La toma de posesión de Fernández Mañueco ha roto muchos moldes. A los ya sobradamente analizados no me voy a referir, pero sí al que supone un verdadero hito que nunca antes se había producido en nuestra política: la ausencia del líder del partido al que pertenece el presidente autonómico que jura o promete solemnemente su importante responsabilidad. Y que suscitó tanta expectación y atención mediática y política. Costó escuchar alguna pregunta y leer algún titular este pasado martes que no reflejara la ausencia del nuevo presidente del PP Núñez Feijóo, injustificable para todos los analistas y encaminada a no tener que dar explicaciones o salir en la foto tras el pacto con Vox que ha llevado a Mañueco a mantener el poder. "Ni rastro de Alberto Núñez Feijóo" decían algunas crónicas. ¿Realmente es habitual que el presidente o el secretario general de un partido asista a este acto institucional si uno de los suyos es el protagonista?. Veamos.
El 17 de junio de 2019 tomó posesión Ximo Puig como presidente de la Comunidad Valenciana, cargo alcanzado gracias al acuerdo con Podemos y Compromís, en un acto al que no asistió Pedro Sánchez. No estuvo presente el número uno del partido y del gobierno, sino José Luis Ábalos y Luis Planas. El 2 de julio de 2019, Francina Armengol asumía la presidencia de las Islas Baleares por el acuerdo alcanzado con los nacionalistas de Més y la izquierda más radical Podemos. En el acto estuvieron presentes los ministros Ábalos, Ribera y Planas pero no el líder socialista. El 20 de julio de 2019, Adrián Barbón tomó posesión del cargo de presidente del Principado de Asturias gracias a un acuerdo con Izquierda Unida, partido más a la izquierda que el PSOE. Los ministros Celáa, Planas y Carcedo acudieron al acto solemne, ausente Sánchez. El 2 de agosto hacía lo propio Javier Lambán, asumiendo la presidencia de Aragón gracias al acuerdo con Podemos, PAR y Chunta. De nuevo Ábalos y la vicepresidenta Calvo representaban al gobierno y al partido liderado por Sánchez. Pese a no necesitar pacto alguno que hubiera que justificar, Fernández Vara también tomó posesión como presidente de Extremadura el 27 de junio de aquél año sin estar presente el líder de su partido, con el que mantiene una relación de aquella manera. Calvo y Ábalos, además de Meritxell Batet, sí hicieron un hueco en sus agendas para acompañar al político de Olivenza, hueco que no encontró Pedro Sánchez.
Les voy a llevar más atrás aún en el tiempo: ni Felipe González se dignó a acompañar a Demetrio Madrid en 1983 cuando prometió su responsabilidad en el Palacio de la Isla de Burgos, le disculpó ante el anfitrión su ministro Tomás de la Quadra. Feijóo ha roto una tradición... muy poco tradicional.