La India recupera el pulso

Agencias
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Los contagios diarios en el país asiático bajan de los 300.000 por primera vez en casi un mes, aunque la situación continúa siendo preocupante, con más de 4.000 fallecidos cada jornada

Pese a recuperarse ligeramente, el colapso sanitario sigue en los hospitales de la nación. - Foto: Danish Siddiqui

Aunque todavía está lejos de recuperarse de la pandemia, la India comienza a registrar cifras que alientan moderadamente al optimismo. Y es que ayer notificó 281.386 nuevos contagios, la primera vez en casi un mes -25 días- que los números se sitúan por debajo de la barrera de los 300.000 casos. Aunque, eso sí, el país asiático continúa sumando más de 4.000 muertos cada jornada.

La nación, que roza ya los 25 millones de afectados desde el inicio de la pandemia, ha experimentado un descenso gradual de los contagios tras alcanzar números récord de más de 400.000 positivos hace dos semanas, en el contexto de una virulenta segunda ola de la pandemia que causó un colapso sanitario y falta de oxígeno de uso médico y camas. Sin embargo, continúa registrando más de 4.000 muertes diarias, y el número total de decesos asciende ya a 274.390.

Ante la tendencia a la baja de las nuevas infecciones, las autoridades avisaron que el país «no puede bajar la guardia» y debe prepararse para una probable tercera ola del virus. Por eso, Nueva Delhi, una de las ciudades más afectadas por la crisis que llegó a saturar hospitales y crematorios, amplió una semana el confinamiento de sus cerca de 20 millones de habitantes, y el estado oriental de Bengala impuso una serie de restricciones debido al aumento de casos en la región.

Además, la India administró en las últimas 24 horas uno de los números más bajos de vacunas de las últimas semanas, apenas 691.211, mientras que el número total de inyecciones asciende a 182 millones. El ritmo de la campaña, vista como la única salida a esta crisis, continúa siendo menor del esperado, con apenas un 3 por ciento de la población -40 millones de habitantes- inoculadas por completo, a pesar de las intenciones del Gobierno de vacunar a 300 millones de personas antes de julio.  

Por otro lado, el Reino Unido autoriza desde ayer otra vez los abrazos entre familiares, los viajes al extranjero y la reapertura de la hostelería en interiores, después de casi cinco meses de restricciones para contener la COVID-19.

El país inició este nuevo paso en la desescalada, a pesar de la inquietud de las autoridades por la expansión de la variante india de la enfermedad, sobre todo, en el norte de Inglaterra.

El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió, por eso, una «dosis de precaución» de cara al retorno de los contactos sociales y agregó que «cada uno debe contribuir» a evitar la propagación y recordar el mensaje de «manos, cara, espacio y aire fresco».

En Inglaterra, los bares y restaurantes podrán servir a sus clientes en interiores, mientras que la gente de dos hogares distintos podrán reunirse en interiores, hasta un máximo de seis personas, en tanto que reabrirán museos, cines, teatros, estadios deportivos, áreas de juegos para niños y hoteles.

En Escocia, la gente podrá reunirse en interiores, hasta un máximo de seis personas, mientras que «pubs» y restaurantes están autorizados a servir alcohol en interiores hasta las 21,30 horas.

Al igual que en Inglaterra, los cines, teatros, centros de juegos podrán reabrir desde este lunes en Escocia, pero solo podrán tener en su interior hasta un máximo de 100 personas.

En Gales también reabrirán en interiores los pubs y restaurantes y volverán a tener actividad los hoteles, cines, museos y galerías, en tanto que Irlanda del Norte revisará sus reglas de confinamiento el próximo 20 de mayo.