en marcha algunas de sus actividades habituales. El próximo lunes 13 de marzo dará comienzo en su sede de la calle Puertas de Pro número 30 el curso de pirograbado de botas de vino que se impartirá hasta el miércoles 22 de marzo en horario de 18.00 a 20.00 horas. 

El de cachirulos también comenzará en breve y si sale un grupo numeroso de participantes, se establecerán dos turnos.