El coronavirus también se ha dejado notar en otro sector considerado esencial durante la pandemia: el de las empresas encargadas de la potabilización del agua. La planta de Garray es de las más modernas de la provincia y, desde el estallido de la pandemia, ha subido medio punto los niveles de cloro libre residual. El objetivo es que el agua llegue hasta los grifos de las casas más desinfectada todavía.

Por los equipos ultradesinfectadores pasa el agua que potabiliza la planta de Garray. Desde que se declaró el Estado de Alarma, ha incrementado las partes por millón de cloro libre residual.

Así lo explica Félix Gonzalo, el jefe de planta: "para desinfectar y que el agua esté sin ningún tipo de bactería, tenemos que mantener los niveles de cloro entre 0,20 y 1 ppm, pues si de normal pueden oscilar entre 0,5 y 0,6, ahora los tenemos entre 0,8 y 0,9".

El virus dispara los niveles de cloro en las potabilizadoras

Es otro ejemplo de sector esencial porque el agua es un bien necesario para el día a día. Y su consumo también ha aumentado en este tiempo, sobre todo en momentos puntuales como el verano. "De media llegamos a duplicar e incluso a triplicar los consumos, estamos hablando de 1.200 metros cúbicos algunos días".

Esta planta de Garray es una de las más modernas de la provincia. Entre sus peculiaridades, destaca que puede captar el agua de dos ríos: el Tera y el Duero. "Se abastece a Garray, a Tardesillas y a Chavaler, y otra pedanía que es Canredondo de la Sierra. Y hay en estudio otros municipios colindantes", concluye. 

Una potabilizadora que se encuentra al 50% de su capacidad y que pronto podría dar servicio a Fuentecantos, y a las empresas que se instalen en el Parque Empresarial del Medio Ambiente.